El ¨²ltimo desaparecido de Argentina
El actor Eduardo Blanco se une en Vigo a sus compatriotas en una protesta para que se conozca el paradero de un sindicalista
"No encuentro palabras, s¨®lo me sale aberraci¨®n y se me queda chica", dec¨ªa ayer en Vigo el actor argentino Eduardo Blanco tras el acto c¨ªvico en el que diversos colectivos como la Comisi¨®n por la Investigaci¨®n de los Desaparecidos Gallegos, la Asociaci¨®n Argentinos en el Exterior y la Confederaci¨®n Intersindical Galega (CIG) recordaban la desaparici¨®n de Julio L¨®pez hace ahora un a?o.
La pista de este ex militante de base de la unidad peronista de su barrio nacido en 1929 se pierde en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, el 17 de septiembre de 2006. Tres d¨¦cadas despu¨¦s de su primera desaparici¨®n, Jorge Julio L¨®pez volv¨ªa a ser una amenaza para alguien. Porque este alba?il de profesi¨®n ya hab¨ªa sobrevivido una vez al drama de estar "desaparecido" en su pa¨ªs, tan angustioso como serlo en cualquier otra parte del mundo. El 21 de octubre de 1976, durante la dictadura militar, fue secuestrado y encarcelado sin juicio previo. La pesadilla dur¨® tres a?os.
Blanco aprovech¨® para visitar las casas natales de sus padres en Lal¨ªn y Silleda
Pero el calendario del horror ten¨ªa m¨¢s p¨¢ginas. Julio L¨®pez era uno de los testigos principales del juicio contra el ex comisario de polic¨ªa Miguel Etchecolatz, antiguo director de investigaciones de la provincia de Buenos Aires, al mando de varios centros de detenci¨®n clandestinos de los golpistas y mano derecha del ex general Ram¨®n Camps. Tras la derogaci¨®n de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, Etchecolatz fue el primer procesado en un juicio oral y p¨²blico. En la vista destac¨® el testimonio de L¨®pez al relatar torturas propias y ajenas. Al d¨ªa siguiente de su desaparici¨®n, ocurrida en domingo, la v¨ªctima deb¨ªa volver a presentarse ante el Tribunal Oral n¨²mero 1 de La Plata para el alegato final de la acusaci¨®n. Pero no lleg¨® nunca. La insistencia de diversas organizaciones de familiares de v¨ªctimas, ex detenidos y defensores de los derechos humanos hizo que el juicio continuase a pesar de la ausencia de uno de los tres querellantes y el represor fue condenado a cadena perpetua.
Varios incidentes de dif¨ªcil explicaci¨®n hacen pensar que Julio L¨®pez desapareci¨® en contra de su voluntad. Ya nadie duda de la hip¨®tesis del secuestro. Tampoco los que ayer le invocaron en Vigo, como en otros lugares del mundo, junto a los 30.000 desaparecidos del llamado Proceso de Reorganizaci¨®n Nacional (1976-1983). El actor Eduardo Blanco, de visita privada en Galicia, se sum¨® a la convocatoria frente a la puerta del Consulado Argentino en Vigo para se?alar la falta de avances en la investigaci¨®n del paradero de Julio L¨®pez. Conocido en Espa?a, sobre todo, por sus interpretaciones en las pel¨ªculas El hijo de la novia y Luna de Avellaneda, acaba de terminar el rodaje en C¨¢ceres de P¨¢jaros muertos, la ¨®pera prima de los realizadores Jorge y Guillermo Sempere.
Antes de regresar hoy a Buenos Aires, Blanco quiso acercarse hasta las casas natales de sus padres, originarios de Lal¨ªn y de Silleda, fue recibido por sus alcaldes, por el regidor local vigu¨¦s y hasta por el presidente de la Xunta. El actor est¨¢ convencido de que se trata de "un aviso para los que est¨¦n dispuestos a hablar, una amenaza propia de los tiempos en los que la justicia y la ley no imperaban", al mismo tiempo que descubre los agujeros del sistema de protecci¨®n de testigos y que lo convierte "en un caso ¨²nico en la democracia". Para muchos argentinos, entre los que est¨¢ Blanco, los intentos de reparaci¨®n del gobierno de Kirchner son meritorios pero no suficientes.
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