Galicia y las misiones pedag¨®gicas
Uno de los acontecimientos m¨¢s importantes de este a?o en que la memoria hist¨®rica ha ocupado un espacio relevante de controversia ha sido la exposici¨®n que la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales ha montado acerca de las Misiones Pedag¨®gicas (1931-1936). Dicha muestra est¨¢ a punto de cumplir cuatro meses de presencia en Galicia (ahora, hasta mediados de septiembre, en la Casa de las Artes de Vigo), y ello no por capricho de sus promotores. Am¨¦n de que su comisario sea el profesor de la USC Ux¨ªo Otero Urtaza, supongo que ha influido en esta demorada estad¨ªa el protagonismo que Galicia tuvo en aquel trascendental proyecto. Un decreto de la Rep¨²blica cre¨® en mayo de 1931 cre¨® el Patronato de Misiones Pedag¨®gicas, con la presidencia de Manuel Bartolom¨¦ Coss¨ªo, un viejo amigo de nuestro pa¨ªs, casado con Carmen L¨®pez-Cort¨®n Viqueira y veraneante en Bergondo desde 1893 en compa?¨ªa de Francisco Giner de los R¨ªos.
En el origen de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza fundada por Giner en 1876 estuvo, por cierto, el movimiento de oposici¨®n a la famosa circular del ministro Orovio que cercenaba la libertad de c¨¢tedra iniciado por dos catedr¨¢ticos de la Universidad de Santiago de Compostela, Calder¨®n y Gonz¨¢lez Linares. Las Misiones Pedag¨®gicas beb¨ªan de su esp¨ªritu c¨ªvico, liberal y laico; gran parte de los seiscientos misioneros, j¨®venes voluntarios que recorrieron pr¨¢cticamente toda Espa?a llevando a los campesinos analfabetos la cultura en forma de teatro, cine, m¨²sica, pintura, conferencias y libros, proced¨ªan del Instituto Escuela y as¨ª el Patronato pudo finalmente cumplir un sue?o que tanto Giner como Coss¨ªo hab¨ªan planteado infructuosamente 50 a?os antes al primer Gobierno de Sagasta.
En un lustro de actividad, las Misiones Pedag¨®gicas llegaron a m¨¢s de 6.000 pueblos y aldeas; su teatro y coro realizaron casi 300 actuaciones; en 200 localidades pudieron ver el llamado Museo del Pueblo, una cumplida colecci¨®n de copias de nuestra mejor pinacoteca; y se repartieron 600.000 libros integrados en 5.500 bibliotecas que los misioneros dejaban al cuidado de los maestros del lugar, aquellos francotiradores de la educaci¨®n y la cultura que al menos durante los d¨ªas en que duraba la misi¨®n se sent¨ªan por fin respaldados.
Emociona comprobar c¨®mo Mar¨ªa Antonia Iglesias, en su visita a Baleira tras la huella del maestro m¨¢rtir Arximiro Rico, encontr¨® y fotograf¨ª¨® en las ruinas de su escuela un ejemplar de las obras dram¨¢ticas de Schiller con el sello de las Misiones Pedag¨®gicas.
Porque es un hecho que la campa?a m¨¢s extensa ordenada por el Patronato fue la que durante seis meses recorri¨® las cuatro provincias gallegas bajo la direcci¨®n de uno de los l¨ªderes intelectuales y organizativos de las Misiones, el rianxeiro Rafael Dieste. De ella se conserva un impresionante archivo de im¨¢genes debidas al responsable del servicio de cine, Jos¨¦ Val del Omar, y en su transcurso el propio Dieste estren¨® en Malpica su Retablo de Fantoches, el tingladillo de marionetas que secundaba la actividad del Teatro del Pueblo dirigido por Alejandro Casona. Semejante despliegue fue posible, pese a que los vientos pol¨ªticos del llamado "bienio negro" no eran ya favorables, gracias al impulso y el apoyo proporcionado por el gran rector compostelano Alejandro Rodr¨ªguez Cadarso.
Pero aquel programa de redenci¨®n a trav¨¦s de la cultura contaba ya en Galicia con otras expresiones no menos memorables. Se est¨¢ conmemorando tambi¨¦n este a?o el centenario de la constituci¨®n en La Habana de la llamada Liga Santaballesa cuando medio centenar de emigrantes chairegos se reunieron en la casa de Francisco Naveiro para crear en su parroquia natal una escuela que empezar¨ªa a funcionar en 1916. Uno de los promotores, Ferm¨ªn Fraga, publicar¨ªa en 1908 en El Eco de Villalba un verdadero manifiesto de intenciones: "En un pa¨ªs en el que todos sus habitantes leen... se instruyen y, una vez instruidos, acometen sin desfallecer la magna obra del progreso de su patria".
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