"Intento buscar mi alma china"
Su padre le puso de nombre Wayne en homenaje al actor norteamericano John Wayne. "John era m¨¢s corriente", asegura Wayne Wang, nacido en Hong Kong en una familia de fuertes tradiciones chinas, educado en un colegio cat¨®lico y emigrado muy joven a Estados Unidos, que se ha convertido en una figura clave en el desarrollo del cine independiente norteamericano.
Este cineasta de 47 a?os, que iba para m¨¦dico, sigue explorando c¨®mo la globalizaci¨®n est¨¢ afectando al n¨²cleo de las familias chinas instaladas en Estados Unidos. Y en San Sebasti¨¢n lo ha hecho con dos filmes: Mil a?os de oraci¨®n, presentado ayer en la secci¨®n oficial entre grandes aplausos, y La princesa de Nebraska, que lo har¨¢ hoy en Zabaltegi. "Hay todav¨ªa mucho espacio por explorar. Desde que comenc¨¦ a hacer cine con El Club de la Buena Estrella han cambiado mucho las cosas. Estamos en plena globalizaci¨®n y cada d¨ªa hay m¨¢s emigrantes chinos en Estados Unidos". Vive a caballo entre Nueva York y San Francisco, y asegura que apenas oye ya hablar ingl¨¦s. ?l ha buscado su sitio en Hollywood sin abandonar su pasado chino. "Intento buscar en el alma china que hay dentro de m¨ª".
Mil a?os de oraci¨®n, una deliciosa y al mismo tiempo dolorosa incursi¨®n en las relaciones entre padre e hijos con el fondo de las tradiciones chinas y en la soledad de la sociedad, tiene mucho que ver con la propia experiencia de este cineasta, que r¨ªe a carcajadas. "Mi padre me envi¨® a Estados Unidos a estudiar Medicina. Despu¨¦s de unos a?os en la universidad me empezaron a interesar la cultura y el cine, y abandon¨¦ los estudios. Mi padre, muy preocupado, se vino a vivir conmigo a Estados Unidos y fisgoneaba en mis cosas cuando yo no estaba en casa. No s¨¦ si pasa con las otras culturas, pero en China los padres siempre act¨²an como padres aunque seas adulto".
La rueda de Hollywood
Ha hecho algunas pel¨ªculas en la industria de Hollywood -La caja china, Sucedi¨® en Manhattan o Mi mejor amigo-, pero ¨¦sas no cuentan para ¨¦l. "Entr¨¦ en la rueda de Hollywood y me llegaron a atrapar, pero ya he conseguido salir", respira casi aliviado Wang. "Hollywood no da libertad. Aprend¨ª mucho, pero tambi¨¦n me limit¨® mucho. Me gusta que mis personajes tengan tiempo para respirar. En el cine de Hollywood no quieren que los personajes tengan tiempo para respirar. Te empujan a un ritmo forzado como si fuera un McDonald's", a?ade Wang, quien se encuentra en un proceso de buscar c¨®mo utilizar los recursos que ofrece Hollywood para buscar su propio hueco. "He pensado que podr¨ªa hacer mi cine manipulando a Hollywood, utilizando estrellas y presupuesto, pero llev¨¢ndolo a mi terreno".
Wang no se encuentra muy a gusto compitiendo en un festival. "No s¨¦ c¨®mo se puede decidir que una pel¨ªcula es mejor que otra", asegura este colaborador y c¨®mplice durante a?os de Paul Auster, presidente del jurado de esta edici¨®n de San Sebasti¨¢n y con el que dirigi¨® Blue in the face y realiz¨® Smoke, sobre un gui¨®n del propio escritor. Wang confes¨® ayer que sus relaciones son ahora distantes. "No he hablado con Paul Auster desde hace a?os. Espero que Paul no est¨¦ cabreado conmigo. Tuvimos un peque?o desacuerdo con una pel¨ªcula despu¨¦s de Blue in the face, pero conf¨ªo en que el tiempo lo haya aclarado todo".
Babelia
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