"Mira qu¨¦ grande es la terraza, Mariano"

Nada hay m¨¢s tentador para un pol¨ªtico que sacarle partido al presupuesto p¨²blico con una buena foto. Si a esa instant¨¢nea se suma el candidato de tu partido a la presidencia del Gobierno, dos p¨¢jaros de un tiro: ¨¦xito externo (en la prensa) e interno (por el favor al l¨ªder).

As¨ª que Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, no se lo pens¨® dos veces, se mont¨® en un autob¨²s del PP y se llev¨® a Mariano Rajoy a ver unos pisos de alquiler del Ivima en San Sebasti¨¢n de los Reyes (para familias con menos de 18.000 euros, con prioridad para mujeres maltratadas y discapacitados).

No hubo entrega de llaves ni cortes de cinta, para evitar acusaciones de usar el presupuesto en actos de partido. Pero Aguirre y Rajoy estuvieron casi media hora visitando dos casas a¨²n no habitadas, aunque ya sorteadas, una de 50 y otra de 100 metros cuadrados, rodeados de fot¨®grafos y c¨¢maras. Esto es, lograron el mismo efecto medi¨¢tico que con una entrega de llaves sin pillarse los dedos. Ante las cr¨ªticas de electoralismo, Rajoy sentenci¨®: "Esto es democracia en estado puro".

Rajoy y Aguirre entraban y sal¨ªan de las habitaciones, de las cocinas, de los ba?os, todos sin muebles, bien espaciosos. "Mira ¨¦ste, Mariano", le guiaba la presidenta. "Ven, vamos a la terraza, mira qu¨¦ grande. Es enorme", insist¨ªa mientras ambos posaban con su mejor sonrisa. "Y todo a 3,94 euros el metro cuadrado, m¨¢s 50 fijos", dec¨ªa ufana. "?450 euros al mes por 100 metros? Esto es fenomenal", le contestaba Rajoy.

Aguirre recurri¨® enseguida a su desparpajo y a su familia para insistir en las bondades de las casas. "F¨ªjate, Mariano, ¨¦stas tienen hasta cinco dormitorios. ?Cu¨¢ntos hay que ser para que te den una de cinco dormitorios?". "Seis", respondi¨® rauda la consejera de Vivienda, Anabel Mari?o.

"Vaya, o sea, que se entiende que cada uno tiene que tener un cuarto. Bueno, eran otros tiempos, pero nosotros ¨¦ramos ocho hermanos, y las ni?as dorm¨ªamos todas juntas", cont¨® Aguirre entre sonrisas de todos sus colaboradores.

Poco antes, por si hab¨ªa dudas de c¨®mo controla todo, la presidenta recordaba a Rajoy que el Ivima hab¨ªa proyectado unas ventanas muy peque?as, y ella oblig¨® a cambiarlas. "Dec¨ªan que se ahorraba calefacci¨®n, pero era horrible, sin luz. Nada, nada", sentenciaba tajante despu¨¦s de preocuparse por el coste para el Ivima. "Nada, lo recuperamos todo", respond¨ªan sus responsables.

Rajoy escuchaba las explicaciones con inter¨¦s, sobre todo en el ba?o: "Las ba?eras ya no tienen sentido. La ducha es m¨¢s ¨²til y menos peligrosa, sobre todo para gente mayor".

Tambi¨¦n se interes¨® por la regulaci¨®n de la vivienda -le explicaron el porcentaje de suelo que los promotores deben entregar- y San Sebasti¨¢n de los Reyes, el municipio que visitaba, que en las ¨²ltimas elecciones pas¨® a manos del PP. "?Y aqu¨ª llega el metro de Madrid?", pregunt¨® sorprendido. "Hay metro y hospital", respondi¨® Aguirre, satisfecha. "Es sorprendente que este pueblo, que era de izquierdas, haya votado PP. Enhorabuena", le dijo Rajoy al alcalde. Aguirre segu¨ªa entrando a todo: "Y Alcobendas, y Algete, y muchos m¨¢s. Lo que pasa es que a la gente le haces infraestructuras y te vota, porque saben que gestionamos bien". Despu¨¦s de una charla sobre ciclismo, verdadera pasi¨®n de Rajoy, con Miguel Perdiguero, concejal de San Sebasti¨¢n de los Reyes y ex ciclista profesional, lleg¨® la hora de la rueda de prensa.

Aguirre presumi¨® de las casas -por all¨ª deambulaban algunas se?oras a las que les ha tocado, que aplaud¨ªan mucho- y prometi¨® otras 95.000 viviendas en alquiler en cuatro a?os. Y Rajoy, que este fin de semana clausura una conferencia del PP sobre vivienda, propuso modificar las leyes de Arrendamientos Urbanos y Enjuiciamiento Civil, para dar seguridad jur¨ªdica a los propietarios, y crear juzgados exclusivos en materia de vivienda.