El plan de Brunete, en el limbo

El Plan General de Ordenaci¨®n Urbana est¨¢ a punto de cumplir un a?o a la espera del visto bueno del Gobierno regional. En octubre de 2006 la presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, par¨® el plan cuando estaba sobre la mesa del Consejo de Gobierno para su aprobaci¨®n definitiva. El documento ya ten¨ªa el visto bueno de la Comisi¨®n de Urbanismo. Y Aguirre condicion¨® su aprobaci¨®n a que el Ayuntamiento, que dirige F¨¦lix Gavilanes, del PP, borrara 6.000 viviendas de las 19.646 previstas.

El alcalde asegura que a mediados de junio se entrevist¨® con la presidenta regional y otros altos cargos para desbloquear la situaci¨®n. No obtuvo resultado. Gavilanes decidi¨® entonces recurrir al silencio administrativo, porque hab¨ªan transcurrido m¨¢s de cuatro meses desde que el Consejo de Gobierno bloqueara el ordenamiento. A finales de julio, el PP de Brunete envi¨® el documento al Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid para su publicaci¨®n. Esto le dar¨ªa plena validez. El consejero de Presidencia, Francisco Granados, rechaz¨® en agosto que los planeamientos se aprueben por este procedimiento y anunci¨® que la Comunidad estudiar¨ªa si interpon¨ªa un recurso.

"No nos pueden tener as¨ª. Es una contradicci¨®n, primero aprueban el plan, luego lo paran y no nos dicen c¨®mo seguir adelante", mantiene el alcalde. "Si la Aguirre defiende los intereses de sus ciudadanos, ?por qu¨¦ yo no puedo apoyar a mis vecinos?".

El a?o pasado parec¨ªa que Brunete lo hab¨ªa conseguido. Despu¨¦s de casi siete a?os de trabajo, la Comisi¨®n de Urbanismo del Gobierno regional dio el s¨ª a su nuevo ordenamiento. El proyecto municipal prev¨¦ aumentar la poblaci¨®n actual de 8.645 personas hasta 70.000. El alcalde lanz¨® las campanas al vuelo. S¨®lo faltaba la aprobaci¨®n definitiva del Consejo de Gobierno. Un mero tr¨¢mite, que en este caso se convirti¨® en escollo insalvable.

Entonces, Gavilanes neg¨® que la decisi¨®n de la Comunidad estuviera influida por los esc¨¢ndalos urban¨ªsticos que implicaron a Enrique Porto, ex director general de Urbanismo. La empresa de ¨¦ste fue contratada por los propietarios de uno de los ocho sectores en los que se ha dividido el crecimiento del pueblo (sector 2 El Olivar). Seg¨²n Gavilanes, antes de que llegara a Urbanismo.

Volver atr¨¢s

El regidor asegur¨® que "como siempre" acataba la decisi¨®n de la Comunidad. Pero no era sencillo. Si el municipio reduce edificabilidad en el conjunto del plan se enfrenta a una modificaci¨®n sustancial, y tendr¨ªa que volver atr¨¢s: con nuevos informes, aprobaciones en pleno e informaci¨®n p¨²blica. El Ayuntamiento est¨¢ dispuesto a reducir edificabilidad, pero s¨®lo en los sectores residenciales. "Eso si ser¨ªa posible, pero no podemos volver a empezar desde cero. Ser¨ªa ir en contra de los vecinos", dice Gavilanes.

Fuentes del PP aseguran que el trasfondo est¨¢ en que el Consistorio se habr¨ªa gastado el dinero recibido de los convenios urban¨ªsticos con los promotores. Son acuerdos en los que ¨¦stos adelantan el valor de los derechos urban¨ªsticos sobre el terreno que corresponden a los equipamientos municipales. Un sistema que ha derogado el Gobierno de Aguirre en su Ley de Medidas Urgentes. "Ahora el alcalde se ve en la encrucijada de que tiene que devolver el dinero", explican esas fuentes. La soluci¨®n, agregan, pasar¨ªa por que la Direcci¨®n de Urbanismo informe directamente a los promotores de la reducci¨®n de los pisos. "Si una autoridad les dice que se van a reducir las viviendas, preferir¨¢n repartirse el pastel, aunque sea m¨¢s peque?o, que no hacer negocio", concluyen. "El alcalde no puede solo".