Gran gincana
Estreno de la novena edici¨®n de Gran Hermano (Tele 5). Ya no se pretende que sea un laboratorio sociol¨®gico, un escrutinio de conductas. Hay 63 c¨¢maras para retratar un juego. Es un juego retorcido, y los retorcimientos los introducen, antes de empezar, los guionistas, no fuera que los concursantes no dieran la talla y no pusieran el engrudo suficiente. Casa menguante, b¨²squeda de enredos preliminares entre concursantes, etc¨¦tera. En definitiva, una gincana.
No todo fue casting para escoger el reparto. A algunos concursantes los fueron a buscar expresamente. Han invitado al amor secreto de una chica. Tambi¨¦n as¨ª han logrado tener encerradas en la casa a dos hermanastras que no se conoc¨ªan. A pesar de la ocurrencia, el encuentro tuvo una temperatura muy baja, casi de congelaci¨®n. Fue el primer desmentido a las promesas de continua emoci¨®n y acontecimiento. Mercedes Mil¨¢, tras contemplar la citada escena, s¨®lo tuvo un comentario: recriminar a una de ellas sus ganas de fumar. Tambi¨¦n hay dos gemelas que han de confundir, altern¨¢ndose en la casa, a los chicos. El personal llega al plat¨® muy resabiado. Desde casi el primer minuto, se introdujeron pruebas para intentar que no se asiente el tedio.
Quien quiera sociolog¨ªa es mejor que vaya a donde la dan. En Canal de Historia (Digital +), explican la historia de la esposa, un concepto marginal en el relato hist¨®rico tradicional. No fue un programa muy elaborado en lo visual. Entrevistas y muestrario de la iconograf¨ªa disponible. Pero la raci¨®n de ideas era suministrada con generosidad.
El matrimonio como contrato entre familias. El castigo asim¨¦trico de la infidelidad en el marido y la mujer. La aparici¨®n de la dama en el ajedrez como s¨ªntoma de un cambio en el papel de la mujer. La edad en que las distintas ¨¦pocas empiezan a hablar de solteronas: 20 a?os en el medievo. La sexualidad oculta en la revoluci¨®n francesa: un tercio de las mujeres se quedaban embarazadas antes del matrimonio. Hasta 1970, en Estados Unidos, no estaba tipificada la violaci¨®n de la esposa... En fin, otra tele.
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