"Ayudar a mi pa¨ªs es cumplir con Al¨¢"
El meteor¨®logo Gnaouy reparte propaganda del PJD a la salida del trabajo junto con sus hijos
Sus gemelos de tres a?os se aferran al pantal¨®n para no perder a su padre cuando se mezcla con los transe¨²ntes del populoso barrio de Oulfa, en Casablanca. Rachid Gnaouy, funcionario de 47 a?os, ha salido del trabajo a las 16.30, recogido a tres de sus seis hijos y se ha puesto a distribuir octavillas del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD). Lleva a¨²n el traje oscuro de funcionario y la corbata de rayas, pero la gorra con las siglas del partido no deja dudas sobre su afiliaci¨®n. Los gemelos y la hija de nueve a?os agitan candiles, el s¨ªmbolo de los islamistas moderados, aunque los suyos son de cart¨®n.
"Reparto propaganda por la tarde y por la noche participo en la reuni¨®n de evaluaci¨®n que hacemos los militantes de esta ¨¢rea", la circunscripci¨®n electoral de Hay Hassani, en la capital econ¨®mica, en la que se presenta Saad el Othmani, el l¨ªder del partido. "Analizamos c¨®mo ha ido y qu¨¦ nos queda por hacer".
"Es agotador porque me acuesto a las tantas y por las ma?anas estoy en el despacho a las 8.30. A partir del mi¨¦rcoles me cojo tres d¨ªas de vacaciones para dedicarme totalmente a la campa?a electoral" en su recta final.
Gnaouy, que estudi¨® en Toulouse (Francia) y trabaja como meteor¨®logo, se adhiri¨® al partido hace una d¨¦cada. Pertenece a la direcci¨®n de la agrupaci¨®n de Hay Hassani. "Milito para intentar arreglar este rinc¨®n del mundo que se llama Marruecos y arreglar mis asuntos con Dios".
Ante la extra?eza del periodista que le acompa?a, Gnaouy a?ade: "Quiero haber hecho mis deberes en la tierra cuando me toque ir al m¨¢s all¨¢". "Ayudar al desarrollo de mi pa¨ªs es tambi¨¦n cumplir con Al¨¢", sentencia con una sonrisa antes de rezar en un rinc¨®n la oraci¨®n del Magreb. Previamente, se quita la gorra y el brazalete con el logotipo del partido "porque no hay que mezclar pol¨ªtica y religi¨®n".
"Soy del PJD, el partido del candil, y nuestro candidato en este barrio es Saad el Othmani", anuncia Gnaouy a los viandantes que aborda al tiempo que les tiende una hoja con las fotos de los aspirantes a diputados. "Si se paran y muestran inter¨¦s les entrego el programa del partido y un ejemplar de nuestro peri¨®dico, pero muy pocos suelen hacerlo", se lamenta. Los dos empleados de un locutorio que acaban de recibir las octavillas se le acercan y le cuchichean: "?Queremos que su partido gane por goleada!", le dicen.
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