Mi amigo el vidente
Tengo un compa?ero de habitaci¨®n que tiene poderes sobrenaturales. Al menos, eso parece viendo sus predicciones. Claro que tambi¨¦n tiene poderes naturales, ya de sobra conocidos, pero de ¨¦sos ya se ha hablado demasiado en los ¨²ltimos d¨ªas.
Ayer por la ma?ana me dijo: "Yo hoy no me meto porque va a haber ca¨ªda, seguro". Pod¨ªa ser la excusa perfecta de un vago, pero no es el caso. Pod¨ªa tambi¨¦n ser una forma de quitarse presi¨®n a s¨ª mismo, una forma de autoenga?arse: yo no me meto, pero, cuando estemos en los ¨²ltimos kil¨®metros y est¨¦ ah¨ª metido en la pomada, ya me entrar¨¢n las ganas con el subid¨®n de adrenalina y terminar¨¦ disputando la victoria. Pero no, tampoco es el caso.
El caso es que quien pronunciaba esas palabras ayer por la ma?ana era el mismo que de las seis etapas de esta Vuelta ya llevaba tres ganadas. El mismo que de cinco sprints disputados hasta ayer coleccionaba tres primeros y dos segundos puestos. Evidentemente, hablo de ?scar Freire, por si alguien no se ha dado todav¨ªa por enterado. Y ayer, por las calles de Zaragoza y ante la perspectiva de una nueva oportunidad de victoria, dijo que no, que no se met¨ªa, que sent¨ªa que iba a haber ca¨ªda y no le apetec¨ªa arriesgarse lo m¨¢s m¨ªnimo.
Y, como pudimos comprobar, sus dotes de vidente no fallaron. Y le libraron de lo que m¨¢s teme en este momento, de una ca¨ªda que perjudique a ese estado de forma tan dulce en el que se encuentra. Ahora ya s¨®lo le preocupa el Campeonato del Mundo de Stuttgart, ¨¦se que se disputa a finales de este mes.
Y sus dotes de vidente nos avisaron del peligro tambi¨¦n a nosotros, sus compa?eros. Nadie de nuestro equipo se cay¨® puesto que nadie se arriesg¨®. Porque todo el mundo sabe en qu¨¦ parte del pelot¨®n est¨¢ el riesgo. Y, si est¨¢s por all¨ª, sabes que te la est¨¢s jugando y que, al final, es cuesti¨®n de suerte o, mejor dicho, de mala suerte.
Yo, que deb¨ªa proteger a Menchov del viento durante todo el d¨ªa, le dije que lo mejor era irnos a la cola del pelot¨®n una vez que pasamos la pancarta de los ¨²ltimos tres kil¨®metros. Desde all¨ª ya se considera zona de sprint y en el caso de ca¨ªda tienes suficiente tiempo para verla, reaccionar y frenar. Y, si adem¨¢s hay cortes de tiempo en la meta, ¨¦stos no son tenidos en cuenta para la clasificaci¨®n general, adjudic¨¢ndonos a todos el mismo tiempo que el ganador.
As¨ª que, tal y como ?scar hab¨ªa pronosticado, hubo ca¨ªda. La vimos, reaccionamos y pudimos frenar a tiempo. Y la noticia fue que no gan¨® Freire, que gan¨® Zabel. Y que en la ca¨ªda muchos sprinters se vieron implicados y se llevaron un buen costalazo, am¨¦n de perder todas las opciones de victoria. Pero dio la casualidad de que Freire no pasaba por all¨ª.
?sa es la noticia, pero nosotros sabemos que esto ¨²ltimo no fue ninguna casualidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.