La sombra del terror en Alemania 30 a?os despu¨¦s
El aniversario del 'oto?o alem¨¢n' abre un debate sobre la lucha del Estado contra la banda Baader-Meinhof en los a?os setenta
El 30? aniversario del llamado oto?o alem¨¢n, las seis semanas del a?o 1977 transcurridas entre el secuestro del patr¨®n de los patronos Hanns-Martin Schleyer y su asesinato, ha desencadenado en Alemania una avalancha de publicaciones, reportajes evocadores en televisi¨®n, declaraciones de v¨ªctimas y de ex terroristas.
Tres d¨¦cadas despu¨¦s de los hechos terroristas m¨¢s sangrientos de la Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF, en sus siglas en alem¨¢n), el grupo o banda Baader-Meinhof, todav¨ªa salen a relucir detalles hasta ahora desconocidos. Se debaten cuestiones tan importantes como qu¨¦ ocurri¨® la noche del suicidio colectivo en la c¨¢rcel de Stammheim, en las afueras de Stuttgart, o qui¨¦nes fueron los autores materiales de los disparos en la nuca que acabaron con la vida de Schleyer. La coincidencia de este 30? aniversario con la reciente amenaza de un grupo islamista en Alemania plantea tambi¨¦n la discusi¨®n sobre los paralelismos entre el actual terrorismo y el de los a?os setenta.
Los terroristas ve¨ªan a sus padres culpables de haber colaborado con el nazismo
En principio se trataba de atentar sin da?ar a las personas, pero esto dur¨® poco tiempo
La descomposici¨®n del movimiento estudiantil de 1968 provoc¨® en Alemania una estampida en m¨²ltiples direcciones. Nacieron un sinf¨ªn de grupos m¨¢s o menos marxista-leninistas, una aut¨¦ntica sopa de letras de sectas, a cual m¨¢s revolucionaria, con el com¨²n denominador de la K de comunistas en sus siglas. Otros iniciaron una larga marcha a trav¨¦s de las instituciones, fundaron un nuevo partido, Los Verdes, basado en la defensa de la ecolog¨ªa y del pacifismo, con un ¨¦xito notable: llegaron incluso al poder en toda Alemania y en varios Estados federados. Los m¨¢s desesperados agarraron la metralleta y declararon una guerra suicida a un Estado al que calificaban de fascista y continuador del nazismo. Esto suced¨ªa cuando, por primera vez en la Alemania de la posguerra, la socialdemocracia hab¨ªa llegado al poder y el canciller Willy Brandt lanzaba un programa con el eslogan: "Vamos a intentar m¨¢s democracia".
Esto no provoc¨® ninguna impresi¨®n en los que iniciaron el camino del terrorismo en la autodenominada Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF), formada por unas docenas de hijos de la burgues¨ªa que consideraban a sus padres culpables de haber colaborado con el nazismo y a Alemania tambi¨¦n responsable de los cr¨ªmenes de EE UU en la guerra de Vietnam.
Ya en abril de 1968 se realiz¨® la primera acci¨®n terrorista en la que participaron Andreas Baader, un joven que en Berl¨ªn Oeste se mov¨ªa entre la delincuencia y la lucha pol¨ªtica, y Gudrun Ensslin, una hija de pastor protestante radicalizada al m¨¢ximo. Junto con otros dos camaradas incendiaron una noche unos grandes almacenes en Francfort para llamar la atenci¨®n sobre los bombardeos en Vietnam. En un principio se trataba de realizar violencia contra las cosas sin da?ar a las personas, pero esto dur¨® poco. Pronto cayeron los primeros polic¨ªas, algunos terroristas y tambi¨¦n v¨ªctimas inocentes. La espiral de la violencia sigui¨® con asaltos a bancos, liberaci¨®n violenta de presos, secuestros y atentados con bombas. La periodista Ulrike Meinhof, redactora jefe de la revista de izquierdas de Hamburgo Konkret, pas¨® a la clandestinidad al sumarse a la RAF, a la que le dio un cierto toque intelectual.
Uno tras otro, la primera generaci¨®n terrorista acab¨® en la c¨¢rcel, desde donde iniciaron con ¨¦xito una campa?a de agitaci¨®n contra las torturas de la prisi¨®n con huelgas de hambre que en ocasiones llegaron hasta la muerte. Ahora se ha sabido que la din¨¢mica de grupo dentro de Stammheim, donde estaban los cabecillas de la RAF, era un infierno. Baader y Ensslin aterrorizaban a Meinhof, a la que lo m¨¢s suave que llamaban era "cerda burguesa". Tras una de sus m¨²ltiples discusiones, el 9 de mayo de 1976 Meinhof se ahorc¨® en su celda. Los simpatizantes interpretaron su muerte como una muestra m¨¢s del terrorismo de Estado. El ex l¨ªder de Mayo del 68 en Par¨ªs y hoy eurodiputado de Los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, defini¨® estos d¨ªas a Baader, en uno de los programas de la televisi¨®n alemana, como "un tonto del culo arrogante". Relat¨® Cohn-Bendit, que hizo de traductor en la conferencia de prensa, que cuando el fil¨®sofo franc¨¦s Jean-Paul Sartre visit¨® a los presos en Stammheim le dijo: "Ese Baader es un idiota".
Los terroristas de la RAF no lo ve¨ªan as¨ª y lo consideraban como un revolucionario al que hab¨ªa que sacar de la c¨¢rcel. La segunda generaci¨®n de la RAF dedic¨® todos sus esfuerzos a esta tarea. El secuestro de Schleyer, antiguo miembro de las SS hitlerianas, m¨¢ximo ejecutivo de la Mercedes Benz y jefe de la patronal alemana, ten¨ªa como objetivo liberar a los presos. El canciller federal socialdem¨®crata Helmut Schmidt cre¨® un gabinete de crisis al que incorpor¨® a la oposici¨®n democristiana. Se ha sabido estos d¨ªas que a la propuesta de Schmidt de buscar soluciones imaginativas para conseguir la liberaci¨®n de Schleyer, el entonces l¨ªder de los socialcristianos de Baviera, Franz Josef Strauss, propuso fusilar de uno en uno a los terroristas de la RAF presos hasta que dejaran libre al secuestrado.
Para dar m¨¢s fuerza a su chantaje a un Gobierno que no estaba dispuesto a ceder, la RAF pidi¨® ayuda al Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina, que ofreci¨® secuestrar un avi¨®n. As¨ª lo hicieron con un avi¨®n de Lufthansa con 86 turistas que volaba entre Palma de Mallorca y Francfort. Tras un vuelo enloquecido con escalas en Roma, Chipre, Dubai y Aden, aterrizaron en Mogadiscio, la capital de Somalia. Con el permiso del dictador somal¨ª Siad Barre, la unidad antiterrorista alemana GSG 9 asalt¨® el avi¨®n. En cinco minutos quedaron liberados los 86 rehenes con s¨®lo dos o tres heridos leves. Tres de los terroristas palestinos, dos hombres y una mujer, murieron, y una cuarta qued¨® malherida.
Al tener noticia aquella misma noche en la c¨¢rcel de Stammheim del fracaso del secuestro, Baader y Jan Carl Raspe se suicidaron en la celda con pistolas que hab¨ªan introducido escondidas algunos de sus abogados. Ensslin se ahorc¨® con un cable de la radio. Una cuarta terrorista, Irmgard M?ller, sobrevivi¨® a varias pu?aladas que se propin¨® cerca de su coraz¨®n. La noticia del suicidio lleg¨® a Bagdad, donde se encontraban los cabecillas de la segunda generaci¨®n de la RAF. Enviaron un t¨¦lex a Bruselas, donde se encontraban otros del grupo con Schleyer, con el texto: "Tenemos que llevar el negocio hasta el final. El ¨²ltimo env¨ªo estaba podrido". La respuesta fue un simple: "OK". Un d¨ªa despu¨¦s, la RAF comunic¨®: "Hemos puesto fin a la siniestra existencia de Hanns-Martin Schleyer", e indicaban que se pod¨ªa encontrar el cuerpo en el maletero de un Audi en Mulhouse, cerca de la frontera entre Francia y Alemania. El ex canciller Schmidt recuerda aquellos d¨ªas como parte de "una tragedia griega" y evoca su malestar en el funeral de Schleyer, sentado al lado de su viuda. Schmidt se siente en parte responsable de haber sacrificado al empresario por la raz¨®n de Estado.
La muerte de los cabecillas de la RAF dio de nuevo alas al terrorismo, que lanz¨® la versi¨®n admitida por muchos de que a Baader, Ensslin y Raspe los asesinaron en sus celdas. Esto nunca pudo confirmarse, y no hay ninguna prueba de que no se suicidaran.
No obstante, las investigaciones m¨¢s recientes para dos documentales de hora y media de la primera cadena de la televisi¨®n alemana (ARD) realizada por Stefan Aust, director de Der Spiegel y tal vez el mejor conocedor de la RAF en Alemania, presentan una hip¨®tesis bastante s¨®lida de lo ocurrido aquella noche en la c¨¢rcel de Stammheim. No existe una prueba definitiva, pero todo parece indicar que los servicios secretos escucharon aquella noche las conversaciones de los presos y los preparativos para el suicidio sin intervenir para impedirlo. El entonces jefe de la polic¨ªa federal criminal, Horst Herold, uno de los pilares de la lucha antiterrorista, a sus 83 a?os, pide que se cree una comisi¨®n parlamentaria que investigue si el Estado sab¨ªa de la intenci¨®n de los terroristas de suicidarse y no quiso impedirlo. "S¨®lo puedo esperar que no haya ocurrido semejante monstruosidad", advierte Herold.
Crimen y suicidio
- Abril de 1968. La banda perpetra su primer atentado con el incendio de unos grandes almacenes en Francfort para llamar la atenci¨®n sobre los bombardeos en Vietnam.
- 9 de mayo 1976. La periodista Ulrike Meinhof se ahorca en su celda.
- 5 de septiembre 1977 Un comando de la Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF) secuestra al jefe de la patronal alemana Hanns-Martin Schleyer. En el ataque murieron acribillados tres polic¨ªas y el ch¨®fer de Schleyer.
- 13 de octubre 1977. Un comando del Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina, dos hombres y dos mujeres, secuestra un avi¨®n de Lufthansa con 86 pasajeros en el vuelo entre Palma de Mallorca y Francfort y exige la libertad de los presos de la RAF.
- 18 de octubre 1977. El grupo policial antiterrorista alem¨¢n GSG asalta el avi¨®n en Mogadiscio (Somalia) y rescata a los rehenes. Esa misma noche se suicidan en la c¨¢rcel de Stammheim Andreas Baader, Gudrun Ensslin y Jan Carl Raspe.
- 19 de octubre 1977. Tras seis semanas de cautiverio dos terroristas matan a Hanns-Martin Schleyer con tres disparos en la nuca.
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