Todo a cien
Los espa?oles tenemos una cultura muy bien asentada que culpabiliza al Gobierno de todos nuestros males pero que recurre al mismo Gobierno para que pague nuestros regalos. Nunca hay responsabilidad civil ni, mucho menos, nadie recuenta que el Gobierno paga gracias a nuestros impuestos. Si llueve, "porco goberno". Si necesitamos un paraguas, "que lo pague el Gobierno".
Y como los pol¨ªticos al uso saben de nuestro aliento gubernamental, pues han encontrado la f¨®rmula maravillosa para tenernos contentos: Montar una tienda de Todo a Cien, en la que cabe desde un tratamiento bucodental para el ni?o hasta un estatuto auton¨®mico a la carta o sembrar de alegr¨ªa huertana la balanza de pagos. ?Paga el Gobierno de Espa?a!
?Hay alguien que dude que en estos momentos el poder es el objetivo final de tanto regalo? Se hacen regalos para ganar las elecciones, no gano las elecciones para hacer programas. No tengo duda alguna de la capacidad de Juan Costa para entramar un buen programa pol¨ªtico para el PP de 2008. Pero tengo dudas de si caer¨¢ en la tentaci¨®n de montar una tienda para que Rajoy salga haciendo mejores regalos que Rodr¨ªguez Zapatero, cosa harto dif¨ªcil. La respuesta quiz¨¢ est¨¢ en que Costa puede ser quien administre en un futuro la caja de un posible gobierno Rajoy y a Pedro Solbes se la trae al pairo la tienda de chinos que se ha montado su presidente porque no quiere volver a ser ministro. Costa no le dejar¨¢ hacer muchos regalos a Rajoy si no hay fondos para ello, mientras Solbes simplemente dice que "es imposible" y se deja llevar por el aparente sopor que lo define.
Y como en una tienda de Todo a Cien hay de todo. De todo se encuentra y nadie es capaz de explicar c¨®mo ganan dinero esos chinos para vivir cien del mismo negocio que est¨¢ abierto todo el d¨ªa siete d¨ªas a la semana. ?No les afecta la crisis? ?No hay normativa municipal, comercial o bancaria que les demuestre el balance imposible de sus cuentas? Nada de nada. La gente reniega de los chinos, pero a los chinos acude a comprar lo que no encuentra en otros sitios. Todo a Cien. Con cuatro suspensos pasa uno de curso y la familia contenta. Adem¨¢s, saber que la tienda est¨¢ abierta todo el tiempo (al menos hasta el 9 de marzo) genera confianza, cueste lo que cueste.
En la crisis de 1973 los gobiernos franquistas no pod¨ªan consentir que el personal se sintiera inc¨®modo con su bolsillo. Y mientras Europa entera apagaba las calefacciones y dejaba el coche en casa para no gastar petr¨®leo, aqu¨ª ¨¦ramos los reyes del mambo. En los ochenta arranc¨® con un exceso de confianza (?recuerdan los 800.000 puestos de trabajo?), pero el sentido com¨²n de Boyer y Solchaga puso las cosas en su sitio. Y en la crisis de los noventa el pragmatismo se puso sobre el Todo a Cien que exig¨ªan los regalistas del agit-prop. Por eso las ¨²ltimas crisis se superaron con comodidad.
Ahora el 70% de los espa?oles est¨¢n pesimistas. Curiosamente menos en la izquierda que en la derecha. Cuanto m¨¢s a la izquierda m¨¢s desconf¨ªan de Solbes y m¨¢s creen en los regalos. Entienden que el Estado del bienestar debe llegar hasta pagar el parking de El Corte Ingl¨¦s. Y todo sin impuestos, por supuesto. Es tan psicod¨¦lica la situaci¨®n pol¨ªtica de esta naci¨®n de naciones que la derecha pide que los dineros p¨²blicos vayan a inversiones, mientras la izquierda utiliza el sobrante de caja para puro gasto.
El concepto de que un Gobierno es una tienda de Todo a Cien para ganar elecciones modifica hasta el valor pol¨ªtico de la propia Administraci¨®n. Los ayuntamientos y autonom¨ªas socialistas impusieron como doctrina que endeudarse a tope era sano y progresista si el resultado eran inversiones que redundaban en beneficio del ciudadano. Eran las administraciones del PP quienes criticaban al gobierno municipal y auton¨®mico cuando se pasaba del porcentaje l¨ªmite. Ahora el PSOE administra gasto y la Generalitat, por ejemplo, se ha metido en una superoperaci¨®n de 570 millones de euros con el Banco Europeo de Inversiones para pagar colegios, carreteras y trenes. El mundo al rev¨¦s.
(*)www.jesusmontesinos.es
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