Unos Presupuestos para cerrar una legislatura
Solbes se despide con unas cuentas saneadas y unas proyecciones ambiciosas tras cuatro a?os al frente de la econom¨ªa
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, present¨® ayer en el Congreso los ¨²ltimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de esta legislatura y los que, pase lo que pase en las pr¨®ximas elecciones generales, ser¨¢n los ¨²ltimos en los que ¨¦l est¨¦ al mando. Quiz¨¢ por ello, y porque se siente seguro de la buena situaci¨®n econ¨®mica en la que deja el pa¨ªs, el siempre comedido ministro estuvo ayer m¨¢s pol¨ªtico que nunca y, ante la prensa, se lanz¨® a la palestra con valent¨ªa. Atac¨® al PP en las ocasiones que le convino, defendi¨® la solvencia de la econom¨ªa espa?ola y rechaz¨® las cr¨ªticas que tachan de electoralistas las medidas proyectadas.
Los PGE para 2008 mantienen el objetivo trazado por el Gobierno socialista durante toda la legislatura, es decir, el logro de la estabilidad, aunque, inevitablemente, entran de lleno en campa?a electoral con algunas actuaciones de car¨¢cter fiscal y social, diga lo que diga el vicepresidente. Es verdad, en cualquier caso, que los presupuestos "no son muy distintos a los anteriores" y que, por tanto, "los cuatro Presupuestos han sido para ganar las elecciones", porque "el Gobierno quiere que la gente aprecie lo que hemos hecho".
Las cuentas mantienen el objetivo de lograr la estabilidad, trazado para toda la legislatura
"Los Presupuestos de estos cuatro a?os han sido para ganar las elecciones", dice Solbes
Solbes cierra el ciclo convencido de la buena salud econ¨®mica de Espa?a y puede sacar pecho en esta despedida defendiendo "los Presupuestos que necesita Espa?a en el actual contexto internacional". En estos a?os, ha logrado y consolidado el super¨¢vit p¨²blico, lo que le permite atacar al PP ("la despensa no s¨®lo estaba vac¨ªa, sino que no hab¨ªan pagado la ¨²ltima compra"), y mantener una l¨ªnea progresiva de gasto social ("no hay despilfarro, ese tremendo gasto social
que nos va a llevar a la cat¨¢strofe no est¨¢ en ning¨²n sitio").
Ahora plantea unos presupuestos ambiciosos y quiere dar confianza. La que necesita de los grupos minoritarios -la postura del PP ya se sabe- en el Congreso para sacarlos adelante. Los vascos parecen los m¨¢s cercanos al apoyo; los catalanes se han mostrado intencionadamente remisos a pesar de los ¨²ltimos compromisos del Gobierno; los canarios han permanecido callados e IU exige m¨¢s compromiso social.
Mientras tanto, el superministro califica de "robusta" la previsi¨®n de crecimiento del 3,3% para el pr¨®ximo ejercicio pese a imprevistos desenlaces por las ¨²ltimas turbulencias financieras internacionales y la justifica en que los fundamentos de la econom¨ªa espa?ola conceden "un amplio margen de seguridad". Pero, probablemente, tienen raz¨®n los analistas que dicen que es muy osado mantener la previsi¨®n de crecimiento de junio, el 3,3%, cuando todav¨ªa no se hab¨ªan producido estos desajustes mundiales. El director del FMI, su antecesor con el PP, Rodrigo Rato, advirti¨® el lunes que la crisis se notar¨¢ en 2008. Ya se ver¨¢.
La econom¨ªa, en ese contexto, presenta unas cuentas solventes que permiten prever super¨¢vit por cuarto a?o consecutivo, continuar con la reducci¨®n de la deuda p¨²blica de forma significativa (34,3% del PIB), elevar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social a m¨¢s de 52.300 millones y volver a acometer rebajas de impuestos. Adem¨¢s, contin¨²a con la clara apuesta de a?os pasados de potenciar el capital tecnol¨®gico y humano, partidas ¨¦stas que m¨¢s inciden en la productividad y en la mejora del bienestar, sobre todo las correspondientes al gasto en I+D+i (investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n) y educaci¨®n, cap¨ªtulos que crecen un 17% y un 14% y donde Espa?a sigue presentando carencias.
Asimismo, los PGE se vuelcan en infraestructuras y gasto social, quiz¨¢s los apartados con m¨¢s reclamo electoral, pero igualmente necesarios para continuar la modernizaci¨®n de las comunicaciones por v¨ªa terrestre (ferrocarril y carretera) y atender las necesidades de las familias en materia de vivienda, pensiones, dependencia... Son actuaciones, adem¨¢s, compatibles con los objetivos de reducir la deuda p¨²blica, que, a lo largo de la legislatura, habr¨¢ ca¨ªdo 12 puntos porcentuales. De ese recorte, la mayor parte (10 puntos) proviene de la Administraci¨®n central, mientras los entes territoriales s¨®lo han contribuido con un punto.
Un an¨¢lisis sobre las prioridades dadas al gasto muestra una evoluci¨®n homog¨¦nea (v¨¦ase cuadro). En los cuatro a?os socialistas, los gastos en educaci¨®n, I+D+i e infraestructuras han aumentado un 53%. Las partidas de gasto social (vivienda, inmigraci¨®n y dependencia, entre otros) lo han hecho un 189%, es decir, casi el triple, alcanzado ya cerca de 5.000 millones de euros. Los gastos en solidaridad, un poco menos (169%), y los referidos a justicia, seguridad ciudadana y defensa un 36%, pasando de 13.625 a 18.583 millones de euros.
El sesgo electoralista, en cualquier caso, no se lo quita nadie y eso siempre hace alguna mella en la seriedad de los compromisos que se adquieren. En ese contexto hay que situar la rebaja fiscal, anunciada el mismo d¨ªa que el Consejo de Ministros aprobaba los Presupuestos, y las ayudas al alquiler, las prometidas por hijos o para la salud dental, adelantadas previamente. Todas esas medidas van a suponer una rebaja de 2.300 millones de euros, seg¨²n los c¨¢lculos del propio Ejecutivo.
Es cierto, eso s¨ª, que estas disposiciones, sobre todo la que corresponde al recorte fiscal espec¨ªficamente (deflactaci¨®n de la tarifa del Impuesto de la Renta de las Personas F¨ªsicas), forman parte de un programa pensado para toda la legislatura que viene a compensar, adem¨¢s, la subida de tipos de inter¨¦s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.