Montilla revela que Zapatero prefer¨ªa al convergente Mas como presidente catal¨¢n

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero prefer¨ªa al nacionalista Artur Mas como presidente de la Generalitat por encima de Jos¨¦ Montilla. S¨®lo el empe?o del Partit dels Socialistes (PSC) para defender su independencia del PSOE frustr¨® la voluntad del presidente del Gobierno. Montilla lo reconoci¨® ayer solemnemente en el Parlament: "Si yo estuviese supeditado al PSOE, seguramente no ser¨ªa presidente", dijo en respuesta a las acusaciones de "sucursalismo" que le llovieron desde Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). Fuentes del PSC confirmaron que, tras las elecciones auton¨®micas de 2006, el PSOE pretend¨ªa dejar gobernar a CiU para tener su apoyo en el Congreso de los Diputados.

"Supimos decir no cuando el PSOE indic¨® que hac¨ªa falta otro presidente para Catalu?a", confirm¨® despu¨¦s Miquel Iceta, portavoz de los socialistas catalanes. Este otro presidente era Artur Mas, l¨ªder de Converg¨¨ncia, ganador de las elecciones en votos y esca?os el pasado noviembre pero, al final, incapaz de tejer pactos en el Parlament.

Lo que ayer confirmaron Montilla e Iceta ya lo hab¨ªa insinuado Artur Mas en el pasado. Pese a ello, el l¨ªder nacionalista lo neg¨® todo desde su esca?o del Parlament. Olvid¨®, quiz¨¢, lo que dijo en una entrevista a EL PA?S el a?o pasado: "Zapatero no respet¨® el juego limpio, es decir, que gobierne quien gane las elecciones".

No s¨®lo esto, sino que les ha confesado a sus ¨ªntimos que Zapatero le prometi¨® convencer a Montilla para frustrar una reedici¨®n del tripartito. Seg¨²n Mas, Zapatero dec¨ªa tenerlo "todo controlado". Tan seguro estaba Mas que "hasta el ¨²ltimo momento" se mostr¨® convencido frente a los suyos de que Zapatero vetar¨ªa la reedici¨®n del pacto de las izquierdas y ser¨ªa presidente. No fue as¨ª y el 6 de noviembre del a?o pasado, s¨®lo cinco d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, se confirmaba que Jos¨¦ Montilla ser¨ªa presidente con el apoyo de Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya. CiU volv¨ªa a quedar postrada en la oposici¨®n.

Revelaci¨®n planeada

"Para ellos [el PSOE] era mucho m¨¢s c¨®modo dejar gobernar a CiU en Catalu?a y ganarse as¨ª un aliado en el Congreso m¨¢s c¨®modo que Esquerra Republicana", record¨® ayer un dirigente de los socialistas catalanes. Pero los planes del PSOE se vinieron abajo. Y es que el PSC no pod¨ªa tolerar volver a la situaci¨®n anterior a 2003 y calentar de nuevo la bancada de la oposici¨®n s¨®lo porque ello facilitaba las cosas a su partido hermano.

?Fue improvisada la revelaci¨®n de Montilla, ayer? "En absoluto: estamos hartos de que CiU salga siempre con la historia del sucursalismo. Esto habr¨¢ servido para hacerles callar", explicaron fuentes pr¨®ximas a Montilla.

El presidente y Miquel Iceta desenterraron as¨ª, en pleno debate de pol¨ªtica general en el Parlament, la dura pugna posterior a las elecciones catalanas del pasado noviembre. En estos comicios, el PSC de Montilla obtuvo 11 esca?os menos que su rival de Converg¨¨ncia i Uni¨®, Artur Mas. Pese a esta diferencia, los diputados del PSC, los independentistas de Esquerra Republicana y los de Iniciativa per Catalu?a sumaban mayor¨ªa suficiente para gobernar. Y as¨ª lo hicieron pese a las reticencias de Madrid y las voces del PSOE que apostaban por un Gobierno presidido por Artur Mas.

El PSOE, a las puertas de un a?o electoral, abominaba de la reedici¨®n de un tripartito en Catalu?a con Esquerra Republicana como ¨¢rbitro. M¨¢s todav¨ªa si el pacto inclu¨ªa el regreso de Josep Llu¨ªs Carod, convertido en la bestia negra de un sector de la opini¨®n p¨²blica espa?ola desde su reuni¨®n con la c¨²pula de ETA en Perpi?¨¢n (Francia).

Con todo, el pacto tripartito entre el PSC, ERC e Iniciativa per Catalunya se reedit¨®. Se cerr¨® en s¨®lo seis d¨ªas, con la manifiesta oposici¨®n de diversos barones del PSOE, y su firma tuvo lugar mientras Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se encontraba de viaje oficial a Uruguay, lo que no hizo m¨¢s que tensar las relaciones entre el PSC y sus hermanos de Ferraz.

Tentativas de Blanco

Ayer estas tensiones volvieron al primer plano en el Parlament. Las palabras de Montilla abrieron la veda. Despu¨¦s se apuntaron Miquel Iceta y hasta el republicano Joan Ridao. Este ¨²ltimo dijo claramente: "De todos es sabido que Zapatero prefer¨ªa a otro como presidente de la Generalitat, a usted ".

La estrategia del l¨ªder nacionalista fracas¨®, como tambi¨¦n lo hizo la del PSOE para laminar la independencia org¨¢nica de que goza el PSC respecto al comit¨¦ federal de la calle de Ferraz. Un ejemplo de ello ya emergi¨® en enero de 2004, tras la precipitada salida de Carod del Gobierno de Pasqual Maragall. El secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco, alarmado por los efectos que ello pod¨ªa tener en la campa?a de Zapatero, sonde¨® a diferentes alcaldes del cintur¨®n de Barcelona para ver si estaban dispuestos a encabezar una lista del PSOE en Catalu?a que compitiera con la del PSC. Ninguno de los sondeados -entre ellos Celestino Corbacho, alcalde de L'Hospitalet, y Manuela de Madre, ex alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet- se apunt¨® a la idea, que finalmente fue abandonada.

Los dirigentes consultados por Blanco corrieron a denunciar la "intromisi¨®n" del PSOE a Montilla, quien frustr¨® la operaci¨®n.