Los que no son Madeleine

Resuelta tr¨¢gicamente la desaparici¨®n de la joven Fernanda Urz¨²a (encontrada muerta a finales de julio en Arona, Tenerife), la polic¨ªa se centra en otros dos ni?os que han conmovido a la sociedad canaria. Sara Morales lleva m¨¢s de un a?o desaparecida, desde que el 30 de julio de 2006 sali¨® en direcci¨®n al centro comercial La Ballena, en Las Palmas de Gran Canaria. Ha cumplido 15 a?os fuera de casa y su familia mantiene la esperanza de volver a abrazarla. Con el comienzo de las clases, sus amigas han preguntado por ella y su madre, Nieves Hern¨¢ndez, ha vuelto a encerrarse triste, desesperada por no saber nada, informa Josefa Castellano, abuela de la desaparecida.

A Yeremi Vargas, de siete a?os, alguien lo cogi¨® en el momento en que el peque?o cruzaba desde el solar donde jugaba al portal de la casa de sus padres, en Vecindario (tambi¨¦n en Gran Canaria). Era el 10 de marzo pasado. Ni un cent¨ªmetro de terreno ha quedado sin explorar en el municipio. Ni rastro. "La buena noticia es que el grupo de agentes de la Guardia Civil que se desplaz¨® desde Madrid a¨²n sigue aqu¨ª, no se ha retirado", comenta Luis Campos, el concejal de Seguridad y coordinador de las fuerzas de rescate. "La mala, que a¨²n no ha aparecido".

Entre estos dos casos y el de Madeleine existen claras diferencias. Las dos familias canarias no disponen de la posici¨®n social ni del poder adquisitivo de los McCann. Ni Yeremi ni Sara tienen un sitio en Internet, ni se han recaudado millones para ellos; ni a sus padres los ha recibido el Papa, ni han viajado por Europa, ni han querido participar en circos medi¨¢ticos. "Es gente humilde, pero no necesita ese dinero, a pesar de haber recibido varias ofertas suculentas", asegura Campos. "Se han dejado asesorar muy bien", recalca el concejal, "y eso ha facilitado mucho las investigaciones; con tantos medios de comunicaci¨®n, ni los agentes de paisano pueden trabajar, porque enseguida se les coloca una unidad m¨®vil sigui¨¦ndoles y as¨ª es imposible hacer nada".

Hasta ayer, continuaban los rastreos de otros municipios. En muchos comercios y calles a¨²n permanecen los carteles con sus caras sonrientes, pero la presi¨®n medi¨¢tica ha decrecido. La ¨²ltima gran concentraci¨®n ciudadana se produjo el pasado d¨ªa 30 de julio, por el primer aniversario de la adolescente desaparecida.

La polic¨ªa que rastrea las pistas de ambos casos, Guardia Civil en busca del peque?o y Cuerpo Nacional de Polic¨ªa con la joven, tampoco ofrece ruedas de prensa. Prefiere mantener un discreto contacto con ambas familias. Como los m¨¦dicos brit¨¢nicos, las dos familias canarias tambi¨¦n han sido analizadas con lupa. Los padres de Yeremi Vargas "entendieron desde el principio que as¨ª deb¨ªa ser; hab¨ªa que llegar hasta el final, sab¨ªan que eran inocentes y les pareci¨® correcto que se interrogara a toda la familia", informa Luis Campos.

"Tenemos mucha fe", insiste cansinamente la abuela de Sara Morales. "Esperamos que ahora, tras las vacaciones, la polic¨ªa nos cuente qu¨¦ m¨¢s han podido saber. Necesitamos agarrarnos a algo".