La v¨ªctima falsa del 11-S

La historia que Tania Head comparti¨® durante a?os con periodistas, estudiantes, amigos y centenares de visitantes de la zona cero era un detallado relato de vida y de muerte. Hab¨ªa sobrevivido, dec¨ªa, al ataque terrorista del World Trade Center, pese a resultar herida cuando el avi¨®n choc¨® en la Torre Sur.

Arrastr¨¢ndose entre el caos y los destrozos de la planta 78, dec¨ªa, top¨® con un hombre moribundo que le dio su anillo de bodas y lo entreg¨® despu¨¦s a la viuda.

Ella misma se salv¨®, dec¨ªa, gracias a un voluntario abnegado que apag¨® las llamas que hab¨ªan prendido en su ropa antes de bajar las escaleras. En la huida le quedaban fuerzas porque pensaba incesantemente en el precioso vestido blanco que iba a llevar en su inminente boda con un hombre llamado Dave.

"No he hecho nada ilegal", se limita a contestar cuando le pregunta la prensa

Contaba todo tipo de detalles y hac¨ªa de gu¨ªa en la 'zona cero', pero nada encajaba

Entonces a¨²n no sab¨ªa, dec¨ªa, que Dave, su prometido, y en algunas versiones su marido, hab¨ªa fallecido en la Torre Norte.

El relato de Head la convirti¨® en uno de los 19 supervivientes que se encontraban en el edificio por encima de la planta donde choc¨® el avi¨®n. Su emocionante historia ten¨ªa un gran impacto entre los estudiantes que visitaban la zona cero, donde a menudo hizo de gu¨ªa para visitantes tan distinguidos como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg; su antecesor, Rudolph Giuliani, y el ex gobernador del Estado, George Pataki.

"Nunca olvidar¨¦ lo que vi", dijo en un acto universitario en 2006. Y a?adi¨®: "Hab¨ªa mucha muerte y destrucci¨®n, pero siempre vi esperanza".

La mayor parte del relato de Head se coloc¨® en la web de la Red de Supervivientes del World Trade Center, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro de la que fue presidenta y persona de contacto para los donativos de las empresas. Pero, por lo que se ve ahora, nadie hab¨ªa verificado ninguna parte de la historia.

La familia y los amigos del hombre con el que supuestamente iba a casarse, que efectivamente falleci¨® en la torre, dicen que nunca hab¨ªan o¨ªdo hablar de Tania Head y consideran imposible que existiera la relaci¨®n.

Un portavoz de Merrill Lynch, empresa en la que dec¨ªa que trabajaba cuando sucedi¨® el atentado, sostiene que en los archivos de la compa?¨ªa no consta haber empleado a ninguna Tania Head.

Y parece que nadie de los muchos que escucharon su historia se atrevi¨® a preguntar el nombre de la persona que le dio el anillo o en qu¨¦ hospital se recuper¨® o la identidad de los heridos con quienes coincidi¨® en la Torre Sur aquella ma?ana del 11 de septiembre de 2001. "Cre¨ªa que eran cosas demasiado privadas y dolorosas como para pregunt¨¢rselo", explica la madre de una de las v¨ªctimas.

En las ¨²ltimas semanas, The New York Times ha intentado varias veces entrevistarla. Pero cancel¨® en tres ocasiones encuentros apalabrados esgrimiendo motivos de privacidad y problemas emocionales, y rechaz¨® aportar detalles para corroborar su relato. Durante una conversaci¨®n telef¨®nica el pasado martes, se limit¨® a subrayar que no ha solicitado ninguna petici¨®n al fondo de compensaciones para v¨ªctimas. "No he hecho nada ilegal", dijo. Su abogado, emplazado a aclarar el rigor de su relato, mand¨® un e-mail: "En relaci¨®n con la veracidad de la historia de mi cliente, ni ella ni yo tenemos ning¨²n comentario que hacer".

La Junta de la Red de Supervivientes la ha apartado de la presidencia esta semana y ya no har¨¢ m¨¢s de gu¨ªa. Los colegas que la han visto trabajar apasionadamente en los ¨²ltimos tres a?os admiten que no saben nada de su vida antes de 2001. Y el curr¨ªculum que ha ido divulgando, lleno de t¨ªtulos acad¨¦micos, viajes y supuestos contactos, tiene muchos agujeros. Nada encaja.

En realidad, casi nada de lo que ha contado, incluyendo todo lo referente a la terrible ma?ana del 11-S, supera la prueba de la confrontaci¨®n con la realidad. Si se rasca un poco, las contradicciones afloran. A m¨¢s preguntas, menos claridad. El pasado fin de semana, incluso le confes¨® a otra voluntaria que en realidad su relaci¨®n con Dave, con el que supuestamente iba a casarse, era una fantas¨ªa.

De hecho, la familia de Dave y varios de sus amigos subrayan que nunca hab¨ªan o¨ªdo hablar de Tania Head. En los mensajes revisados de su correo electr¨®nico, este nombre no aparece.

Los conocidos de Head dicen que en los ¨²ltimos a?os parec¨ªa entregada a la causa de unir y apoyar a los supervivientes del 11-S. No ganaba dinero como presidenta de la Red de Supervivientes. Tampoco como gu¨ªa de la zona cero. Y ofrec¨ªa su propio piso para reuniones de la asociaci¨®n.

Seg¨²n su relato, la persona que le salv¨® era Welles Remy Crowther, de 24 a?os, que muri¨® abrasado tras ayudar a mucha gente a escapar. Incluso pidi¨® cenar a solas con sus padres y les cont¨® los hechos aderezados con todo tipo de detalles: "Dijo que a¨²n conservaba su ropa quemada y que nos mandar¨ªa un trozo porque era una de las ¨²ltimas cosas que nuestro hijo hab¨ªa tocado", recuerda Jefferson Crowther, el padre del h¨¦roe fallecido. "Parec¨ªa muy sincera en todo lo que nos contaba", a?ade.