Cr¨ªmenes benditos

Las cadenas disputan, como pueden, el prime time del martes. El bot¨ªn a repartir puede alcanzar veinte millones de espa?oles. Dos nuevas series de intriga y una pel¨ªcula lograron superar los dos millones y medio de espectadores: gan¨®, por poco, Hermanos y detectives, de Tele 5, versi¨®n espa?ola de una historia argentina con ni?o prodigio. Pero el otro estreno, Quart, el hombre de Roma, en Antena 3, promete ir a m¨¢s: un cura como Lorenzo Quart, personaje de La piel del tambor (1995), de Arturo P¨¦rez Reverte, s¨®lo se convierte en el 007 del Vaticano si est¨¢ en juego el destino moral del mundo. En esta secuela de la obra de Reverte lo que importa es la gran conspiraci¨®n del mal contra el bien. Todo un reto para la imaginaci¨®n fabuladora hispana, heredera tanto de una tradici¨®n de fanatismo inquisidor como de obsesivos comecuras.

As¨ª arranca la cosa: en una iglesia de Madrid, los fieles caen como moscas tras haber comulgado. El Vaticano recurre a la "experiencia, capacidad de sacrificio e iniciativa" del cura / investigador Quart (Roberto Enr¨ªquez), capaz de "hacer lo que le dicta la conciencia en vez de lo que le mandan". Un lignum crucis de presuntos poderes milagrosos desaparece tras un rosario de cr¨ªmenes: Quart, siempre con clerygman y alzacuello, extiende una piadosa extremaunci¨®n a cada muerto que descubre. Desfacedor de entuertos, racional, el cura Quart, cuerpo de atleta, usa en sus pesquisas tanto ¨²ltimas tecnolog¨ªas como la historia o el rezo; mientras, resiste la tentaci¨®n de lo prohibido tras su reencuentro con Macarena (Ana ?lvarez), restauradora de arte, otro personaje de Reverte. Frente a ellos, un mundo oscuro encarnado en la secta Camino de Dios a la que pone rostro un tortuoso monse?or (Josep Mar¨ªa Pou). Polic¨ªas, seminaristas ingenuos, curas sabios o intrigantes, falsificadores, magnates de la construcci¨®n, ni?as enfermas, almas solidarias, fan¨¢ticos del milagro: el primer episodio mostr¨® overbooking de situaciones extremas, a la espa?ola. Tremendo. ?Ah, la iron¨ªa del padre Brown!