"Es probable que para m¨ª la familia sea el gran tema"
Siete mesas de billar franc¨¦s naci¨® en un viaje de tren Alicante-Madrid. Una idea telegr¨¢fica que cab¨ªa en el sms que Gracia Querejeta le envi¨® a su guionista, David Planell, y que, m¨¢s o menos, dec¨ªa: "Dos mujeres muy diferentes condenadas a entenderse ante la ruina emocional y econ¨®mica que las amenaza". En el mensaje cab¨ªa un dato m¨¢s: "Unen sus fuerzas para sacar adelante un negocio".
Tras meses de escritura, el argumento se convirti¨® en la historia de amor-odio entre la hija y la amante de un hombre que acaba de morir dejando un negocio en ruinas. Mujeres solas, un local vac¨ªo, el fantasma del patriarca y un equipo de jugadores de billar hu¨¦rfano.
Siete mesas de billar franc¨¦s es la quinta pel¨ªcula de Gracia Querejeta (Madrid, 1962) y la tercera con la que participa en la secci¨®n oficial del Festival de San Sebasti¨¢n, donde competir¨¢ el pr¨®ximo martes 25. "Mi padre ten¨ªa un billar franc¨¦s en su casa y yo sab¨ªa jugar un poco", recuerda la cineasta. "Madrid estaba lleno de billares de barrio, hoy inexistentes. Mis nociones eran m¨¢s bien nulas, pero me atrajo la idea de un juego en decadencia. As¨ª que nos pusimos en contacto con la federaci¨®n nacional y con la de Madrid y nos documentamos bien".
"El cine es mi manera de vengarme del pesimismo que nos invade en la vida"
"Siempre habr¨¢ drama en lo que cuento, pero cada vez necesito re¨ªrme m¨¢s de las cosas"
Con su nuevo largometraje la realizadora vuelve a las tripas de su mejor cine: el que habla de los lazos familiares y sus complejas formas. "Es probable que para m¨ª la familia sea el gran tema", a?ade la directora de Cuando vuelvas a mi lado, "quiz¨¢ porque en ning¨²n otro sitio el intercambio emocional es tan brutal y constante y porque quiz¨¢ en ning¨²n otro sitio se encuentran a la vez tantas satisfacciones y frustraciones".
Sentada en un bar cercano al parque del Retiro, cerca de su casa de Madrid, Querejeta habla de sus personajes y de sus actores. Cree que el t¨¢ndem formado por la hija -Maribel Verd¨² ("la ni?ata que se quit¨® de en medio")- y la amante -Blanca Portillo ("la que se trag¨® los a?os de vacas flacas")- es uno de los grandes valores de una pel¨ªcula que define como coral.
En ella se cruzan edades (del ni?o V¨ªctor Valdivia a la anciana que interpreta Amparo Bar¨®) y profesiones (fontaneros, taxistas, zapateros, polic¨ªas, enfermeras...). Un mundo de adultos siempre al borde del descalabro. "El personaje de Maribel Verd¨² lo pierde todo pero ante la adversidad decide hacer lo ¨²nico que se puede: tirar hacia delante. Pensamos que no somos fuertes pero la realidad es que lo somos, y mucho m¨¢s de lo que nos creemos".
Gracia Querejeta habla entonces del padre muerto que mueve los hilos en la sombra. "En t¨¦rminos generales, y psicol¨®gicos, hay que matar al padre, enfrentarse tarde o temprano a los miedos y trascender la figura materna y paterna. Yo creo que la vida, afortunadamente dir¨ªa yo, te acaba poniendo delante de la puerta que no quer¨ªas abrir. Y es entonces cuando tienes que dar el portazo, cuando tambi¨¦n sale lo mejor de nosotros".
Siete mesas de billar franc¨¦s tiene algo de cine ¨¦pico, el rescate de uno mismo como ¨²ltima gran haza?a. "Yo quiero salvar a los personajes de sus miserias y de sus horrores", explica la directora. "El guionista William Goldman dec¨ªa que escrib¨ªa para vengarse. Para m¨ª es lo mismo, yo escribo para superar mis miedos y mis fantasmas. Y el cine es mi manera de vengarme del pesimismo que nos invade en la vida". Reconoce entonces que sus pel¨ªculas han tenido una evoluci¨®n "l¨®gica": "Siempre habr¨¢ drama en lo que yo cuento, pero es cierto, cada vez necesito m¨¢s re¨ªrme de las cosas".
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