Mucho m¨¢s que palabras
Lucha por la vida, poes¨ªa, arte... ?sta es la historia del proyecto que el artista Chema Alvargonz¨¢lez ha realizado para La Noche en Blanco, y que se materializa en el encarte que se distribuye hoy con EL PA?S
Todo empez¨® en una habitaci¨®n del hospital Cl¨ªnico de Barcelona. Chema Alvargonz¨¢lez estaba ingresado de nuevo. Su cuerpo insiste en rechazar el h¨ªgado que le ha sido trasplantado. Eso, sumado a las 14 pastillas que tiene que tomar cada d¨ªa, le agota hasta la extenuaci¨®n.
Mataba las largas horas en el hospital leyendo. Le¨ªa ensayo, le¨ªa novelas, miraba a su alrededor y le¨ªa otras palabras que iban apareciendo en la propia estructura del hospital. "Me di cuenta de que estaba rodeado de palabras que, de alguna manera, defin¨ªan d¨®nde estaba, me defin¨ªan a m¨ª", recuerda. "Pens¨¦ en la identidad de las palabras. Y en c¨®mo van tejiendo la identidad de la gente que vive en la ciudad. En tu camino a casa ves palabras y ellas te van definiendo. Anuncios, papeles, letreros, locutorios, quioscos. La identidad de la gente que vive en la ciudad, tu propia identidad, est¨¢ ah¨ª, en esas palabras". Simples reflexiones, diamantes en bruto para un artista conceptual.
En la cama del hospital pens¨® que "las palabras van tejiendo la identidad de la gente de la ciudad"
Era el mes de abril. El equipo de La Noche en Blanco estaba empezando a poner en marcha sus proyectos. Y se puso en contacto con el artista para invitarle a participar con alguna acci¨®n en el evento. Las l¨ªneas de trabajo eran la ciudad, la interacci¨®n con los ciudadanos, la noche. Todo muy en la l¨ªnea de lo que ocupaba la mente del artista en esos d¨ªas, y de la obra de un creador que ha dedicado gran parte de su investigaci¨®n art¨ªstica a la arquitectura y la ciudad como espacios vitales del hombre.
Y as¨ª naci¨® el proyecto art¨ªstico que, cinco meses m¨¢s tarde, se materializa en el encarte que se distribuye gratuitamente hoy con EL PA?S y en la instalaci¨®n que, a partir de las 21.00, colgar¨¢ de la fachada del edifico de Telef¨®nica en la Gran V¨ªa madrile?a.
El artista, nacido en Jerez de la Frontera hace 47 a?os y formado art¨ªsticamente entre Barcelona y Berl¨ªn, se meti¨® de lleno en el proyecto. Se agarr¨® a ¨¦l como a una inyecci¨®n de vida. "Esto te mantiene despierto", explica. "Es algo que est¨¢ por encima de la enfermedad y, de alguna manera, te da energ¨ªa para seguir peleando. Todos los m¨¦dicos te dicen que el 90% de una enfermedad es mental. Y cosas como ¨¦sta te ayudan a no tirar la toalla".
Recibi¨® el alta del hospital y, en cuanto pudo, hizo las maletas y viaj¨® a Madrid. Se dedic¨® a recorrer sus calles armado con una m¨¢quina de fotos en busca de palabras. Retrat¨® carteles, letreros, mensajes, logos. En unas pocas semanas se hizo con una especie de "archivo de palabras de Madrid". Ah¨ª estaba la ciudad.
Pero no era suficiente. Las palabras no son est¨¢ticas. Ten¨ªan que echar a andar. "Me di cuenta de que ten¨ªa que poner en circulaci¨®n las palabras de la ciudad", cuenta. "As¨ª que fui envi¨¢ndoselas por e-mail a gente que conoc¨ªa. Escritores, artistas, arquitectos... Ellos recib¨ªan las palabras y respond¨ªan con un texto en el que contaban lo que les inspiraban".
Palabras que inspiran otras palabras. Palabras nuevas que, otra vez, hab¨ªa que poner a circular. Y qu¨¦ mejor manera de hacerlo, pens¨® el artista, que meti¨¦ndolas en un peri¨®dico. Los camiones de reparto y la ubicuidad de Internet llevar¨ªan la onda expansiva de esas palabras, de esa ciudad, por todo el mundo.
S¨®lo faltaba un epicentro. Un lugar emblem¨¢tico de la ciudad que materializara ese cruce de palabras durante La Noche en Blanco. Y qu¨¦ mejor epicentro que el edificio de Telef¨®nica: aqu¨¦l por donde, durante a?os, han viajado por hilos de cobre millones de palabras que los madrile?os intercambiaban entre s¨ª. La fachada de ese emblem¨¢tico edificio de la Gran V¨ªa ser¨¢ el escenario del que colgar¨¢n esta noche las 54 palabras con las que Chema Alvargonz¨¢lez ha retratado la ciudad.
"Jueves". Una palabra que, como todas las dem¨¢s, dibuja una identidad. Est¨¢ escrita en una pegatina pegada a un pastillero de pl¨¢stico transparente que contiene las 14 pastillas que debe tomar hoy Chema Alvargonz¨¢lez. El artista contempla la cajita y come con desgana un s¨¢ndwich sentado en un sof¨¢ junto a las rotativas de EL PA?S.
La emoci¨®n se palpa en los miembros del equipo de La Noche en Blanco que han acompa?ado al artista durante todo el proceso, y que hoy est¨¢n junto a ¨¦l para presenciar la tirada del encarte que contiene sus palabras. Chema supervisa con los t¨¦cnicos los detalles de la impresi¨®n. Tonos de color, definici¨®n, contrastes. El artista est¨¢ en su salsa. Precisamente, profundizar en el terreno de la construcci¨®n de im¨¢genes fue lo que le llev¨® a viajar a Berl¨ªn, donde se instal¨® a principios de los noventa despu¨¦s de terminar sus estudios de Arte en Barcelona. All¨ª, en Berl¨ªn, donde todav¨ªa tiene su residencia cuando los m¨¦dicos se lo permiten, ha montado un centro para creadores j¨®venes en una antigua escuela que es un monumento nacional.
El artista y los t¨¦cnicos est¨¢n ya satisfechos con el resultado. De pronto, las palabras se ponen a circular veloces por la enorme m¨¢quina rotativa. Las pinzas transportan las palabras por los ra¨ªles de la enorme sala. A pesar del cansancio, Chema asiste al proceso emocionado.
Una parte del proyecto se materializa. Pero todav¨ªa queda el momento que ser¨¢, espera el artista, el m¨¢s feliz de todos. Cuando, a las nueve de esta noche, las palabras se exhiban colgadas de la fachada del edificio de Telef¨®nica. Chema Alvargonz¨¢lez lo presenciar¨¢ desde un punto de vista privilegiado. "Me han alquilado una habitaci¨®n de hotel justo enfrente del edificio de Telef¨®nica, a media altura", cuenta.
La historia termina, de la misma manera que empez¨®, en una habitaci¨®n despersonalizada. De una habitaci¨®n de un hospital a una de un hotel. Hospital. Hotel. Dos palabras, pero tambi¨¦n un progreso.
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