Los centrales act¨²an
La crisis originada en EE UU tras las insolvencias de las hipotecas de baja calidad crediticia ha contagiado a los sistemas financieros de casi todo el mundo, con independencia de que tengan m¨¢s o menos denominadores comunes con el americano. El mercado hipotecario espa?ol es uno de los que ha registrado un mayor crecimiento en la ¨²ltima d¨¦cada, al socaire de una escalada ciertamente destacable en los precios de los activos inmobiliarios. Aqu¨ª termina su similitud con el estadounidense. Sin embargo, nuestros mercados financieros est¨¢n siendo de los m¨¢s castigados del mundo. La rumorolog¨ªa sin fundamento acerca de la solvencia de las entidades de cr¨¦dito espa?olas se ha propagado con mayor extensi¨®n que en otros pa¨ªses con peores pr¨¢cticas bancarias.
Por eso ha sido oportuna y esclarecedora la comparecencia ayer del gobernador del Banco de Espa?a, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ante el Congreso de los Diputados. No ha hecho sino subrayar hechos verificables como que en el mercado hipotecario espa?ol no existe la figura de las hipotecas subprime; que el stock de hipotecas vivas en este pa¨ªs es de una elevada calidad crediticia, y que la morosidad bancaria e hipotecaria sigue en m¨ªnimos hist¨®ricos.
Esas constantes cl¨ªnicas espec¨ªficas del sistema crediticio espa?ol no significan, sin embargo, que no est¨¦ acusando las disfunciones que hoy presiden las transacciones en los mercados monetarios de todo el mundo. Los bancos siguen sin prestarse a plazos superiores a tres meses y, en consecuencia, racionan algo m¨¢s que al inicio de la crisis sus cr¨¦ditos al sector real, con precios m¨¢s altos, lo que acabar¨¢ incidiendo en las decisiones de gasto de empresas y familias, y, por tanto, en el crecimiento del PIB del pr¨®ximo a?o. Tambi¨¦n lo ha admitido el gobernador del Banco de Espa?a.
Unas horas despu¨¦s llegaba la esperada decisi¨®n de la Reserva Federal de EE UU de, por primera vez desde 2003, reducir los tipos de inter¨¦s sobre los fondos federales y la tasa de descuento en medio punto, algo que facilita las cosas. Tambi¨¦n lo hace el mensaje de disposici¨®n a seguir apoyando la normalizaci¨®n del funcionamiento de los mercados monetarios. Pero no garantiza la superaci¨®n de la crisis, cuyo aspecto m¨¢s inquietante es la ausencia de informaci¨®n, es decir, la dificultad para identificar qu¨¦ carteras y balances son los da?ados. Por eso, la desconfianza sigue influyendo en las decisiones de los bancos y, en general, de todos los operadores financieros, lo que avala la tesis del secretario del Tesoro de EE UU de que esta crisis puede ser larga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.