?Un mundo sin emigrantes?
El Congreso de Te¨®logos subraya en Madrid la riqueza y el valor ¨¦tico de la hospitalidad
?Un mundo sin migrantes? Imposible imaginarlo, y menos entre religiosos monote¨ªstas. En el origen de la fe jud¨ªa, cristiana e isl¨¢mica predomina el fen¨®meno de la migraci¨®n. L¨ªderes como Abraham, Mois¨¦s, Jes¨²s o Mahoma fueron errantes, por voluntad o huyendo de persecuciones. Por eso la hospitalidad es exigencia de humanidad y principio ¨¦tico de las religiones. Fui emigrante y me acogisteis es el lema este a?o del XXVII Congreso de la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIII, que reune este fin de semana en Madrid -en la sede del sindicato Comisiones Obreras- a un millar de personas.
En ausencia, como ya es costumbre, de prelados espa?oles, los organizadores presumieron del bello mensaje de salutaci¨®n emitido por el obispo em¨¦rito de S?o F¨¦lix do Araguaia (Brasil), Pere Casald¨¢liga. "A¨²n reconociendo la complejidad del problema, buscarle soluciones progresivas es un deber sagrado, insoslayable. La Tierra es la casa com¨²n de todas las personas y pueblos que, en la m¨¢s radical instancia, somos la raza humana, la humana familia de Dios", dijo Casald¨¢liga, ¨¦l mismo migrante por "exigencias de humanidad".
El famoso prelado calific¨® al congreso de "cen¨¢culo de Teolog¨ªa viva y de solidaridad comprometida con las causas del Reino de Dios", antes de lanzar un reto a los poderosos. "El Primer Mundo, como puerto de llegada de tantos hermanos y hermanas prohibidos de vivir dignamente en sus patrias, debe responder con gestos y con leyes a ese derecho de la inmigraci¨®n", suplic¨®. Uno de los ponentes del congreso, Carlos Jim¨¦nez, de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, demostr¨®, por cierto, que los emigrantes aportan a un pa¨ªs mucho m¨¢s de lo que reciben.
El discurso de apertura corri¨® a cargo del sacerdote Enrique de Castro, de la parroquia roja del barrio madrile?o de Entrev¨ªas, que el cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco quiere ver cerrada. La parroquia ha sido siempre un lugar de acogida: a nadie se le pregunta de d¨®nde viene, ni qu¨¦ religi¨®n practica, ni si es legal o ilegal seg¨²n el Gobierno. "Fue en los emigrantes donde encontramos la buena noticia de Jes¨²s. El lugar social de Dios son los pobres", dijo Castro. Tambi¨¦n se escuch¨® ayer la voz de l¨ªderes emigrantes como Khalid Tookine (asociaci¨®n Atime), Jules Daniel (Karibu), Hui Yan (China) y Ra¨²l Gim¨¦nez (Ruminahui)
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