Una entrenadora con velo
La alicantina Cristina Avell¨¢n dirige la selecci¨®n de f¨²tbol sala femenina de Ir¨¢n en medio de limitaciones impuestas a la mujer
Se llama Cristina Avell¨¢n, tiene 31 a?os y es alicantina, aunque lleva dos meses viviendo en Ir¨¢n. All¨ª es la seleccionadora nacional de f¨²tbol sala femenino. Vive en un hotel de cuatro estrellas en Teher¨¢n donde no puede usar la piscina o la sauna porque es exclusivo para hombres. No la molestan las limitaciones de la cultura isl¨¢mica porque sabe que ser¨¢n temporales, hasta que vuelva a Espa?a. Entonces podr¨¢ pasear por la calle sin pa?uelo. Sus amigos y su familia quisieron prevenirla de los inconvenientes de trabajar en Ir¨¢n, pero pudo m¨¢s la aventura. Ahora la apoyan porque la ven feliz.
En su contrato, Cristina firm¨® una cl¨¢usula que la obliga a respetar las costumbres y la religi¨®n isl¨¢mica. "Ni me lo pens¨¦, era una oportunidad ¨²nica para m¨ª", asegura.
Por la calle lleva el t¨ªpico pa?uelo en la cabeza que le debe cubrir el pelo y las orejas, llamado magnae. Cuenta, medio en broma medio en serio, que alguna vez se le ha ca¨ªdo y alguien se le ha ofrecido inmediatamente para ayudarle a pon¨¦rselo: "Lo hacen porque saben que soy extranjera y me lo he puesto mal y me ayudan porque es un delito penado con c¨¢rcel si la polic¨ªa me sorprende sin el pa?uelo", cuenta.
Los entrenamientos de f¨²tbol se celebran en un pabell¨®n donde los hombres tienen prohibida la entrada en el horario de las mujeres. Por lo tanto pueden llevar ropa deportiva y el pelo a la vista. Otra cosa es cuando juegan y hay p¨²blico mixto: llevan pa?uelo y pantal¨®n largo, siguiendo los preceptos religiosos imperantes en el pa¨ªs.
Cristina reconoce que es duro para la mujer iran¨ª, pero asegura que sus jugadoras "lo tienen asumido como imposici¨®n de su religi¨®n y algunas cumplen con ello m¨¢s que otras, como pasa en todas partes".
El deporte, y en concreto el f¨²tbol sala, es muy popular entre las mujeres iran¨ªes. Su tarea es seleccionar un equipo nacional entre las jugadoras que intervienen en distintas ligas, para participar por primera vez en los Juegos Asi¨¢ticos que se celebrar¨¢n en Macao a finales de octubre. Su contrato acaba en enero y todav¨ªa no ha decidido si seguir¨¢ o no. "Es dif¨ªcil vivir en un pa¨ªs donde por ser mujer est¨¢s muy limitada", exclama.
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