Osasuna recobra el aliento

Entre desamparados, a veces las diferencias la marcan las ganas. A Osasuna se le hab¨ªa acusado de equipo sin hambre, conformista. Al Levante se le hab¨ªa criticado por su juego est¨¢tico, temeroso y poco contundente. El cuadro navarro exhibi¨® ayer esa ambici¨®n en un duelo entre dos conjuntos necesitados. Los de Abel, en cambio, no pudieron quitarse sus sambenitos pese a unos t¨ªmidos intentos en la primera mitad. En cuanto Osasuna se encendi¨® -para eso necesit¨® sufrir la lesi¨®n de Delporte, ser igualado y abstraerse en el vestuario-, los levantinos se transformaron en un juguete.

Antes, durante los primeros minutos, hubo m¨¢s agarrotamiento que ganas de agradar. El Levante de Abel, poco fluido a excepci¨®n de la banda izquierda, por donde surgi¨® un disparo al palo de Pedro Le¨®n, se med¨ªa a un conjunto mojigato, al mismo que dio una pobre impresi¨®n en La Romareda.

Pero los leones tambi¨¦n se desperezan. Gracias a la movilidad de Portillo y a la garra de Pandiani y Juanfran, Osasuna, que s¨®lo hab¨ªa anotado un gol, se liber¨® de sus ataduras. Adem¨¢s, Delporte colaboraba por la izquierda con penetraciones continuas. Sin embargo, lo del franc¨¦s ya resulta incre¨ªble: otra lesi¨®n muscular oblig¨® a su cambio. La reacci¨®n de sus compa?eros fue inmediata, como espoleados por la desgracia; primero Pu?al, con un libre directo de libro, y a rengl¨®n seguido Pandiani, con un cabezazo a las mallas, vengaron el infortunio del galo.

El encuentro ya era otro, m¨¢s divertido y con ese equilibrio inestable que suele regir los choques entre conjuntos m¨¢s pr¨®digos en los errores que en los aciertos. Ettien empat¨® apenas dos minutos despu¨¦s, con un disparo que se col¨® entre la mara?a de defensores rojillos. En esos minutos de testosterona, de f¨²tbol ansioso y desinhibido, Juanfran pudo devolver la ventaja a Osasuna, pero err¨® en el disparo final tras galopar por el ala derecha.

El equipo de Ziganda no se olvid¨® de esta f¨®rmula de hombr¨ªa tras el descanso. Aprovechando el estado de forma de la banda derecha, Osasuna comenz¨® a golpear. Primero Plasil, con un remate a bocajarro que Storari sac¨® milagrosamente. Acto seguido, Pandiani, tras otra gran conexi¨®n con el lateral Izquierdo, encontr¨® de nuevo el camino del gol. El ba?o de plomo parec¨ªa suficiente, pero, sin tiempo para la reacci¨®n granota, un gran eslalom de Plasil -acompa?ado por la ley de la ventaja decretada por Daud¨¦n Ib¨¢?ez-, permiti¨® que Juanfran certificase el dominio de Osasuna en la segunda mitad.

El Levante baj¨® los brazos y, a excepci¨®n de alg¨²n latigazo lejano, se limit¨® a pulular ante un plantel crecido y con hambre de goles, que se cerr¨® con un tanto de Javi Garc¨ªa tras una mala salida de la defensa valenciana.