Las incongruencias de las disposiciones

Soy cubana con residencia espa?ola desde hace seis meses y acogida al r¨¦gimen comunitario por matrimonio con espa?ol.

Llev¨¦ varios a?os conduciendo en La Habana y cualquiera que haya manejado all¨ª sabr¨¢ que es necesario dominar el volante y las normas de tr¨¢fico para salir airosa d¨ªa a d¨ªa. Adem¨¢s, seguro que Carlos Sainz entrenaba por aquellos pagos.

Mi carnet me autoriza a conducir por territorio espa?ol durante seis meses, pasados los cuales debo examinarme del te¨®rico y pr¨¢ctico como si fuera una novata. La licencia de conducci¨®n capacita a las personas para legalizar y autorizar el uso de los veh¨ªculos y tener los conocimientos necesarios para cumplir las normas de seguridad vial. Si durante seis meses se supone que estuve capacitada para conducir por Espa?a con mejores carreteras y abundante se?alizaci¨®n sin problema alguno, ?c¨®mo es que ahora, m¨¢s espa?olizada al volante, de repente paso a estar totalmente descalificada? Comprender¨ªa que tuviese que pasar por ex¨¢menes m¨¦dicos y psicot¨¦cnicos, como si fuera una renovaci¨®n por caducidad temporal, abonando las tasas correspondientes, pero no el te¨®rico y pr¨¢ctico, nada econ¨®micos.

Parece como si la Jefatura Nacional de Tr¨¢fico quisiera contentar al gremio de las autoescuelas.

En mi caso hay numerosas personas de varios pa¨ªses, muchas hispanoamericanas. ?Alguien puede darme una explicaci¨®n razonada? En las jefaturas consultadas no encuentran m¨¢s que una l¨®gica: "es una disposici¨®n".