Las sirenas cantaron en Col¨®n

En la plaza de Col¨®n, las sirenas cantaron, mientras que en el estanque del parque del Retiro callaron. De todas formas, tanto en el espect¨¢culo El canto de las sirenas como en El silencio de las sirenas, los madrile?os se dejaron atrapar durante su Noche en Blanco. No se hicieron atar como Ulises y se echaron a la calle.

Muchos volvieron a sus habituales lugares de paseo, como por ejemplo la Puerta de Alcal¨¢. All¨ª, la artista mexicana Darya von Berner intentaba envolver uno de los monumentos emblem¨¢ticos de la capital con una nube on¨ªrica. Una niebla de ensue?o que, sin embargo, a las diez de la noche todav¨ªa era atravesada por el tr¨¢fico. Autobuses y coches circulaban a¨²n a esa hora en los alrededores de la plaza de la Independencia, as¨ª como por el eje del Museo del Prado, donde retrasaron la actuaci¨®n del colectivo barcelon¨¦s Area3 en la fachada del edificio en obras de CaixaForum. En el C¨ªrculo de Bellas Artes, Suso 33 pintaba palabras. Centenares de personas contemplaban las im¨¢genes generadas por ordenador que el artista escoc¨¦s Charles Sandison proyect¨® en la fachada del Palacio de Telecomunicaciones. Y al igual que el a?o pasado, las colas se repet¨ªan ante la Biblioteca Nacional, el Banco de Espa?a, Casa de Am¨¦rica... Mientras, el artista barcelon¨¦s Antoni Muntadas ironizaba sobre la espera con una acci¨®n en el Paseo del Prado, por donde pedaleaban algunos ciclistas camino de su pr¨®xima cita de arte.