Ahmadineyad defiende su r¨¦gimen en Nueva York en medio de protestas
El presidente de la Universidad de Columbia reta al l¨ªder iran¨ª a respetar la libre expresi¨®n

El presidente de Ir¨¢n, Mahmud Ahmadineyad, visit¨® ayer la Universidad de Columbia entre las protestas generalizadas para lo que se supon¨ªa que era una visita propagand¨ªstica, y sali¨® ridiculizado como un tirano sin recursos que dej¨® en evidencia todas las carencias del r¨¦gimen que preside. De esta manera se abort¨® una de las operaciones m¨¢s pol¨¦micas de la per se controvertida presencia de Ahmadineyad en Nueva York, y quedaron patentes ante la opini¨®n p¨²blica las abismales diferencias entre dos sistemas pol¨ªticos y dos pa¨ªses que protagonizan actualmente la mayor tensi¨®n internacional.
"Usted tiene todos los signos de un dictador cruel y mezquino, y cuando viene a un sitio como ¨¦ste se le ve simplemente m¨¢s rid¨ªculo", dijo el presidente de la Universidad de Columbia, Lee Bollinger, al presentar ante los estudiantes a su pol¨¦mico invitado.
Bollinger increp¨® a Ahmadineyad por sus "pasadas declaraciones negando la existencia del Holocausto", y le record¨® que la matanza de seis millones de jud¨ªos por los nazis durante la II Guerra Mundial era y es "el suceso m¨¢s documentado de la historia de la humanidad".
El presidente de Columbia, uno de los centros acad¨¦micos m¨¢s reputados de EE UU, ret¨® a Ahmadineyad a "que permita en Ir¨¢n la misma libertad de expresi¨®n que nosotros le hemos concedido hoy aqu¨ª", y le propuso que acepte que una delegaci¨®n de la universidad recorra Ir¨¢n explicando el modelo de democracia occidental.
Haciendo uso de esa libertad de expresi¨®n, el presidente iran¨ª, que hab¨ªa mantenido una constante sonrisa durante la intervenci¨®n de su anfitri¨®n, dijo que ¨¦sta constitu¨ªa "un insulto a la informaci¨®n y a la inteligencia del auditorio".
Ahmadineyad asegur¨® que las acusaciones de que su pa¨ªs est¨¢ intentando la producci¨®n de armas nucleares son fruto de "la desinformaci¨®n de los grandes poderes", y conden¨® la presi¨®n que, seg¨²n ¨¦l, Washington ejerce sobre sus propios ciudadanos, incluido el presidente de Columbia.
El presidente de Ir¨¢n asombr¨® a la audiencia con afirmaciones como la de que en su pa¨ªs no hay homosexuales "como en sus pa¨ªses [refiri¨¦ndose a Occidente]", y afirm¨® que no negaba el Holocausto, sino que ped¨ªa "una investigaci¨®n m¨¢s profunda, desde diferentes perspectivas". No neg¨®, sin embargo, que intente destruir a Israel. Se limit¨® a decir que "los jud¨ªos de Ir¨¢n no est¨¢n en peligro".
La intervenci¨®n estuvo rodeada de numerosas protestas, aunque tambi¨¦n hubo momentos para los aplausos y las muestras de apoyo por parte de algunos asistentes al acto, quienes condenaron la pol¨ªtica estadounidense, particularmente por la guerra de Irak.
La portada de ayer del popular diario Daily News -"El diablo ha aterrizado"- lo dice todo sobre la opini¨®n que una gran parte de los estadounidenses tienen sobre Ahmadineyad, convertido en foco de los mayores odios del pa¨ªs. Pol¨ªticos y analistas de todo signo se hab¨ªan mostrado en contra de que se le permitiera hablar en Columbia.
Al margen de su paseo por las aulas, el presidente de Ir¨¢n repetir¨¢ hoy las l¨ªneas maestras de su pol¨ªtica nuclear en un foro acostumbrado en los ¨²ltimos a?os a las extravagancias, las salidas de tono y los gestos propagand¨ªsticos. Es el destino de la Asamblea General desde que la normativa de la ONU quiso reducir a ese cuerpo, integrado por todos los miembros de la organizaci¨®n al mismo nivel, al papel de mera tribuna de denuncia.
Las decisiones quedan reservadas para el Consejo de Seguridad, donde los cinco miembros permanentes con derecho de veto -EE UU, Rusia, China, Francia y Reino Unido- son, en realidad, el ¨®rgano ejecutivo de la organizaci¨®n. Por eso, cada septiembre, con motivo de la inauguraci¨®n de la Asamblea General, se re¨²nen en Nueva York los personajes m¨¢s diversos y se escuchan los argumentos m¨¢s pintorescos. El a?o pasado, el presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, dijo aquello de que el edificio "ol¨ªa a azufre" porque "el demonio Bush" hab¨ªa hablado all¨ª.

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