"La rabia que genera la inmigraci¨®n estalla en todas partes"
Un juez retirado y hura?o, su nieta adolescente y el humilde cocinero que les sirve habitan una casona desvencijada y aislada al pie de la cordillera del Himalaya, en la regi¨®n india de Kanchenjunga. Corren los a?os ochenta y el movimiento nacionalista reclama un Estado propio y se nutre de ni?os soldado que saquean la zona. Al otro lado del mundo, Binja, el hijo del cocinero, sobrevive en los oscuros s¨®tanos de los que se alimenta la ciudad de Nueva York a base de inmigraci¨®n.
Sumergida en la historia de estos personajes y sus alrededores ha vivido durante ocho a?os la autora de El legado de la p¨¦rdida (Salamandra), Kiran Desai (India, 1971). En las p¨¢ginas de su novela hay espacio para el amor rom¨¢ntico, para la iron¨ªa, para el agrio rencor del inmigrante regresado, para la ropa interior de Marks & Spencer -entendida como incuestionable s¨ªmbolo anglosaj¨®n- o para el recuerdo de aquel idilio pasajero que vivieron la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica y la India, con plan espacial incluido.
"Se anuncia un nuevo mundo, pero la pobreza es ancestral y las formas de hacer negocio son las mismas de siempre"
En Brooklyn, en varias casas compartidas, Desai fragu¨®, desbord¨® y reencauz¨® el manuscrito de esta su segunda novela (la primera fue Alboroto en el guayabal). Con ella se convirti¨®, el a?o pasado en el Reino Unido, en la ganadora m¨¢s joven del Premio Man Booker, el mismo galard¨®n al que su madre, la tambi¨¦n escritora india Anita Desai, ha estado nominada seis veces. Desde Italia, en la primera etapa del viaje europeo de promoci¨®n de su novela, Kiran responde al tel¨¦fono con dulce entusiasmo.
PREGUNTA. ?Qu¨¦ distintas lecturas siente que ha tenido su novela en los tres pa¨ªses que aparecen en ella, Reino Unido, India y Estados Unidos?
RESPUESTA. En el Reino Unido est¨¢n acostumbrados a un retrato m¨¢s dulce de la India, como el que hice en mi primera novela, as¨ª que ¨¦sta era dif¨ªcil de publicar all¨ª. Al fin, la lectura que han hecho, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, se ha centrado en el tema de la inmigraci¨®n. Un asunto que presenta el lado m¨¢s c¨ªnico de un pa¨ªs. La rabia que genera la inmigraci¨®n estalla en todas partes. En la India han entendido el libro desde su propio contexto. Su foco de atenci¨®n es otro completamente distinto, es el de los que sienten esa rabia.
P. La novela ha generado mucha pol¨¦mica en la regi¨®n donde est¨¢ situada.
R. Voy cada a?o a la India y tuve que visitar el pa¨ªs cuando escrib¨ªa esta novela. Si quer¨ªa hablar del pa¨ªs ten¨ªa que ir, pero ya no puedo visitar esa regi¨®n. Mi t¨ªa que vive all¨ª fue acosada. El libro trataba de interpretar una situaci¨®n farragosa. Intent¨¦ mostrar las distintas partes del conflicto.
P. ?No lo creyeron acertado?
R. All¨ª lo ¨²nico que se han preguntado es c¨®mo estaban representados en la novela. Brodsky hablaba de la isla del escritor. La ¨²nica manera que uno tiene de luchar es individualmente. Pienso que la ficci¨®n es una representaci¨®n singular. El personaje de Gyan es s¨®lo Gyan, no un estereotipo. ?ste es el lado humano de la ficci¨®n.
P. El nacionalismo parece ser en la novela refugio de frustraciones personales.
R. La gente se siente atacada y entonces estrechan su sentido de identidad. En los Estados hay una lealtad disminuida, una identidad m¨¢s confusa, que no responde al deseo desesperado de tener una identidad nacional. Esto es en parte de lo que se alimenta el fundamentalismo hind¨². Es algo aterrador.
P. El resentimiento, o la rabia, que antes mencionaba parece ser un elemento com¨²n entre los personajes que emigraron.
R. Es que todo el mundo siente rabia y cierta verg¨¹enza. Cuando emigras necesitas definirte, explicarte exactamente qui¨¦n eres, qu¨¦ significa tu pa¨ªs fuera del contexto.
P. Usted ha vivido fuera de la India desde los 14 a?os. ?A¨²n le ocurre?
R. La rabia sigue. Que yo viniera ahora a Italia ha supuesto un esfuerzo inmenso, porque necesitaba un visado. Los tr¨¢mites han sido complicados e infinitos. Esto me enfada y me deprime. Es una pesadilla. Exiliados y extranjeros, ?qu¨¦ significa? Incluso en la India el problema se reproduce con la llegada de gente de Bangladesh que pasa por lo mismo que los inmigrantes de todo el mundo.
P. Uno de los personajes habla de "neurosis colonial" y se pregunta por qu¨¦ no escribe del lugar en el que vive ahora. ?No pens¨® en situar toda la novela en Estados Unidos?
R. No escribo sobre el presente porque no podr¨ªa sostener la trama. Para hablar de verg¨¹enza y rabia necesitaba volver atr¨¢s varias generaciones. V. S. Naipaul s¨®lo en uno de sus libros trata sobre su vida en el Reino Unido, el pa¨ªs donde lleva viviendo casi toda la vida.
P. Sit¨²a la novela en 1986, pero la historia abarca mucho m¨¢s.
R. Hablo sobre la era poscolonial de los ochenta. Se anuncia un nuevo mundo, pero la pobreza es ancestral y las formas de hacer negocio son las mismas de siempre. Mi argumento puede ser trasladado atr¨¢s en el tiempo o llevado al futuro. Me arrepiento de no haberme sumergido m¨¢s en el presente. Me qued¨¦ en el medio, pero la historia puede estirarse en ambas direcciones.
P. ?Pens¨® en hacerlo?
R. La historia forz¨® la estructura y el arco temporal. Hubo un punto en el que tuve que decidir entre repartir la novela en varios libros o moverme atr¨¢s y adelante. El esquema hist¨®rico une diferentes tiempos y lugares. Fue bastante complicado. Cort¨¦ y edit¨¦ mucho. A lo mejor era necesario que rebasara el l¨ªmite y luego acortase.
P. Asisti¨® a un curso de escritura creativa durante dos a?os. ?Qu¨¦ aprendi¨®?
R. Las clases te ayudan a ganar confianza, pero lo que te ense?an al final no debe servirte. Cuando est¨¢s all¨ª tiendes a escribir buscando la aprobaci¨®n del grupo y pierdes individualidad. Aprendes a hacer piezas muy pulidas sin originalidad ni sentimiento de extra?eza. Hubo un tiempo en que se celebraba ese tipo de extra?eza en la escritura, el tiempo de Flannery O'Connor.
P. A menudo enfatiza el hecho de no frecuentar c¨ªrculos literarios, pero creci¨® con ello en casa.
R. S¨ª, no he tenido que buscarlo fuera. No ten¨ªa que ense?¨¢rselo a otros autores porque ten¨ªa a mi madre.
P. ?Le preocupa que la comparen con ella?
R. No, en absoluto. Probablemente, gracias a la extraordinaria relaci¨®n que tengo con ella. Le dediqu¨¦ el libro por lo mucho que le debo. Me siento cercana a su forma de trabajar, consciente de la falta de sentimentalismo que tiene su obra y de su territorio emocional. Hablas a Occidente y a Oriente. Sufres por los dos, est¨¢s en ambos lados del tablero. Estos temas aparecen todo el tiempo en nuestras lecturas y conversaciones.
P. Se fueron juntas de la India. ?C¨®mo fue su primer viaje al Reino Unido?
R. Ella buscaba alguna pr¨¢ctica docente que le permitiera seguir escribiendo. Yo era la peque?a, as¨ª que me fui con ella. Mis hermanos se quedaron con mi padre. Juntas descubrimos lo que significa convertirse en individuo, encontrar la privacidad y el espacio personal. Con el paso del tiempo llegas a comprender lo que has dejado atr¨¢s, pero pierdes cierto sentido de inconsciencia, la habilidad para contar peque?as experiencias.
P. ?Qu¨¦ piensa ella del Premio Man Booker?
R. Est¨¢ muy contenta de que lo haya ganado. Ha visto c¨®mo he pasado estos ocho a?os escribiendo, inmersa en un proceso del que no sabes qu¨¦ va a salir. Est¨¢ encantada porque sabe que ahora mi vida ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil.
P. Ha pasado ocho a?os inmersa en esta novela. ?C¨®mo se siente ahora que se ha despegado?
R. ?Llevo casi dos hablando sobre ella! Es una aut¨¦ntica locura. Intento empezar una historia nueva. Pero esta novela me ha cambiado. El trabajo te cambia. Te define la misma historia que eliges contar. Hablar del libro te descubre lados desconocidos. Empiezas a ver todo desde fuera.
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