El escudo de Petraeus
En su esperado, preparado y filtrado informe, el general David Petraeus, jefe de las fuerzas americanas en Irak, ha optado por una propuesta de m¨ªnimos: una paulatina pero modesta reducci¨®n de las tropas para volver en un a?o a los niveles anteriores a los ¨²ltimos refuerzos, es decir, a los 130.000 soldados desplegados en enero. De seguirse su recomendaci¨®n, significar¨¢ que cuando se celebren las elecciones presidenciales en EE UU en noviembre de 2008 la guerra seguir¨¢, y habr¨¢ m¨¢s de 100.000 efectivos americanos en el pa¨ªs mesopot¨¢mico, una herencia envenenada para el pr¨®ximo presidente.
La comparecencia en el Congreso de Petraeus ha coincidido con el sexto aniversario del 11-S, y ha venido precedida de un propagand¨ªstico viaje de Bush a Al Anbar, la provincia iraqu¨ª aparente y moment¨¢neamente pacificada. Aunque en un tono militar poco triunfalista, el general ha presentado un mensaje pol¨ªtico que m¨¢s le hubiera correspondido a su compa?ero ponente, el embajador en Bagdad, Ryan Crocker, quien ech¨® la culpa de lo ocurrido a Sadam Husein y no a los errores de la invasi¨®n. El diplom¨¢tico asegur¨® que "se han plantado semillas de la reconciliaci¨®n", pero el Gobierno iraqu¨ª no es capaz de asumir casi ninguna funci¨®n b¨¢sica y el pa¨ªs vive varias guerras civiles simult¨¢neas.
Para Petraeus, el objetivo buscado con el incremento de otros 30.000 soldados en el despliegue americano ha sido conseguido en parte con un incremento de la seguridad; interrumpirlo ser¨ªa contraproducente. No habl¨® de alternativas, aunque tampoco de "victoria". Este informe es el escudo perfecto para que Bush defienda su guerra, logre m¨¢s fondos del Congreso y ponga en aprietos a unos dem¨®cratas esc¨¦pticos ante lo que han o¨ªdo, pero que se muestran m¨¢s dispuestos a criticar abiertamente al presidente y a su pol¨ªtica que al general, que no se ha atrevido a hacer vaticinios m¨¢s all¨¢ del pr¨®ximo verano.
Petraeus ha venido a afirmar que no hab¨ªa cambio de misi¨®n -asegurar la seguridad de los iraqu¨ªes- ni de estrategia. Pero s¨ª de medios, pues se van a reducir las tropas. Es algo inevitable, ya que est¨¢n desplegadas al l¨ªmite de sus posibilidades, con rotaciones de las unidades cada 15 meses. La retirada gradual est¨¢ en l¨ªnea con lo que pide el establishment militar americano, temeroso de no disponer de fuerzas suficientes para hacer frente a otras guerras o desaf¨ªos. Pero el mensaje m¨¢s claro es que la guerra seguir¨¢, y ya se ver¨¢ qu¨¦ hacer dentro de un a?o. No obstante, a partir del informe de Petraeus, el debate pol¨ªtico en EE UU no deber¨ªa girar ya sobre una retirada de Irak, sino sobre cu¨¢ndo y a qu¨¦ ritmo debe producirse.
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