El ¨²ltimo recurso
La familia del ¨²ltimo fusilado en la dictadura pedir¨¢ a la ONU la nulidad del juicio
Han pasado 32 a?os y la familia de Humberto Baena Alonso, uno de los cinco ¨²ltimos condenados a muerte por la dictadura de Franco, no cesa en su empe?o de limpiar el nombre de aquel joven vigu¨¦s de 24 a?os que fue fusilado, tras un sumar¨ªsimo juicio militar, la tarde del 27 de septiembre de 1975. Mientras los pol¨ªticos negocian contrarreloj en Madrid c¨®mo articular en una ley de Memoria Hist¨®rica que permita reconocer derechos de las v¨ªctimas de la Guerra Civil y la dictadura, los hermanos de Baena ya han agotado, sin ¨¦xito, todos sus recursos ante los tribunales en Espa?a e incluso ante el europeo de la Haya para tratar de obtener la nulidad de aquel juicio en el que Humberto, militante del FRAP, fue condenado por el asesinato de un polic¨ªa ocurrido un d¨ªa antes de que el joven llegase a la capital.
"No queremos indemnizaci¨®n, s¨®lo que se limpie su nombre", dice la hermana
Un escrito imputaba a Baena la muerte de un polic¨ªa cinco d¨ªas despu¨¦s de su detenci¨®n
Pero la familia ya tiene preparado su siguiente asalto: cursar la solicitud ante Naciones Unidas. Ser¨¢ la primera demanda de una victima de la dictadura espa?ola que llegar¨¢ a la sede de la ONU.
A Flor Baena a¨²n se le atragantan las l¨¢grimas cuando relata la lucha jur¨ªdica sin descanso, que a la muerte de sus padres, continu¨® para tratar de que su hermano Humberto, P¨ªter como le llamaban en casa, deje de ser declarado oficialmente "asesino" y pase a ser reconocido como "asesinado". "No queremos indemnizaciones, s¨®lo que se limpie su nombre", explica esta mujer que a¨²n no desespera, como reclam¨® por carta a los pol¨ªticos de derecha e izquierda, que salga adelante una Ley de Memoria Hist¨®rica "para que se puedan revisar los procesos judiciales" que se sucedieron desde 1936 hasta la muerte de Franco.
Apenas dos meses antes de fallecer el Caudillo, se ejecutaron, en medio de protestas internacionales de todas las instancias (la ONU, la Uni¨®n Europea y hasta el Papa Pablo VI), las ¨²ltimas cinco condenas a muerte en Espa?a: dos miembros de ETA, ?ngel Otaegui y Juan Paredes, fueron fusilados en Barcelona a la misma hora en la que un pelot¨®n en Madrid acaba con la vida de tres militantes del FRAP, Baena, el tambi¨¦n vigu¨¦s Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Bravo y Ram¨®n Garc¨ªa Sanz.
El ¨²nico delito de Humberto, clama su familia, era la de ser republicano. No estaba en Madrid cuando se cometi¨® el asesinato por el que se le conden¨® a muerte. Juzgado por un tribunal militar, se le aplic¨® con car¨¢cter retroactivo la Ley Antiterrorista de 1975 que el r¨¦gimen franquista aprobar¨ªa tras su detenci¨®n. No hubo pruebas de bal¨ªstica y de nada valieron las declaraciones ante la polic¨ªa de dos mujeres que aseguraron que el joven que mat¨® a un polic¨ªa ante sus narices no era ese Humberto Baena cuya fotograf¨ªa sal¨ªa por televisi¨®n bajo el ep¨ªgrafe de asesino. "Todos est¨¢n metidos en el mismo saco, olv¨ªdese se?ora", le espet¨® un alto mando de la Guardia Civil a una de las dos testigos. La abogada de los Baena, Doris Benegas, acaba de encontrar oculto en un archivo otro escrito de acusaci¨®n preparado contra el joven vigu¨¦s por el que se le imputaba otra muerte de un polic¨ªa ocurrida cinco d¨ªas despu¨¦s de su detenci¨®n.
Todas estas irregularidades que permitieron sentenciar a Humberto Baena de nada sirvieron para avalar los recursos judiciales de su familia, pidiendo la nulidad de su condena. El Tribunal Constitucional, en 2002, deneg¨® la demanda alegando que los hechos ocurrieron antes de aprobarse la Carta Magna de 1978. Tres a?os despu¨¦s, el Tribunal Europeo se desentendi¨® del caso bajo el argumento de que Espa?a no hab¨ªa firmado la Declaraci¨®n de Derechos Humanos. "Ahora s¨®lo queda Naciones Unidas", indica Flor Baena. Y ayer en el peque?o homenaje anual que se celebra ante la tumba de su hermano, en el cementerio de Pereir¨®, en Vigo, rez¨® por una Ley de Memoria Hist¨®rica "amplia". Lo m¨ªnimo, dice, en un pa¨ªs como Espa?a en el que la Justicia s¨ª se ocupa de cr¨ªmenes cometidos en dictaduras de otras latitudes como la argentina o la chilena.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.