Sanidad hace un nuevo intento para tener un registro de personas con VIH
Las ONG de afectados niegan su apoyo al borrador del plan que les ha enviado el ministerio
2015 es el nuevo plazo que se da el Ministerio de Sanidad para saber cu¨¢ntas personas tienen el VIH o cu¨¢ntas lo adquieren cada a?o. Veintis¨¦is a?os despu¨¦s del primer caso, este objetivo es uno de los pocos concretos del borrador del Plan Multisectorial frente a la Infecci¨®n por VIH y el Sida que se ha enviado a las ONG. ?stas ya han manifestado su rechazo. "Lamentablemente, no lo podemos apoyar", afirma la Coordinadora Estatal de VIH/Sida (Cesida), la mayor confederaci¨®n del sector. "No puede ser considerado un plan de acci¨®n", a?ade Red2002, la segunda agrupaci¨®n de ONG del pa¨ªs.
El texto, que debe ultimarse en octubre, sustituye al que venci¨® en 2005 sin que el Plan Nacional sobre el Sida presentara una alternativa. Este desfase muestra la "autocomplacencia" con que Sanidad aborda el tema, seg¨²n Cesida. El documento hace un an¨¢lisis de la situaci¨®n de la epidemia en Espa?a. El borrador y sus cr¨ªticas se resumen a continuaci¨®n.
- Plazos. El plan abarca un periodo (2008-2015) que las ONG consideran demasiado amplio. No hay puntos intermedios de evaluaci¨®n, ni par¨¢metros que permitan reaccionar si no se van a conseguir los objetivos. La secretaria del Plan Nacional sobre el Sida, Teresa Robledo (nombrada el 25 de enero), advirti¨® ayer que los indicadores se elaborar¨¢n m¨¢s adelante. Mientras tanto, las asociaciones no dudan, con iron¨ªa, en que la vaguedad de sus objetivos -"incrementar", "potenciar", "desarrollar" o "promover"- lo pone f¨¢cil. Esta generalidad es buscada en el borrador, ya que, adem¨¢s, hay que tener en cuenta el papel futuro de las comunidades aut¨®nomas, dijo Robledo. "Estamos estudiando las cr¨ªticas y se incorporar¨¢n las que se puedan", insisti¨®.
- Registro. El primer paso para actuar contra un riesgo es conocer su alcance. Hasta la fecha, s¨®lo Baleares, Canarias, Catalu?a, Extremadura, Navarra, Pa¨ªs Vasco y La Rioja y Ceuta tienen un registro de infectados por VIH. Representan el 32% de la poblaci¨®n, y sirven para tomar las medidas. Los intentos de Sanidad de crear un registro nacional han chocado con la oposici¨®n de algunas ONG, temerosas de que la informaci¨®n trascienda y se haga p¨²blica. Una situaci¨®n que podr¨ªa contribuir a la discriminaci¨®n de los afectados. Para Robledo, obtener este registro es un "objetivo fundamental", pero depende del conflicto jur¨ªdico presentado por algunas ONG.
- Prevenci¨®n. El cap¨ªtulo llamado Prevenci¨®n positiva es de los que m¨¢s cr¨ªticas ha concitado entre las ONG. Se centra en que las personas que saben que tienen el VIH eviten su transmisi¨®n, lo que, para las asociaciones, supone cargar las tintas en s¨®lo una de las dos partes de una pareja, con los correspondientes sentimientos de culpa y de exclusi¨®n. En la misma l¨ªnea, las ONG critican que en un apartado titule con la "banalizaci¨®n" de la infecci¨®n entre los gays, o que se considere un avance hacia la igualdad que aumente la incidencia en mujeres y de que se hable de promover la prueba del sida sin medios para que haya una asesor¨ªa antes y despu¨¦s del resultado.
- 'Grupos de riesgo'. El trabajo recupera, con otro nombre -"subgrupos que requieren actividades espec¨ªficas"-, la idea de los llamados grupos de riesgo: homosexuales, prostitutas, usuarios de drogas e inmigrantes merecen cap¨ªtulos aparte. En cambio, no hay un apartado para los hombres heterosexuales, que son una v¨ªa clave de transmisi¨®n.
- Profilaxis pre y post exposici¨®n. Estas actuaciones consisten en facilitar c¨®cteles de f¨¢rmacos a quienes se han expuesto o saben que se van a exponer a una pr¨¢ctica de riesgo, desde personal sanitario a prostitutas o parejas de personas con VIH. Su menci¨®n es uno de los aspectos positivos del documento.
- Vacunas y microbicidas. A las ONG les llama la atenci¨®n -y decepciona- que un ministerio que se presenta como "el de la investigaci¨®n" s¨®lo dedique un p¨¢rrafo a estos dos temas, que ser¨¢n claves para frenar la expansi¨®n del virus.
- Estigma. Tras el estudio de 2005 auspiciado por el Plan Nacional contra el Sida que pon¨ªa de manifiesto los problemas sociales para la integraci¨®n de las personas con VIH, como dificultad para conseguir una vivienda o un trabajo, el plan no va m¨¢s all¨¢ de recomendaciones generales para luchar contra estos impedimentos, sin proponer medidas concretas. Tampoco apuesta por generalizar la atenci¨®n psiqui¨¢trica o de los trastornos de la imagen corporal debidos a la medicaci¨®n (lipodistrofia), que quedan a expensas de cada comunidad.
3.000 infecciones al a?o
El dato se ha repetido tanto, que para algunos veteranos activistas es casi un chiste. "Llevamos a?os oyendo que cada a?o se producen 3.000 nuevas infecciones por VIH en Espa?a", afirma H¨¦ctor Anabitarte, uno de los pioneros en el movimiento asociativo.La frase ser¨ªa c¨®mica si no escondiera una situaci¨®n dram¨¢tica: en m¨¢s de 25 a?os de epidemia, ni el Ministerio de Sanidad como coordinador estatal, ni las comunidades auton¨®micas como responsables directas, han sido capaces de afinar m¨¢s los datos estatales. Los n¨²meros que se usan son una extrapolaci¨®n a partir de siete comunidades m¨¢s Ceuta [ver gr¨¢fico], que tienen un registro de infectados y agrupan al 32% de la poblaci¨®n.Con esos datos, tambi¨¦n hace m¨¢s de cinco a?os que el Plan Nacional sobre el Sida repite siempre los mismos n¨²meros: en Espa?a hay entre 120.000 y 150.000 personas que viven con el VIH, de las que hasta un 30% no lo sabe, lo que les impide recibir tratamiento y los convierte en vector involuntario de transmisi¨®n.Con el mismo rigor se atribuyen al sida -el estado m¨¢s avanzado de la infecci¨®n, cuando el sistema inmunitario se deteriora- unas 1.600 muertes anuales. En este caso, el margen de error no se debe a falta de datos -cada defunci¨®n va acompa?ada de un certificado que indica el motivo-. Es la forma en que ese apartado se rellena la que causa recelo entre las ONG de afectados. Esos 1.600 fallecimientos son exactamente los que se atribuyen al sida en el certificado de defunci¨®n, pero las organizaciones calculan que son muchos m¨¢s. Algunas muertes por hepatitis, neumon¨ªa, tuberculosis o dolencias cardiovasculares son consecuencia directa del VIH, por lo que las ONG piden que se contabilicen como tales.
450 millones en antivirales
Cuando las defensas de una persona con VIH bajan a un determinado nivel (entre 200 y 350 copias de un tipo de gl¨®bulo blanco llamado CD4 por mililitro de sangre), o cuando empieza a sufrir infecciones oportunistas -desde neumon¨ªa a tuberculosis, pasando sarcoma de Kaposi (un tipo de c¨¢ncer causado por un virus), hongos o toxoplasma- debe empezar a tomar las car¨ªsimas medicaciones contra el VIH que se facilitan en Espa?a. La persona no desembolsa ni un euro -son f¨¢rmacos que se recogen gratis en los hospitales-, pero el bolsillo de las Administraciones se resiente: en total, 450 millones de euros anuales s¨®lo en antivirales.Pero lo habitual es que una persona con sida necesite otro tipo de tratamientos: desde antibi¨®ticos a protectores g¨¢stricos, pasando por medicamentos para la tuberculosis o contra los hongos. Se calcula que con esos f¨¢rmacos -que en gran parte s¨ª pagan los enfermos-, m¨¢s los an¨¢lisis e ingresos hospitalarios, la factura llega al doble, unos 900 millones de euros en un a?o.En el extremo opuesto est¨¢ la prevenci¨®n. Las partidas destinadas a evitar la transmisi¨®n, desde el reparto de preservativos a las campa?as informativas, representaron en 2005 apenas 25 millones, seg¨²n el borrador del Plan multisectorial frente a la infecci¨®n por VIH y sida.Las cifras bajan a la hora de evaluar el apoyo social, reconocido como una de las claves en la lucha contra el estigma asociado a la enfermedad. El documento s¨®lo da la cifra de subvenciones a las ONG (6,2 millones). Y no son los peor parados. Para investigaci¨®n se dedican 4,2 millones.
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