Albu?ol recibe a su nuevo p¨¢rroco con divisi¨®n de opiniones
Manuel Espa?a ofreci¨® su primera misa en su nueva parroquia
Albu?ol recibi¨® ayer a su nuevo p¨¢rroco con divisi¨®n de opiniones. Mientras cientos de vecinos se agolpaban en el interior de la iglesia para conocer a Manuel Espa?a, otros permanec¨ªan en el exterior protestando una vez m¨¢s contra el arzobispo de Granada, Francisco Javier Mart¨ªnez. Sobre las once de la ma?ana y escoltado por el vicario de la ciudad y por otros sacerdotes, llegaba a su nueva parroquia Manuel Espa?a Hidalgo, de 52 a?os, que hasta ayer ejerc¨ªa el sacerdocio en Albu?uelas, el pueblo de Gabriel, el cura sustituido por alojar a un grupo de senegaleses musulmanes en su casa.
Tras oficiar su primera misa y recibir los aplausos de los asistentes, Manuel Espa?a se mostr¨® muy conciliador con todo el que quiso conocerlo y reconoci¨® haber tenido "un pellizco en el est¨®mago", mezcla de inquietud y de emoci¨®n hasta el final de la celebraci¨®n de la misa. "Estoy muy contento de poder servir a la iglesia y a este pueblo", afirmaba, sin olvidarse de Gabriel, el cura de los senegaleses. "Quiero much¨ªsimo a Gabriel, lo tendr¨¦ presente aqu¨ª porque ha sabido aportar su riqueza, aunque la obra de la iglesia no es de las personas", asegur¨® tratando de esquivar las constantes preguntas sobre su antecesor.
Pese a que la misa result¨® emotiva y a que el ambiente era m¨¢s que propicio, las autoridades eclesi¨¢sticas que ayer escoltaban al nuevo p¨¢rroco impidieron que se leyera una carta escrita por los fieles de Albu?uelas a modo de despedida. "Es una m¨¢s en una larga lista de decisiones incomprensibles que enfrentan a la iglesia con la gente de la calle", declar¨® Custodia Manzano, una vecina que asisti¨® a la misa.
El cura Espa?a, poco despu¨¦s de oficiar la misa se march¨® de nuevo. Ser¨¢ a lo largo de la semana cuando se instale de manera definitiva en el pueblo, circunstancia que no es del agrado de todos los vecinos ya que hay quien no ha bajado los brazos y opina que al final se ha cedido ante la imposici¨®n inmotivada de la curia.
Daniel Morales, uno de los vecinos que asisti¨® a la reuni¨®n con el arzobispo, decidi¨® romper ayer silencio sobre lo acontecido en la curia y asegur¨® que la paz se alcanz¨® por medio de "las amenazas" vertidas por el arzobispo contra Gabriel Castillo. "Gabriel est¨¢ castigado, sin parroquia. No pod¨ªamos mantener esta situaci¨®n por ¨¦l. Nada m¨¢s entrar el arzobispo nos dijo que lo mejor era acabar con esto porque Gabriel lo iba pasando muy mal. Fue una amenaza para empezar y despu¨¦s siguieron otras", subrayaba Morales, indignado al recordar el tono "dictatorial" de Mart¨ªnez. Adem¨¢s, en su improvisada declaraci¨®n junto a la parroquia, Morales dijo que el arzobispo reconoci¨® durante la reuni¨®n haber recibido varias cartas de las monjas de Albu?ol pidiendo el traslado de Gabriel y denunciando que el cura alojaba a inmigrantes senegaleses en su casas, aunque asegur¨® que no hab¨ªan pesado en su decisi¨®n.
"Al final la reuni¨®n s¨®lo sirvi¨® para que dejaran en paz a Gabriel, al que han acosado, y para que negoci¨¢semos qui¨¦n iba a ser el cura que vendr¨ªa al pueblo. En principio ten¨ªan pensado elegir uno estricto y m¨¢s mayor. Al menos ha venido Manuel Espa?a, que no pertenece a esa vieja guardia de elefantes que hay en la Iglesia. Ya Gabriel nos dijo que era un hombre humilde y una buena persona, as¨ª que algo es algo", concluy¨® Daniel Morales.
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