Es hora de que Francia vuelva a la OTAN
?Ha llegado el momento de que Francia, decidiendo volver a la OTAN, tome una iniciativa que podr¨ªa remodelar la geopol¨ªtica mundial? El general De Gaulle abandon¨® la estructura militar de la OTAN en 1966, aunque Francia siguiera siendo miembro de su estructura pol¨ªtica. De Gaulle lo hizo para poner de relieve la independencia de Francia y su control soberano sobre su propio ej¨¦rcito. Y de una u otra forma, ¨¦sta es la l¨ªnea que han seguido todos los sucesores de De Gaulle.
Es dif¨ªcil apreciar de qu¨¦ manera la solitaria geopol¨ªtica soberana practicada por Francia ha ayudado a ese pa¨ªs a fomentar sus intereses nacionales o a lograr un mundo m¨¢s seguro. Mitterrand fue incapaz de perfilar una pol¨ªtica balc¨¢nica eficaz, a pesar de la presi¨®n que ejerci¨® la opini¨®n p¨²blica francesa para que su pa¨ªs pusiera fin al cerco de Sarajevo y al asesinato de musulmanes por parte de los carniceros de Milosevic. Al final, fue el poder¨ªo a¨¦reo estadounidense y la aplicaci¨®n de la diplomacia pol¨ªtico-militar de la OTAN los que estabilizaron los Balcanes.
Jacques Chirac cre¨ªa tener un toque m¨¢gico con los dirigentes ¨¢rabes, a los que cortejaba. Pero ahora los soldados franceses est¨¢n empantanados en L¨ªbano y Afganist¨¢n. A pesar del estr¨¦pito que gener¨® el env¨ªo de tropas francesas al L¨ªbano despu¨¦s del conflicto de 2006 con Hezbol¨¢, Francia ha sido incapaz de impedir el flujo de armamento que, procedente de Ir¨¢n y Siria, entra en territorio liban¨¦s.
Mientras que el resto de Europa, empezando por la Espa?a de los Gobiernos socialistas de la d¨¦cada de 1980 y por la Europa poscomunista una d¨¦cada despu¨¦s, se precipitaba a entrar en la OTAN, Francia manten¨ªa su indiferencia gaullista hacia una Alianza que buscaba un nuevo papel. Ahora, en la sede central de la OTAN en Bruselas, los rusos son m¨¢s numerosos que los franceses en las importantes asambleas parlamentarias de esa organizaci¨®n.
Durante la d¨¦cada de 1960, Estados Unidos fue la potencia militar suprema fuera del bloque socialista. Hoy en d¨ªa, es un animal herido y sus soldados est¨¢n rodeados de un enemigo islamista cada vez m¨¢s poderoso en Irak y Afganist¨¢n. Los amigos de EE UU miran con recelo a sus l¨ªderes actuales, que topan con un abierto desprecio entre gran parte de la clase pol¨ªtica del viejo continente. Sin embargo, la detenci¨®n de ciudadanos alemanes entrenados por Al Qaeda en Pakist¨¢n y dispuestos a matar a sus compatriotas en masa demuestra que, para los yihadistas, Francfort es un blanco tan leg¨ªtimo como Londres o Madrid.
El ex ministro de Asuntos Exteriores alem¨¢n, Joschka Fischer, ha dicho que las ideas del fundamentalismo yihadista son "el nuevo totalitarismo". Las democracias de la d¨¦cada de 1930 no se armaron contra el totalitarismo ni reaccionaron frente al fascismo con medidas preventivas, y as¨ª no acudieron en auxilio de la democracia republicana espa?ola en 1936. Despu¨¦s de 1945, ya hab¨ªan aprendido la lecci¨®n. La OTAN envi¨® a la ideolog¨ªa estalinista el mensaje inequ¨ªvoco de que la democracia se defender¨ªa con las armas. El poder blando tard¨® otras cuatro d¨¦cadas en socavar el comunismo, pero desde el principio la OTAN envolvi¨® a la comunidad euroatl¨¢ntica con un tel¨®n de acero para defenderla de cualquier iniciativa que comportara el uso de la violencia y las armas contra la democracia.
De Gaulle se permiti¨® el lujo de retirar a Francia de la OTAN porque la Alianza ya hab¨ªa estabilizado Europa. ?Acaso el nuevo presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, est¨¢ dispuesto a ser tan atrevido como De Gaulle y a proclamar que ha llegado el momento de que Francia vuelva a la OTAN? As¨ª enviar¨ªa un mensaje de lo m¨¢s claro a los enemigos de la democracia, indic¨¢ndoles que el nuevo totalitarismo, as¨ª definido por Fischer, no pasar¨¢. Una OTAN que reintegrara a Francia podr¨ªa darle una dimensi¨®n europea a una nueva pol¨ªtica de seguridad destinada a ayudar a los Gobiernos electos de Afganist¨¢n, L¨ªbano y, en su momento, Pakist¨¢n e incluso Irak a derrotar a sus enemigos externos.
El hecho de que Francia se mantenga fuera de la OTAN dificulta, cuando no imposibilita, imaginarse una pol¨ªtica de defensa europea com¨²n. El mundo es demasiado peque?o como para que existan, en materia de defensa, discrepancias entre las doctrinas, las estrategias, los contingentes y los equipamientos de Europa y la OTAN. Los soldados, los tanques, los aviones, los barcos y el pensamiento pol¨ªtico-militar europeos se basan en tradiciones nacionales. Una Francia integrada en la OTAN podr¨ªa dar inicio a una racionalizaci¨®n, largo tiempo esperada, tanto de la pol¨ªtica militar europea como de sus contornos y pr¨¢cticas en materia de compras.
El miedo a que una Francia inserta en la OTAN suponga la subordinaci¨®n de Francia a Washington carece de fundamento. En este siglo, orgullosos miembros de la Alianza, como Espa?a, Alemania e Italia, no han tenido reparos en hacer caso omiso de algunas solicitudes de apoyo militar de Washington. La OTAN se basa en una alianza democr¨¢tica de naciones dispuestas, no obedientes. Los nuevos l¨ªderes estadounidenses tendr¨¢n que desarrollar una relaci¨®n distinta con Europa. Pero el viejo continente ser¨¢ mucho m¨¢s fuerte si Francia vuelve a la OTAN.
Habr¨¢ que superar dos objeciones. La primera radica en la irreflexiva izquierda francesa, que gritar¨¢ horrorizada ante la vuelta de Francia a la OTAN. Deber¨ªa aprender del ejemplo de Espa?a, donde el socialista Felipe Gonz¨¢lez convoc¨® y gan¨® un refer¨¦ndum sobre la entrada del pa¨ªs en la Alianza. La segunda objeci¨®n surge de los conservadores soberanistas brit¨¢nicos, que se opondr¨¢n a cualquier aumento del poder militar europeo. Sin embargo, ahora que los soldados brit¨¢nicos luchan y mueren en Afganist¨¢n, seguramente hasta los m¨¢s intransigentes euroesc¨¦pticos podr¨¢n aceptar que tiene sentido forjar una identidad militar europea con confianza en s¨ª misma. Ninguna naci¨®n europea puede por s¨ª sola recurrir con eficacia a la fuerza militar. Una OTAN renovada, con una Francia de vuelta al redil y una nueva unidad militar integrada en Europa, enviar¨ªa a los enemigos de la democracia el mensaje claro de que no van a ganar.
Denis MacShane, parlamentario laborista brit¨¢nico y ex ministro de Asuntos Europeos, es delegado del Reino Unido en la Asamblea Parlamentaria de la OTAN. Traducci¨®n de Jes¨²s Cu¨¦llar Menezo.
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