Osama el antiglobalizador
Bin Laden culpa colectivamente a los estadounidenses por la reelecci¨®n de Bush
onoce a tu enemigo es una recomendaci¨®n tan vieja como la guerra. En este sentido, la lectura y an¨¢lisis de los comunicados de terroristas son necesarios. El largo mensaje le¨ªdo por Osama Bin Laden en el v¨ªdeo difundido el 8 de septiembre, en v¨ªsperas del sexto aniversario del 11-S, es distinto a otros anteriores o al siguiente. No s¨®lo porque signific¨® su reaparici¨®n ante una c¨¢mara al cabo de casi tres a?os y demostr¨® que sigue vivo, sino porque se trata de un texto dirigido al "pueblo americano" y por extensi¨®n a Occidente.
Con ¨¦l, Bin Laden se presenta como un cr¨ªtico de "la globalizaci¨®n". Al Qaeda, sin embargo, es hija de la globalizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n, de los transportes y de las ideolog¨ªas, aunque sean minoritarias. La soluci¨®n que propone para todos los males no puede ser m¨¢s globalizante: que todos, los ciudadanos de Estados Unidos, y los del resto del mundo, se conviertan al islam.
"Nuestros intereses se solapan con los de las grandes corporaciones y los neoconservadores"
El mayor fracaso de Bin Laden es que no haya ca¨ªdo ning¨²n r¨¦gimen en los pa¨ªses ¨¢rabes o musulmanes
Su discurso parece m¨¢s propio de un izquierdista occidental que de un l¨ªder 'yihadista'
Envejecido, pero con la barba te?ida, Bin Laden, que en este a?o de 2007 ha cumplido sus 50, mantiene un discurso que parece m¨¢s propio de un izquierdista occidental que de un l¨ªder yihadista. Incluso cita a Noam Chomsky, "que dijo palabras sobrias de consejo antes de la guerra, pero al l¨ªder de Tejas no le gustan los que dan consejos".
Bin Laden se lanza contra las "grandes corporaciones", con las que, dice, los intereses de Al Qaeda pueden solaparse. Su obsesi¨®n por estas "grandes corporaciones" (citadas 11 veces por el orador) impregna todo el discurso, acus¨¢ndolas de beneficiarse de la guerra. Por querer parar la de Vietnam, "Kennedy fue asesinado, y Al Qaeda no estaba presente entonces", puntualiza.
Aunque no le dio tiempo de hacerse con el ¨²ltimo libro que acaba de publicar Naomi Klein (The shock doctrine), sobre el capitalismo que se nutre de los desastres, Bin Laden, en el fondo, sigue una l¨ªnea argumental que en parte ya marc¨® en su despedida el nada sospechoso de izquierdismo presidente Eisenhower, cuando alert¨® contra el poder excesivo del "complejo industrial-militar". Bin Laden cita tambi¨¦n el libro de ¨¦xito Imperial hubris, de Michael Scheuer, ex jefe de la unidad Bin Laden de la CIA. Y vaticina un pronto colapso del imperio americano, de la misma forma en que se produjo el colapso del sovi¨¦tico gracias a ¨¦l y sus muyahidin, tras la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n. Se olvida de recordar que fueron los norteaamericanos, junto con los saud¨ªes, los que m¨¢s armaron a esos guerrilleros isl¨¢micos contra el invasor sovi¨¦tico.
Dado el esfuerzo de este texto para adaptar su mensaje a la audiencia de Estados Unidos, algunos expertos, como el ex agente de la CIA Mike Baker, citado por The Daily Telegraph, concluyen que este discurso lo ha escrito "Azzam el Americano", Azzam al Amriki, cuyo nombre original es Adam Gadahn, hijo de un jud¨ªo y una cat¨®lica, que est¨¢ al frente de As Sahab, la rama medi¨¢tica de Al Qaeda que act¨²a desde una unidad m¨®vil en alg¨²n lugar entre Afganist¨¢n y Pakist¨¢n. El texto manipula en ocasiones los datos; por ejemplo, respecto a un v¨ªdeo de The Guardian.
Bin Laden parte de que Estados Unidos es "la mayor potencia econ¨®mica, con el m¨¢s poderoso y actualizado arsenal", y la que m¨¢s influye en el mundo. Pero que, a pesar de todo ello, "19 j¨®venes" fueron capaces de "cambiar la direcci¨®n de su comp¨¢s" en aquel "11". Pues, a partir de esa fecha, "muchas de las pol¨ªticas americanas han ca¨ªdo bajo la influencia de los muyahidin". Y "como resultado, la gente descubri¨® la verdad [sobre EE UU], su reputaci¨®n empeor¨®, su prestigio se quebr¨® de forma global y fue sangrado econ¨®micamente, incluso si nuestros intereses se solapan con los de las grandes corporaciones y tambi¨¦n con los neoconservadores, a pesar de las intenciones diferentes". Lo que se puede interpretar como que a ambos, a las grandes empresas que se benefician de la guerra y a los yihadistas, les ha convenido que Estados Unidos cometiera el error de invadir Irak.
Este mensaje del fundador de La Base est¨¢ lleno de referencias a la historia americana. Muestra estar al tanto de lo que ha ocurrido en los ¨²ltimos meses, desde la crisis de las hipotecas basura hasta los tipos de inter¨¦s (recuerda que en el islam no hay impuesto salvo el zakaat, de 2,5%) e incluso el calentamiento global, en el que Bin Laden no se hab¨ªa metido antes, acusando a EE UU de no haber acatado el Protocolo de Kioto. Y cita a Sarkozy y a Brown, lo que indica que sigue la pol¨ªtica internacional. No olvida a las sociedades musulmanas, a la "terrible situaci¨®n de los musulmanes hoy, pues nuestros dirigentes, en general, abandonaron el islam muchas d¨¦cadas atr¨¢s". ?ste era y sigue siendo un objetivo de Bin Laden: que cayeran tales reg¨ªmenes. Al menos de momento, ¨¦se es su mayor fracaso. Ha cambiado el mundo, la br¨²jula, con su "11"; pero no ha logrado que cayera ning¨²n r¨¦gimen en los pa¨ªses ¨¢rabes o musulmanes.
Bin Laden cita a Richard Perle -que avis¨® de que EE UU ten¨ªa que seguir la guerra o afrontar "un holocausto"- para afirmar que "la moralidad y la cultura del holocausto es su cultura, no nuestra cultura; de hecho, quemar a seres vivos est¨¢ prohibido por nuestra religi¨®n", para seguir citando lo bien que viven las comunidades jud¨ªas en Marruecos y otros lugares, o los cristianos en Egipto, haciendo de paso alusi¨®n a Mar¨ªa y a Jes¨²s.
Critica a los dem¨®cratas de Estados Unidos por no haber sabido parar la guerra. Pero lo m¨¢s perverso del discurso es c¨®mo acusa a los estadounidenses de haber reelegido a Bush al frente de lo que llama "la administraci¨®n de los generales". Con lo que se convierten, a sus ojos, en culpables; en "responsables de las masacres" cometidas por la Administraci¨®n de Bush. "Y os dec¨ªs inocentes", dice. "Esta inocencia es como mi inocencia respecto a la sangre de vuestros hijos el 11", si ¨¦l, Bin Laden, "fuera a mantener tal cosa". Pero no lo mantiene. En ning¨²n momento se considera inocente del "11", sino que busca una culpabilidad colectiva en el pueblo americano.
Este an¨¢lisis le lleva a proclamar "la impotencia del sistema democr¨¢tico". Pues una constante en el discurso yihadista es la cr¨ªtica a la democracia vista como una depravaci¨®n. Bin Laden acusa adem¨¢s en este texto a Bush, Blair, Sarkozy y Brown de "hablar a¨²n de derechos humanos con un desprecio flagrante hacia el intelecto de los seres humanos".
Concluye que "el sistema capitalista busca convertir el mundo entero en un feudo de las grandes corporaciones bajo la marca de 'globalizaci¨®n' para proteger a la democracia". Es entonces, no sin antes acusar a este sistema de "polite¨ªsmo manifiesto", cuando sugiere que es un imperativo que los americanos "se liberen de todo eso y busquen una alternativa". ?D¨®nde? "La metodolog¨ªa infalible es la metodolog¨ªa de Al¨¢".
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