Cuando ser copiado (no) es un halago

En 1996, Narciso Rodr¨ªguez dise?¨® el espl¨¦ndido vestido de novia que Carolyn Bessette luci¨® en su boda con John Kennedy Jr. Un total de 11 a?os despu¨¦s sigue siendo un hit. Las copias se cuentan por millones. La moda se lleva sin copyright. "Deber¨ªa haber una ley que nos protegiera mejor pero es muy dif¨ªcil, podemos registrar nuestros dise?os pero la temporada dura seis meses; si durase seis a?os nos lo podr¨ªamos plantear, pero ni siquiera las firmas m¨¢s grandes lo hacen, y para nosotros es un coste que no podemos asumir", asegura Ana Gonz¨¢lez, el 50% de Locking-Shocking.

En EE UU, casos como el de Rodr¨ªguez han calado y se acaba de aprobar una ley que protege durante tres a?os las creaciones de los dise?adores de moda y establece multas de 180.000 euros. En Espa?a, si el dise?o no est¨¢ registrado -y casi nunca lo est¨¢-, s¨®lo queda la impotencia. "Hicimos un abrigo con un tejido muy especial, que hab¨ªamos investigado mucho, lo presentamos y antes de que llegase a las tiendas ya estaba su copia y, claro, adem¨¢s a mitad de precio", explica la dise?adora catalana Sita Murt. Pero, ?d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite en la mera inspiraci¨®n y la copia? "En la honestidad. Cada uno sabe lo que hace y est¨¢ claro que son necesarias las influencias pero s¨®lo pueden ser un punto de partida", se?ala, tajante, Gonz¨¢lez.

La copia, al menos en el sector espa?ol, no parece quitar el sue?o a nadie. "Est¨¢ ah¨ª, pasa a veces, te da mucha rabia pero no puedes hacer nada, aunque creo que cada vez estamos m¨¢s concienciados con el problema", asegura Murt. "Aqu¨ª quienes se benefician y mucho de la desprotecci¨®n general son tiendas como Zara o Sfera que se dirigen al gran p¨²blico, pero creo que los m¨¢s copiados son las grandes marcas. A los creadores espa?oles no nos perjudica porque no somos su objetivo, el dise?o espa?ol es muy minoritario. Casi te dir¨ªa que ojal¨¢ nos copiar¨¢n", opina Gonz¨¢lez.