Hans Ruesch, escritor
Piloto, aventurero y el autor suizo m¨¢s le¨ªdo
La muerte del escritor suizo Hans Ruesch ha causado m¨¢s inter¨¦s en el mundo anglosaj¨®n o Alemania que en su pa¨ªs de origen. De hecho, la noticia de su deceso a los 94 a?os el pasado lunes 27 de agosto ha pasado casi inadvertida en los medios de comunicaci¨®n helv¨¦ticos, quienes se limitaron a comentar que "a pesar de ser el autor suizo de m¨¢s ¨¦xito internacional, en su pa¨ªs fue virtualmente un desconocido". Y, sin embargo, Ruesch fue un personaje notable, con una aut¨¦ntica "vida de pel¨ªcula".
Ruesch se apasion¨® por la arqueolog¨ªa, llegando a trabajar en el sitio de Pompeya antes de realizar un largo viaje que le llevar¨ªa a descubrir ?frica y su pasi¨®n por la f¨®rmula 1. A los 19 a?os abandon¨® la Universidad de Z¨²rich para dedicarse a las carreras de coches en las que se alzar¨ªa con 27 victorias al volante de b¨®lidos Alfa Romeo y Maseratti, incluido el Gran Premio de Gran Breta?a en 1936.
Al a?o siguiente public¨® su primer libro, ambientado en el mundo de la f¨®rmula 1, The racer (El corredor), que ser¨ªa llevado al cine en 1955 por Henry Hathaway y protagonizada por Kirk Douglas. En 1953 retom¨® el automovilismo en una carrera en Italia que le enfrent¨® a Fangio.
Su estilo, definido como "cercano al de Jack London", le llev¨® a escribir en 1950 la que ser¨ªa su obra cumbre, vendida en m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares s¨®lo en EE UU Top of the world. La novela fue adaptada por Nicholas Ray en una pel¨ªcula protagonizada por Peter O'Toole y Anthony Quinn. Ruesch era un pol¨ªglota consumado, capaz de escribir tanto en italiano, como en alem¨¢n, franc¨¦s o ingl¨¦s.
Pero a¨²n habr¨ªa una vuelta de tuerca m¨¢s en una vida tan intensa. La que le llevar¨ªa en los a?os setenta a convertirse en un ferviente defensor de los derechos de los animales y enemigo de la industria farmac¨¦utica. En 1976 y 2006 public¨® en Italia dos libros que har¨ªan sensaci¨®n: La emperatriz desnuda, o el gran fraude m¨¦dico y La hija de la emperatriz. Denunciaba la experimentaci¨®n en animales, la industria farmac¨¦utica y el sistema m¨¦dico, "que acepta la vivisecci¨®n aun a sabiendas de su inutilidad". Seg¨²n la prensa helv¨¦tica, la ignorancia de la obra de Ruesch en su pa¨ªs estar¨ªa causada por un boicot motivado en su "guerra" contra la todopoderosa industria farmac¨¦utica, que tiene en Basilea, Suiza, su cuartel general mundial. En particular, por su libro La historia de la farmacia (1982), y en el que denuncia la existencia de numerosos f¨¢rmacos nocivos o mortales que seguir¨ªan siendo vendidos sin problemas en el mundo entero.
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