Mohamed VI sopesa a qui¨¦n designar¨¢ como nuevo primer ministro de Marruecos
Los islamistas aseguran que sacaron m¨¢s votos pero menos esca?os que el partido vencedor
Ahora le toca al rey Mohamed VI. Es el monarca alau¨ª quien debe designar a un primer ministro que formar¨¢ el pr¨®ximo Gobierno de Marruecos. En la clase pol¨ªtica y en las redacciones de la prensa se daba por probable que elija a uno de los j¨®venes tenores del nacionalista Istiqlal (Independencia), el partido con mayor representaci¨®n parlamentaria, para poner en pie un Ejecutivo respaldado por la misma coalici¨®n heterog¨¦nea que en la anterior legislatura. "Pero nadie sabe lo que su majestad puede tener en mente", advert¨ªa el director de una revista, que no exclu¨ªa sorpresas.
Cuarenta y ocho horas despu¨¦s del cierre de los colegios electorales, el Ministerio del Interior no hab¨ªa dado a conocer a¨²n el reparto de los sufragios en las elecciones legislativas del viernes, que se caracterizaron por una abstenci¨®n masiva del 63% y un 19% de votos nulos o blancos.
A la indiferencia ante las urnas se a?adi¨® acaso el miedo a lo desconocido y tal vez el desencanto en la ¨®rbita de los radicales ante la tibieza de las posiciones de la ¨²nica formaci¨®n islamista. Lo cierto es que, contra todo pron¨®stico, ¨¦sta no barri¨® del Parlamento a la clase politica tradicional.
Los islamistas moderados del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) no cosecharon los 70 diputados que su l¨ªder, Saad el Othmani, lleg¨® a vaticinar. Tuvieron que conformarse con 47, cinco m¨¢s que en la anterior legislatura. "Somos, sin embargo, los m¨¢s votados", repet¨ªa para consolarse Othmani. El sistema electoral, que prima en esca?os a las ¨¢reas rurales y favorece el fraccionamiento del hemiciclo, propici¨® una victoria del nacionalista Istiqlal.
Cuando tom¨® conciencia de la modestia de su avance, el PJD empez¨® por denunciar la utilizaci¨®n del dinero para la compra de votos por el Istiqlal y la ineptitud del Ministerio del Interior a la hora de combatir esa plaga. Jamaa Moatassim, el coordinador de su campa?a, fue ayer m¨¢s lejos: "La Administraci¨®n nos ha quitado al menos dos esca?os en la lista nacional de mujeres" para que los ex comunistas tuvieran el m¨ªnimo necesario para sacar tambi¨¦n diputadas.
M¨¢s a¨²n que la distribuci¨®n de esca?os, es esa lista de 30 mujeres, elegidas a la proporcional en una circunscripci¨®n que abarca todo Marruecos, la que permite medir la correlaci¨®n de fuerzas. El PJD logr¨® que siete de sus candidatas fuesen elegidas, la mayor¨ªa relativa, y asegura que "sin manipulaci¨®n administrativa" hubiese obtenido dos o tres esca?os m¨¢s. En total, 34 mujeres entrar¨¢n en el hemiciclo.
Los observadores internacionales que supervisaron las elecciones por cuenta del National Democratic Institute (NDI), vinculado al Partido Dem¨®crata de EE UU, resaltaron en un comunicado "la estricta transparencia y la profesionalidad" del proceso electoral. La baja participaci¨®n subraya "la necesidad de seguir trabajando para consolidar la democracia representativa", a?adieron.
El grupo, compuesto por 50 observadores, no era lo suficientemente numeroso para hacerse una idea de lo sucedido en las 38.000 mesas electorales ni durante los recuentos. Dentro de unos d¨ªas se publicar¨¢ una valoraci¨®n m¨¢s exhaustiva de las legislativas elaborada por decenas de ONG marroqu¨ªes que dispusieron de 3.000 observadores sobre el terreno.
Mohamed VI prometi¨®, en un discurso pronunciado en 2004, que el pr¨®ximo jefe de Gobierno emanar¨ªa del Parlamento. Dos a?os antes sorprendi¨® al quebrar la norma instaurada por su padre Hassan II y nombrar a Driss Jettu, un empresario que no era diputado y carec¨ªa de adscripci¨®n pol¨ªtica. A¨²n as¨ª recibi¨® la investidura.
Abbas el Fassi, el secretario general del partido ganador, dej¨® ayer mismo claro que ¨¦l y sus aliados tradicionales (socialistas y ex comunistas) se iban a "concertar para adoptar una posici¨®n com¨²n ante la formaci¨®n del nuevo Gobierno". El Istiqlal aspira a dirigirlo. Estas tres formaciones fueron el eje de la anterior coalici¨®n gubernamental, de la que tambi¨¦n formaban parte el Movimiento Popular (berberisco) y un partido de notables, la Reagrupaci¨®n Nacional de Independientes. Juntos poseen 186 esca?os, el 57% del hemiciclo.
Si el monarca opta por elegir a su primer ministro en el Istiqlal ¨¦ste no ser¨¢ Abbas el Fassi, un pol¨ªtico pret¨¦rito elegido por los pelos en Larache con 4.000 sufragios frente a los 22.000 del PJD. Los hombres que m¨¢s suenan para la jefatura del Gobierno son Adil Douiri, de 43 a?os, ministro de Turismo, y Karim Ghellab, de 41 a?os, de Transportes. ?ste acompa?¨® al rey en la inauguraci¨®n de varias obras en los d¨ªas previos a las votaciones. Ambos son ingenieros de Caminos formados en Par¨ªs.
Fuad Ali Himma, que hasta principios de agosto fue el brazo derecho del rey, no ser¨¢ el primer ministro pese a haber ganado por goleada su esca?o de diputado. El monarca le castig¨® inst¨¢ndole a dimitir el mes pasado de su cargo y a presentarse a las elecciones por Benguerir, una peque?a ciudad cercana a Marrakech de la que es originario. El rey propici¨® esa renuncia tras ser informado de un incidente en la frontera de Ceuta, el 4 de agosto, protagonizado por su hombre de confianza.
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