De la mundializaci¨®n a la globofobia
A la confusi¨®n derivada de la condici¨®n polis¨¦mica de la mundializaci¨®n -al mismo tiempo un proceso, una pr¨¢ctica, una categor¨ªa de an¨¢lisis, un resultado y un conjunto de condiciones estructurantes- ha venido a agregarse la utilizaci¨®n, como siempre, multiusos a que se le ha destinado en el mundo medi¨¢tico, lo que la ha convertido en la salsa de todos los guisos explicativos de la sociedad actual. La generalizaci¨®n que ello ha supuesto ten¨ªa que llevarla en un primer momento necesariamente a la trivialidad, y despu¨¦s a su rechazo. Por otra parte, su gran agente, la empresa multinacional, de vocaci¨®n y alcance planetario est¨¢ sometida hoy, como todas las empresas, a una doble implosi¨®n, por arriba, con la desaparici¨®n de sus creadores y propietarios, sustituidos por los accionistas en una primera fase y despu¨¦s por colectivos an¨®nimos e intercambiables llamados fondos de inversi¨®n; y, por abajo por la volatilidad de sus empleados, objeto de la m¨¢s radical precariedad, sentados todos en sillas eyectables, lo que hace imposible que puedan identificare con la empresa, y, menos a¨²n, considerarse parte de ella. Sin patronos conocidos, sin obreros fijos, amenazada de una imparable desrealizaci¨®n en sus contenidos, tanto en bienes como en servicios, perdidas sus referencias permanentes, su ¨²nica seguridad es la actividad financiera y su localizaci¨®n m¨¢s previsible es la Bolsa de valores. Son los ¨²nicos ¨¢mbitos en los que cabe hoy por una parte la creatividad econ¨®mica, y por otra los ¨²nicos que pueden funcionar como soportes de la geoeconom¨ªa y por ende de la geopol¨ªtica.
S¨®lo un ejemplo de la primera es la actual capacidad generadora, para bien y para mal, del ¨¢mbito financiero. El lanzamiento y potenciaci¨®n de las CDO (Collateralised Debt Obligations), que son carteras de cr¨¦ditos de muy diversa naturaleza, apoyados con frecuencia en otros haberes -Asset Backet Securities-, entre ellos las famosas subprimes, han permitido a los bancos cubrirse del riesgo de impago de muchos de los cr¨¦ditos concedidos demasiado generosamente a sus clientes. A la segunda hay que apuntarle la modificaci¨®n geoecon¨®mica capital a que estamos asistiendo, que ha mudado el z¨®calo de la perspectiva global que se impuso y consolid¨® en la "primera mundializaci¨®n" (1871-1914), y que hizo del espacio euroatl¨¢ntico o transatl¨¢ntico el soporte fundamental del mundo, pero que hoy ha sido sustituido por el ¨¢mbito traspac¨ªfico. El joven y brillante economista franc¨¦s Eloi Laurent, colaborador del Office Fran?ais de Conjoncture Economique, profesor del Instituto de Sciences Politiques (Par¨ªs), miembro del Colegio de Altos Estudios Europeos Miguel Servet, en su reciente art¨ªculo Globalization : End of the Beginning or Beginning of the End (en http://www.theglobalist.com/storyid.aspx?StoryId=6437) sostiene que estamos asistiendo a un extraordinario acercamiento estructural de EE UU y China, que, por otra parte, se han convertido en los dos grandes pilares de la nueva mundializaci¨®n. Ese acercamiento es patente para el autor, en dos aspectos que tienen una fuerte incidencia en el proceso mundializador. En primer lugar, el aumento de las desigualdades dentro de cada uno de los dos pa¨ªses, que es hoy uno de los indicadores m¨¢s determinantes en la configuraci¨®n de sus sociedades y de sus comportamientos identitarios de masa. Desigualdades, por lo dem¨¢s, que medidas de acuerdo con el ¨ªndice de Gini alcanzaron en China, en 2004, el 0,472 (fuente, el Asian Development Bank) y en EE UU, el 0,469 en 2005 (fuente U.S.Census Bureau) y cuya fuerte analog¨ªa explica las reacciones comunitarias y sobre todo xen¨®fobas en ambos. El rechazo de lo extranjero que suponen se extiende al comercio exterior, al que se culpa de la reducci¨®n del empleo, de acuerdo con un sondeo de opini¨®n del World Public Opinion Poll, que concluye que el 60% de los norteamericanos responsabilizan de esa situaci¨®n a los intercambios internacionales, impugnaci¨®n que en Francia llega ya al 73%. Sin olvidar que la discutible calidad, incluso sanitaria, de los productos chinos ¨²ltimamente exportados ha enrarecido a¨²n m¨¢s el clima, durante el verano pasado. Esta valoraci¨®n negativa de los intercambios internacionales y el resurgimiento nacionalista y comunitario est¨¢ comenzando a transformar la globofilia (mundializaci¨®n) en la globofobia que se?ala el profesor Laurent.
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