Cercan¨ªas en disputa
El anuncio del Gobierno de traspasar los servicios ferroviarios de Cercan¨ªas a todas las comunidades que lo soliciten ha abierto un frente inesperado. Los sindicatos de Renfe e, ins¨®litamente, del gestor de infraestructuras Adif han anunciado la convocatoria de una huelga porque los traspasos pueden afectar a "la seguridad y a la calidad" del transporte. La movilizaci¨®n prevista para el 25 y 26 de septiembre, y para el 1, 2, 11 y 15 de octubre, deja traslucir el temor a perder derechos adquiridos, al pasar a depender estos servicios de las comunidades aut¨®nomas. El pretexto de la seguridad y la calidad suena a iron¨ªa para, por ejemplo, el sufrido usuario del ¨¢rea metropolitana de Barcelona, que ha vivido un infernal a?o con retrasos, colapsos e incluso convoyes detenidos dentro de t¨²neles durante horas.
Con la experiencia auton¨®mica del traspaso de funcionarios de sanidad, ense?anza o justicia resulta poco pertinente y, desde el punto estrictamente ciudadano, incomprensible esa movilizaci¨®n en contra de que las autonom¨ªas se hagan con la gesti¨®n de Cercan¨ªas. Los funcionarios, por supuesto, pero tambi¨¦n los trabajadores de los servicios p¨²blicos, deben ser escrupulosamente respetuosos con las decisiones emanadas de los poderes democr¨¢ticos. La negociaci¨®n de condiciones forma parte del necesario di¨¢logo social. Pero, en cualquier caso, la desobediencia con la extorsi¨®n de la huelga no es de recibo. Aunque la actitud de los trabajadores no es nueva. Ya hubo una fuerte oposici¨®n hace unos meses a la decisi¨®n del Gobierno de llevar a Barcelona la sede de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Telecomunicaciones. En aquella ocasi¨®n se aduc¨ªan problemas de traslados personales que ahora, en este caso, en el que se teme la p¨¦rdida de derechos, no existen. Tambi¨¦n en aquella ocasi¨®n la oposici¨®n aprovech¨® irresponsablemente la oportunidad para atizar los fantasmas entre autonom¨ªas, algo que no deber¨ªa volver a repetirse.
La actitud del Gobierno central no ayuda demasiado a que la medida de descentralizar Cercan¨ªas sea vista con transparencia. A la promesa inicial de transferirlas a las comunidades que lo pidiesen se ha a?adido ahora la coletilla de que conste en su Estatuto de Autonom¨ªa. Pues bien, a Madrid se le han puesto pegas al traspaso cuando su texto estatutario -el art¨ªculo 26.1- considera las Cercan¨ªas como competencia exclusiva. La proximidad electoral no es buena consejera para hacer las cosas bien. Y el Gobierno se ha precipitado al decir que quiere extender al resto de Espa?a lo que pide Catalu?a. El Ejecutivo de Zapatero parece haberse dejado llevar m¨¢s por el inter¨¦s en preservar su voto no catal¨¢n, para evitar el eslogan sobre "el chantaje", que por una idea clara sobre d¨®nde debe residir la gesti¨®n de los servicios de Cercan¨ªas.
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