Un "florero" en "una cueva de ladrones"
La presidenta de Gescartera, Pilar Gim¨¦nez-Reina, asegura que siempre confi¨® en Camacho y que desconoc¨ªa sus tejemanejes
La mujer que se sent¨® ayer en el banquillo de la Audiencia Nacional no parec¨ªa, ni de lejos ni de cerca, la que fuera la presidenta de Gescartera. Y s¨ª que lo fue, s¨ª. Pero Pilar Gim¨¦nez-Reyna se esforz¨® en hacer creer al tribunal que ella fue "un florero, un elemento decorativo" en la agencia de valores, "la tonta m¨¢s tonta de la oficina" que nunca se enter¨® de los tejemanejes del due?o de la empresa, Antonio Camacho. Hasta que un 14 de junio de 2001 ("?c¨®mo se me va a olvidar la fecha de la intervenci¨®n de Gescartera!"), en las oficinas de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se cay¨® del guindo: "Nunca, hasta el 14 de junio, nunca tuve la m¨¢s m¨ªnima duda de que estaba en una casa de gente honrada y no en una cueva de ladrones". Su Al¨ª Bab¨¢ y el resto de los habitantes de la cueva estaban a su espalda, sentados como ella en el banquillo de los acusados de la Casa de Campo.
"En la CNMV me enter¨¦ de que deb¨ªa ser la tonta m¨¢s tonta de la oficina", asegura
"Pregunt¨¦ a Camacho: '?D¨®nde est¨¢ el dinero?'. ?l me dijo, 'No te pongas hist¨¦rica, es un error"
Pilar Gim¨¦nez-Reyna s¨ª hab¨ªa visto algunas cosas que no le gustaron durante su largo paso por Gescartera, que arranc¨® de comercial y acab¨® de presidenta ornamental, seg¨²n ella. Por ejemplo, que en la informaci¨®n fiscal que anualmente se mandaba a los clientes para que cumplieran sus obligaciones con Hacienda a veces se reflejaban "minusval¨ªas ficticias" para que dichos inversores pagasen menos al fisco. Tambi¨¦n hab¨ªa "clientes especiales, amistades personales de Antonio Camacho", a los que se les daban "tipos de inter¨¦s especiales" para sus inversiones en renta fija.
Con un marcado acento malague?o de buena casa, Gim¨¦nez-Reyna explic¨® que si accedi¨® a ser presidenta de Gescartera cuando se transform¨® en agencia de valores fue "por hacerle un favor a Antonio". Seg¨²n ella, Camacho ni le consult¨® su nombramiento. "Es que a m¨ª me nombraron de una forma at¨ªpica, porque vino Santiago Alcaraz y me felicit¨®. Me fui a ver a Camacho y le pregunt¨¦ por qu¨¦ me nombraba, si yo ya estaba casi retirada por motivos de salud y no ten¨ªa inter¨¦s. ?l me rog¨® que me quedase. Por cari?o y confianza, acept¨¦, pero le dije que no quer¨ªa poderes ni firma, que no me importaba ser una mujer objeto, un elemento meramente decorativo, como un florero". Ella sigui¨® haciendo lo mismo: "Yo llevaba a clientes y, cuando firmaban el contrato, ya no era responsabilidad m¨ªa". Es decir, que dejaba de preocuparse por d¨®nde iba el dinero.
La ex presidenta no cree que la nombraran ("me encasquetaran la presidencia", dijo) por la posici¨®n en el Gobierno de su hermano Enrique, que entonces era director general de Relaciones con las Comunidades Aut¨®nomas. Camacho no deb¨ªa pensar lo mismo. En abril de 1999, le pidi¨® que su hermano, ya secretario de Estado de Hacienda, hiciera una gesti¨®n ante la CNMV, cuando Gescartera estaba siendo investigada, para enterarse de c¨®mo iban las cosas.
Por ello supieron que Pilar Valiente, entonces m¨¢xima dirigente del organismo regulador, le hab¨ªa dado "un rev¨¦s a David Vives", el encargado de la inspecci¨®n a la agencia. En su agenda, la ahora acusada anot¨® a finales de abril de 1999: "Enrique me llama. Pilar Valiente da rev¨¦s a David Vives. Nos pide que aguantemos. No dar nombres de cheques al portador. No somos la Agencia Tributaria". La fiscal¨ªa, no obstante, no tiene constancia de que Enrique Gim¨¦nez Reyna "hubiera realizado actuaciones ante la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores en inter¨¦s o por cuenta de Gescartera".
Ella segu¨ªa fi¨¢ndose de Camacho, "un hombre absolutamente honrado", cre¨ªa, "que hac¨ªa y deshac¨ªa" en Gescartera. As¨ª fue hasta que el 14 de junio de 2001 se produjo "la hecatombe", cuando lleg¨® a "aquella sala que se me hizo inmensa de la CNMV". Ah¨ª se enter¨® "que deb¨ªa ser la tonta m¨¢s tonta" de la oficina cuando le informaron de que hab¨ªa apuntes, cheques y certificados falsos aportados por Gescartera.
"Cuando entr¨¦ hab¨ªa gente que no conoc¨ªa. Cre¨ª ver a Pedro Villegas y me parece que estaba Sol Borb¨®n. De pronto uno saca unos documentos y unos certificados que eran falsos... Y me miraban a m¨ª. Yo no sab¨ªa de qu¨¦ me hablaban. Eran documentos del Santander Central Hispano y de La Caixa y todo era falso. Pero Camacho dec¨ªa que todo era un error. Yo lo cog¨ª de la solapa [a Camacho] y le pregunt¨¦: '?D¨®nde est¨¢ el dinero?': ?l me dijo: '?Pilar, no te pongas hist¨¦rica, est¨¢s loca, es un error!".
El error es que a d¨ªa de hoy no se sabe d¨®nde han ido a parar m¨¢s de 8.356 millones de pesetas, algunos de los cuales eran inversiones de la propia familia de Pilar Gim¨¦nez-Reyna: madre, marido, hijos, nueras, primas, entre otros. La mujer no sabe d¨®nde est¨¢ el dinero y su marido todav¨ªa est¨¢ pagando la parte que le toc¨® perder a ella misma. Por todo ello, asegura, la han llamado "tonta de todas las maneras". Y, ?c¨®mo le va ahora a Pilar? "Yo ahora no tengo ni donde caerme muerta".
"El dinero est¨¢ en el extranjero"
El dinero de Gescartera est¨¢ en el extranjero. Al menos as¨ª lo asegur¨® el supuesto m¨¢ximo c¨®mplice de Antonio Camacho en Gescartera, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz de la Serna, quien declar¨® en la Audiencia Nacional con gran nerviosismo. "Yo estoy convencido de que los fondos estaban en el extranjero y a d¨ªa de hoy sigo convencido de ello. Camacho siempre me lo dijo. De siempre supe que los fondos de renta variable estaban en el extranjero y desde 1999 supe que estaban los de renta fija". Pero, ?de cu¨¢nto dinero hablaba?: "Pues cuando la intervenci¨®n de la CNMV habr¨ªa unos 4.000 millones de pesetas fuera".
Ruiz de la Serna, apoderado y director financiero de Gescartera, lo dijo entrecortado, pero rotundo, para enorme enfado de su abogada defensora, Antonia Flores, que incluso lleg¨® a cortar el interrogatorio del fiscal, Vicente Gonz¨¢lez.
El acusado admiti¨® que la agencia hab¨ªa entregado a la CNMV dos certificados "inveraces" del Santander y de La Caixa, que supuestamente justificaban d¨®nde estaban m¨¢s de 6.500 millones de pesetas de los clientes. El del Santander, por ejemplo, justificaba los 2.600 millones que faltaban de Cajamadrid Bolsa. ?l, asegur¨®, ignoraba que eran falsos esos documentos. Como tambi¨¦n era falso el documento que justificaba que la empresa ten¨ªa 15.000 millones en cuentas gestionadas por la sociedad limitada de EE UU Martin Investments, un papel que parec¨ªa la salvaci¨®n.
De la Serna cree que el dinero pude estar en cuentas abiertas en el banco HSBC, en su oficina londinense de Hill Street, a nombre de otras sociedades fuera del alcance de Gescartera y del fisco. Lo dice desde el d¨ªa que lo detuvieron.
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