El hombre que provoca pesadillas

De ni?o, Alejandro Mart¨ªnez Singul sufri¨® abusos sexuales de manos de alguien de su entorno. Jam¨¢s lo super¨®. Logr¨® acabar los estudios de bachillerato, pero fue un adolescente inseguro, miedoso y con la autoestima por los suelos. Pronto entr¨® a trabajar como camarero en un bar del centro de Barcelona. Su escasa habilidad para las relaciones sociales le amarg¨® la existencia. Hasta que la frustraci¨®n acumulada estall¨®. Entre los veranos de 1989 y 1991 viol¨® y agredi¨® sexualmente a diez ni?as. De v¨ªctima inocente pas¨® a convertirse en verdugo implacable.

El apodado segundo violador del Eixample pas¨® 16 a?os entre rejas (un tercio de su condena) buscando siempre el cobijo de los funcionarios, debido a su car¨¢cter asustadizo. El pasado mes de mayo abandon¨®, gracias a la acumulaci¨®n de penas, la prisi¨®n de Quatre Camins, en Barcelona. Su anunciada excarcelaci¨®n levant¨® un gran revuelo, porque Mart¨ªnez Singul se hab¨ªa sometido, sin ¨¦xito, a diversas terapias psicol¨®gicas. La conclusi¨®n de los expertos es que, al no estar rehabilitado, puede reincidir.

Inseguro, miedoso y depresivo, Mart¨ªnez Singul sufri¨® abusos cuando era ni?o

En su caso, y a diferencia del violador del Vall d'Hebron, hay alg¨²n que otro motivo para la esperanza: no est¨¢ solo -en la c¨¢rcel se ech¨® novia y ahora est¨¢ con ella- y ha contado con el apoyo de su familia. De hecho, las primeras horas en libertad las pas¨® con su madre en el domicilio familiar. El piso es una planta baja situada en La Llagosta, un municipio industrial del ¨¢rea metropolitana de Barcelona.

Aquello no dur¨® mucho: apenas tres d¨ªas. Las intensas protestas de los vecinos, que no quer¨ªan a un violador reincidente y no rehabilitado puerta con puerta, provocaron la salida precipitada de Mart¨ªnez Singul. Hoy, el piso est¨¢ ocupado por otras personas, los nuevos inquilinos. La madre decidi¨® alquilar el inmueble y poner tierra de por medio, seg¨²n explican algunos vecinos. "Los pocos d¨ªas que estuvo aqu¨ª, lo pasamos fatal. Mi hijo se enter¨® de que ven¨ªa el violador y tuvo pesadillas", relata una mujer en la porter¨ªa del edificio.

Desde entonces, poco se sabe de las andanzas del segundo violador del Eixample. S¨ª es seguro que cruz¨® la frontera y permaneci¨® un tiempo en Francia al lado de su novia. Despu¨¦s, regres¨® a Catalu?a. Aunque no se admite de forma oficial, la polic¨ªa mantiene a¨²n hoy un seguimiento discreto pero ininterrumpido de sus pasos. El objetivo es saber ad¨®nde se dirige, pero sin intimidarle ni hacer que se sienta presionado.

Mar¨ªa Jos¨¦ Varela y Lidia Falc¨®n conocen bien a Mart¨ªnez Singul. Ambas ejercieron como abogadas de las v¨ªctimas -todas ellas, menores de edad- durante el juicio. En la vista oral, esta experimentada abogada recomend¨® a las ni?as que miraran a su agresor a la cara. Con un fin: "Que tuvieron el recuerdo de un hombre derrotado, esposado, cabizbajo". Dos de ellas lo hicieron y "cambiaron la imagen que ten¨ªan de su agresor".

No opina lo mismo, echando la vista atr¨¢s, Lidia Falc¨®n: "En el juicio, las cr¨ªas no recibieron un buen trato, pasaron vivencias horribles y a¨²n tienen secuelas". Su caso contrasta con el de otra ni?a que, seg¨²n Falc¨®n, tambi¨¦n fue violada por Mart¨ªnez Singul pero, a diferencia del resto, no denunci¨® el caso: "Su madre habl¨® conmigo y pens¨® que lo mejor era no denunciar. Y se ha recuperado de forma m¨¢s r¨¢pida".

Seg¨²n Falc¨®n, el segundo violador del Eixample es "el perfecto simulador": "Cuando le hablaba, no me atend¨ªa. Su mirada y sus gestos eran huidizos. Y luego ven¨ªa con el cuento de que quer¨ªa rehabilitarse... No tiene remordimientos ni conciencia de haber hecho nada mal".

Tambi¨¦n fue testigo de aquellos hechos el psiquiatra Leopoldo Ortega Monasterio, que redact¨® el informe pericial para el juicio. Seg¨²n este experto, Mart¨ªnez Singul sufre una "neurosis grave" cercana a la psicosis, pero es consciente de lo que hace. Fr¨¢gil y con tendencia a la depresi¨®n, acab¨® violando a sus v¨ªctimas "para compensar sus insuficiencias personales".