Las ventajas pr¨¢cticas del mestizaje
El Freetrack es la versi¨®n todocaminos del Altea XL, un familiar mestizo muy completo que fusiona ventajas de los monovol¨²menes y los todoterrenos ligeros. Tiene el espacio, la flexibilidad interior y el maletero de los primeros, y la versatilidad de uso de los ¨²ltimos para circular en asfalto o en caminos de tierra. Pero todo con un comportamiento y agilidad equiparables a un turismo, un completo equipo de seguridad y precios m¨¢s ajustados que muchos 4¡Á4 equivalentes (desde 29.900 euros).
El Altea Freetrack parece uno de esos modelos mestizos y minoritarios que pretenden rizar el rizo, ofreciendo un c¨®ctel de soluciones recogidas de diferentes tipos de autom¨®viles y al final no acaban de destacar en nada en particular. A primera vista puede ser as¨ª, porque tiene un planteamiento especializado que puede despertar dudas acerca de su sentido pr¨¢ctico. Pero a medida que se utiliza va convenciendo, porque, aparte de las ventajas en seguridad de la tracci¨®n 4¡Á4, mantiene toda la funcionalidad del Altea XL y a?ade nuevas posibilidades de uso que se adaptan mejor a los estilos de vida de las familias actuales, como las excursiones en el campo o la garant¨ªa de movilidad en estaciones de esqu¨ª, que no puede ofrecer el Altea XL, que le sirve de base.
Decoraci¨®n campera
El Freetrack es la versi¨®n campera o todocaminos del Altea XL, la variante alargada del monovolumen medio de Seat. Este modelo mestizo, o crossover en la acepci¨®n estadounidense, mantiene la misma longitud (4,49 metros), pero adopta la tracci¨®n 4¡Á4 y, sobre todo, unas llantas m¨¢s grandes (17 pulgadas) y unas suspensiones elevadas que aumentan 40 mil¨ªmetros la distancia libre al suelo, para ampliar su radio de acci¨®n a los caminos de tierra.
La carrocer¨ªa es casi id¨¦ntica, pero a?ade unas protecciones pl¨¢sticas delante, detr¨¢s y en la zona inferior que, aparte de distinguirlo del resto de la gama, evitan da?os al circular fuera del asfalto. Y aunque el resultado no es especialmente atractivo, porque las molduras no est¨¢n integradas con el gusto y la armon¨ªa deseables, permiten distinguir bien ambos modelos y aportan una aerodin¨¢mica correcta para un todocaminos (CX: 0.35) que no penalizan tanto las prestaciones y consumos como en otros 4¡Á4 similares.
Capacidad y flexibilidad
Otra ventaja del Freetrack frente a otros todoterrenos ligeros es el interior, porque al partir de un monovolumen ofrece las soluciones flexibles de ¨¦stos para repartir el espacio. As¨ª, las plazas delanteras cuentan con unas butacas altas, deportivas y c¨®modas que sujetan muy bien en las curvas. Las traseras ofrecen suficiente espacio para las piernas y se regulan en longitud e inclinaci¨®n para ampliar un maletero bastante grande (490 litros).
Por lo dem¨¢s, est¨¢ bien acabado, con materiales de calidad media y buenos ajustes. La insonorizaci¨®n filtra bien los ruidos mec¨¢nicos, de rodadura y de la tracci¨®n 4¡Á4. Y las suspensiones permiten viajar con confort y, sobre todo, ayudan a ofrecer un comportamiento y estabilidad logrados y muy meritorios teniendo en cuenta su mayor altura al suelo.
S¨®lo dos motores y acabado ¨²nico
El Altea Freetrack con tracci¨®n 4¡Á4 se vende s¨®lo con dos motores, 2.0 TFSi de 200 CV en gasolina y 2.0 TDi de 170 CV en turbodi¨¦sel, ambos en un acabado ¨²nico muy bien dotado y con el mismo precio, 29.900 euros, m¨¢s econ¨®mico que los todoterrenos ligeros equivalentes. El Seat viene de serie con seis airbags, ABS, ESP, tracci¨®n 4¡Á4, control de presi¨®n de ruedas, climatizador bizona, sensores de lluvia, faros y aparcamiento, control de velocidad, ordenador de viaje, radio-CD con MP3 y mandos en el volante, llantas de aleaci¨®n de 17 pulgadas, y un extra original y muy pr¨¢ctico para los ni?os, el sistema multimedia con pantalla TFT de siete pulgadas para conectar DVD, videoconsolas, ordenadores y hasta MP3, porque utiliza los altavoces del coche.
La gama se completa con una versi¨®n 2.0 TDi de 140 CV y tracci¨®n delantera (4¡Á2), pensada para quienes no salen al campo, que resulta m¨¢s asequible: 26.500 euros. Y en enero se vender¨¢ este motor tambi¨¦n con tracci¨®n 4¡Á4.
Conclusi¨®n
El Freetrack es un familiar mestizo con tracci¨®n 4¡Á4 que ofrece la flexibilidad interior de los monovol¨²menes y permite salir al campo como un todoterreno ligero. Tiene una mec¨¢nica moderna de VW, un completo equipo de serie y un comportamiento ¨¢gil, equilibrado y seguro. Y es m¨¢s asequible que los 4¡Á4 ligeros de su tama?o.
MODERNO Y MODULABLE
El interior del Freetrack est¨¢ bien presentado, y aunque aplica pl¨¢sticos y materiales sencillos, es aparente. El dise?o, moderno y muy actual, aporta detalles bien resueltos, como el volante, anat¨®mico y de tacto exquisito, o el pomo del cambio. La versi¨®n Freetrack a?ade un salpicadero en dos tonos, negro y marr¨®n, elaborado con pl¨¢sticos mullidos, y una consola central austera y muy cuadrada. La zona del freno de mano est¨¢ desaprovechada, pero incluye dos posavasos delante del cambio y un apoyabrazos central con un cofre interior profundo. Y aunque el interior no destaca por sus huecos para objetos, en el centro del techo hay tres guanteras y una pantalla de serie que permite conectar un DVD para entretener a los ni?os en los viajes. La mejor baza pr¨¢ctica del Freetrack es la segunda fila de asientos, que permite variar f¨¢cilmente el reparto de espacio entre carga y pasajeros. La banqueta se desplaza 16 cent¨ªmetros en longitud para ampliar el maletero y se puede graduar tambi¨¦n la inclinaci¨®n de los respaldos. El maletero es generoso, 490 litros; sube a 593 si se adelanta al m¨¢ximo el asiento trasero, y llega a 1.562 cuando se pliega. Adem¨¢s incluye una bandeja para objetos bajo el piso. La zaga se distingue por las protecciones de pl¨¢stico gris del parachoques.
UN TODOCAMINOS COMPETITIVO
El Freetrack es m¨¢s asequible que los todoterrenos medios de su tama?o e incluye un equipo de serie superior a la mayor¨ªa, con detalles como pantalla en color para DVD, sensores de lluvia, faros, aparcamiento y presi¨®n de ruedas, y otros.La versi¨®n TDi del todocaminos de Seat cuesta 800 euros menos que un Chevrolet Captiva y 1.600 menos que su gemelo el Antara. El primero no incluye los sensores de luces, lluvia, aparcamiento y presi¨®n de ruedas, y el Opel, s¨®lo el primero, pero ninguno viene con sistema multimedia. La diferencia con el Santa Fe sube a 2.800 euros, y llega a 4.600 si se compara con el C-Crosser. El Hyundai monta un cambio de cinco marchas y no lleva sensores de faros, lluvia... El Citro?n tiene seis marchas y siete plazas, pero su sobreprecio es excesivo. Adem¨¢s, todos ofrecen unas prestaciones inferiores y gastan m¨¢s que el Seat.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.