Andy Summers abre la puerta a un nuevo ¨¢lbum de The Police
La banda act¨²a esta noche en Barcelona
Andy Summers, guitarrista de los resucitados The Police, pidi¨® tiempo para echarse una siesta nada m¨¢s poner ayer los pies en Barcelona, donde esta noche la banda que reinvent¨® el sonido del rock a finales de los setenta y principios de los ochenta surfeando sobre el punk con ali?os de reggae jamaicano, ska y jazz, ofrecer¨¢ su ¨²nico concierto en Espa?a, en el Estadio Ol¨ªmpico de Montju?c. Summers, a punto de cumplir los 65, obvi¨® sin remilgos sus compromisos con la prensa y su corta figura apareci¨® un par de horas m¨¢s tarde de lo previsto, con gesto hastiado, pantal¨®n blanco y chaqueta oscura, y una advertencia: "?S¨®lo interesa la gira de The Police? Yo he venido a hablar de mi libro".
Su libro, I'll be watching you. Inside The Police 1980-1983, es una especie de diario ilustrado que incluye 600 de las 25.000 fotograf¨ªas de su archivo personal sobre la gira que el grupo fundado en 1977 por Stewart Copeland, hijo de un ex agente de la CIA de afici¨®n trompetista, y liderado por el carism¨¢tico Sting, hasta entonces profesor y con los b¨ªceps menos desarrollados, realiz¨® en esos tres a?os por distintos pa¨ªses del mundo. La breve muestra de 25 instant¨¢neas, todas ellas en blanco y negro, que se exhiben desde hoy y hasta el pr¨®ximo 20 de octubre en la FNAC L'Illa de Barcelona, rezuman nostalgia. Miradas anonadadas de los fans en Chile, Estados Unidos o Jap¨®n. Escenas de camerino. Ensayos. Juergas.
Es la misma nostalgia que ha levantado por todo el mundo la reuni¨®n de los tres integrantes de The Police desde aquel ¨²ltimo concierto en Melbourne, hace 23 a?os, donde el momento m¨¢s ¨¢lgido de la carrera del grupo qued¨® congelado hasta el acercamiento progresivo, personal, entre Copeland, Summers y Sting, de los ¨²ltimos dos a?os. Fue Sting, que ha desarrollado una carrera en solitario razonablemente exitosa reorientada hacia el rock y acariciada por variopintas m¨²sicas del mundo, quien descolg¨® el tel¨¦fono y propuso volver a subir a The Police a escena. "El tiempo. El paso del tiempo. Eso es lo que ha permitido que ahora hayamos podido hacer esta gira juntos", dice Summers.
Tras cuatro meses encerrados ensayando en Il Palagio, la villa-b¨²nker de Sting en La Toscana -en la que el cantante yogui logr¨® que sus compa?eros empezaran el d¨ªa con sesiones de yoga y Pilates a las ocho de la ma?ana-, el pistoletazo de salida de la gira, en Vancouver, de mayo pasado fue apote¨®sico para los fans. Pero no lo sintieron as¨ª los m¨²sicos, sobre todo Copeland, muy autocr¨ªtico en su blog personal. Pero el rodaje se nota.
"Somos mejores m¨²sicos hoy. Y s¨ª, tambi¨¦n creo que somos una banda mejor", afirma Summers con aplomo, ya m¨¢s relajado, el polic¨ªa de los tres con aparente mayor flema, cuya guitarra sofisticada y elegante, de sonido limpio y ejecuci¨®n n¨ªtida, ayuda a hacer reconocible de inmediato la atm¨®sfera sonora ¨²nica de la banda. Summers arrastra 12 ¨¢lbumes desde la disoluci¨®n de The Police; uno de ellos, un aut¨¦ntico homenaje a Thelonius Monk. En ese momento, Summers s¨®lo quiso alejarse del rock para zambullirse, sobre todo, en el jazz. Se sabe que hoy, por su propia evoluci¨®n y enriquecimiento, la que le hace "m¨¢s lenguaje que aportar a la m¨²sica", Summers hubiera querido a?adir temas nuevos a la gira.
"Nos dijeron que no lo hici¨¦ramos. Despu¨¦s de tantos a?os, la gente, al fin y al cabo, lo que viene es a escuchar Roxanne, ?no?", reflexiona el guitarrista. S¨ª abundan la improvisaci¨®n y los nuevos arreglos en los viejos hits, una veintena que caben en un concierto de cerca de dos horas de la que los fans pata negra echar¨¢n en falta joyas tales como Bring on the night.
Pero no todo est¨¢ perdido. Los m¨²sicos han estado trabajando en nuevo material. ?Habr¨¢ nuevo ¨¢lbum, el sexto? "Quiz¨¢ un poco m¨¢s tarde, cuando acabemos la gira. La puerta estaba cerrada. Esta gira ha abierto la puerta un poco". Summers sonr¨ªe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.