Pedro Cavadas, en el filo del bistur¨ª
Prepara un trasplante de cara. Ha sido el primer cirujano en el mundo en trasplantar a una mujer ambas manos. Pese a su juventud, Pedro Cavadas est¨¢ en la cirug¨ªa m¨¢s puntera del momento y ha creado una fundaci¨®n para hacer medicina altruista en ?frica.
Ha trasplantado manos perdidas mucho tiempo atr¨¢s, reconvertido una mano derecha en izquierda, recompuesto con ¨¦xito cr¨¢neos o penes, y prepara un trasplante de cara. Es un cirujano puntero de prestigio internacional, que se mueve en un terreno que todav¨ªa levanta pol¨¦micas. Su operaci¨®n a una mujer a la que implant¨® dos manos a la altura de los antebrazos, la primera en el mundo, forma ya parte de la literatura cient¨ªfica.
Tiene una cl¨ªnica privada y una fundaci¨®n con su nombre en Valencia, pero sus grandes operaciones las realiza en un hospital de la sanidad p¨²blica. Le gusta la aventura y hace medicina altruista en ?frica. Todos los a?os realiza uno o dos viajes al continente negro y opera mutilaciones, a veces terribles, en ni?os que apenas saben lo que es un m¨¦dico. En ocasiones los trae a su casa valenciana y los mantiene durante meses, a ellos y sus familiares, mientras dura el posoperatorio, despu¨¦s de ense?arles c¨®mo funciona un grifo o un interruptor de la luz.
"La ignorancia de la medicina se llama cirug¨ªa, salvo en los traumatismos, la cirug¨ªa del taller de reparaciones"
"Se puede hacer ya un transplante completo de cara, el problema es el que incluye los p¨¢rpados"
El paciente al que implant¨® su mano derecha en un brazo izquierdo amputado ya empieza a agarrar cosas
Est¨¢ acostumbrado, pese a su juventud, a ver su nombre en los medios de comunicaci¨®n junto a la so?ada frase "por primera vez". Se llama Pedro Cavadas, tiene 42 a?os, dos hijas chinas, y un f¨ªsico espigado y cetrino a lo Adrien Brody, el actor que ha interpretado a Manolete y de gran parecido f¨ªsico con el torero. Como se lo repiten, hace bromas: "Somos una trilog¨ªa". Hace unos a?os coleccionaba coches de lujo, pero ?frica fue su camino de Damasco, y la ca¨ªda del caballo le lleg¨® por los caminos de tierra de Kenia.
Viste con vaqueros, camisa deportiva y mocasines sin calcetines, todo muy informal pese a que le aguarda la consulta de su cl¨ªnica privada. Su despacho es de un absoluto minimalismo, tan sobrio y escueto como despersonalizado. Ni un cuadro, ni una foto, ni un diploma, ni un libro. Nada que recuerde una consulta m¨¦dica. "No me gusta disfrazarme de m¨¦dico", lo que incluye ignorar la bata blanca. Tambi¨¦n es sobrio en el hablar, contundente y pel¨ªn seco, quiz¨¢ por timidez ?que aflora en el momento de las fotos? o quiz¨¢ formas de alguien acostumbrado a no hacer concesiones ni perder un minuto de su tiempo.
Es imposible no reparar en sus manos estilizadas de largu¨ªsimos dedos, unas manos de cirujano pl¨¢stico que presume de no haber hecho cirug¨ªa est¨¦tica. "Renunci¨¦ a Satan¨¢s, a sus obras y pompas? Nunca me gust¨® la est¨¦tica, lo que pasa es que la especialidad se llama cirug¨ªa pl¨¢stica, reparadora y est¨¦tica, y una parte es la cosm¨¦tica. Pero con todo respeto para la gente que se dedica a ella, no me gusta ese tipo de pacientes, no me gusta ese tipo de cirug¨ªa, no me gusta la medicina de la banalidad, prefiero pacientes de verdad con problemas de verdad, es mucho m¨¢s interesante y gratificante desde el punto de vista t¨¦cnico, cient¨ªfico y humano. Jam¨¢s, jam¨¢s he hecho cosm¨¦tica, es una de las cosas que tengo m¨¢s a gala. No me gusta el f¨²tbol, no fumo y no hago cirug¨ªa cosm¨¦tica; son mis tres logros".
No pertenece a la sanidad p¨²blica, pero sus operaciones m¨¢s sonadas, los trasplantes, los ha hecho en el hospital La Fe. Habla maravillas de la sanidad p¨²blica, pero trabaja en su cl¨ªnica privada?
Trabaj¨¦ en la sanidad p¨²blica durante un tiempo, pero lo dej¨¦ por una serie de motivos. Uno de ellos, porque por ley es incompatible trabajar privadamente con pacientes de accidentes laborales ?que es un tipo de patolog¨ªa muy interesante como t¨¦cnica? y en la Seguridad Social. Estuve tres a?os en el hospital Cl¨ªnico de Valencia y un a?o en La Fe, pero la ley de incompatibilidades se impuso y ahora hago pr¨¢ctica privada. Tenemos un concierto entre nuestra fundaci¨®n y la Conseller¨ªa de Sanidad para desarrollar un programa de trasplantes de mano. En Espa?a, por ley, los trasplantes se deben hacer en instituciones p¨²blicas, y tiene m¨¢s l¨®gica hacerlos en un gran hospital como La Fe, porque la anal¨ªtica, el posoperatorio, el seguimiento de los pacientes, es conveniente que se hagan en un centro con mucha experiencia en trasplantes. Por eso hemos hecho los de manos en La Fe, y espero que pronto habr¨¢ de cara.
Ir de "firma invitada" suele levantar muchos recelos?
Nunca me han dado el premio a la popularidad, no s¨¦ muy bien por qu¨¦, y dudo mucho que me lo den? Hay de todo, los m¨¦dicos somos un poco especiales a la hora de compaginar egos.
Sobre todo, los cirujanos
Los cirujanos somos la peor especie de m¨¦dicos, los m¨¢s vanidosos, los m¨¢s competitivos y los que menos toleramos la proximidad de alguien que se dedique a algo parecido. As¨ª que sumando todo eso? Reconozco que no soy la persona m¨¢s simp¨¢tica del mundo.
?Es timidez o cierta prepotencia?
Ay, ay, ay, lo que pasa es que hay veces que se me escapa la verdad, y cuando la verdad se escapa o la dejas ver, es malo. La verdad hace muy pocos amigos, para convivir hay que decirse mentiras, y hay d¨ªas en los que no salen las mentiras.
Algunos colegas dicen que es un cirujano estupendo, que su t¨¦cnica es puntera.
Si dicen eso, es que hay alg¨²n pero?
Lo hay, tambi¨¦n dicen que es usted en extremo vanidoso.
Los cirujanos somos muy vanidosos, pero ya me he curado de muchas vanidades. Yo era la persona m¨¢s vanidosa del mundo, pero ahora s¨®lo me queda la vanidad profesional, y espero no perderla nunca, porque es un est¨ªmulo para seguir estudiando, para sacar tiempo de donde no tienes, o para trabajar un mill¨®n de horas al d¨ªa. En gran medida, si no fuera por la vanidad, hacer cosas nuevas o establecer l¨ªneas interesantes no tendr¨ªa ninguna gracia. Probablemente la vanidad profesional es un buen motor de la excelencia profesional, pero mantener eso a raya no es f¨¢cil.
?Es un motor mayor que el af¨¢n de conocimiento, por ejemplo?
El af¨¢n de conocimiento es una forma de vanidad. La vanidad no es que te digan qu¨¦ bueno eres, qu¨¦ bien lo haces; eso es muy primario. La vanidad tiene muchas formas, y conocer m¨¢s es una forma de vanidad entendida en sentido amplio. Los cirujanos, sobre todo, queremos que se desarrolle algo, pero que lleve tu nombre. Somos la peor especie de m¨¦dicos que hay.
Son los que se llevan casi toda la gloria, pero en la profesi¨®n m¨¦dica se suele decir que los importantes son los cl¨ªnicos.
La cirug¨ªa es la magia de los grandes aparatos, es como hacer desaparecer la torre Eiffel. Creo que Juan Tamarit es mucho mejor que David Copperfield, pero hace truquitos peque?os, sorprendentes pero peque?itos, que nunca reunir¨¢n a 50.000 personas en un estadio. Y Copperfield hace desaparecer un avi¨®n de 500 toneladas. La cirug¨ªa es la magia de las grandes toneladas, el fuego artificial, la carcasa. La medicina cl¨ªnica es tan importante o m¨¢s que la cirug¨ªa, pero el medico cl¨ªnico, salvo el intensivista, no tiene resultados inmediatos, clamorosos, caso de que haya cirug¨ªas clamorosas, porque al final puede haber cirug¨ªas singulares, pero lo que cuenta es el trabajo diario. Adem¨¢s, la cirug¨ªa es una especialidad en franco retroceso, ha perdido much¨ªsimo terreno frente a la medicina y va a perder mucho m¨¢s.
?Frente a los tratamientos gen¨¦ticos o celulares?
No, frente al conocimiento. La cirug¨ªa es un modo tecnol¨®gico muy aparente, muy bonito, de mostrar nuestra ignorancia. La ignorancia de la medicina se llama cirug¨ªa, salvo en un tipo de patolog¨ªa concreta que es la traum¨¢tica, la cirug¨ªa del taller de reparaciones. Una persona se pega un trompazo, se rompe o amputa un brazo, una tibia, y all¨ª llega el mec¨¢nico que arregla las cosas. ?se ser¨¢ probablemente el ¨²ltimo basti¨®n de la cirug¨ªa, las dem¨¢s son nuestra ignorancia de las enfermedades.
O sea, que los cirujanos ser¨¢n unos mec¨¢nicos ilustrados.
Completamente, ¨¦se es el ¨²ltimo basti¨®n de la cirug¨ªa. Eso, y las malformaciones cong¨¦nitas durante alg¨²n tiempo, hasta que se puedan diagnosticar precozmente y reconducir antes de que ocurran. Pero claramente, el ¨²ltimo sitio de la cirug¨ªa ser¨¢ el traumatismo, que cada vez hay m¨¢s.
Sus colegas tambi¨¦n dicen que se arriesga demasiado en sus operaciones, que hace una cirug¨ªa al l¨ªmite. No s¨¦ si es un elogio o una cr¨ªtica.
Si lo dice un compa?ero de profesi¨®n, debe de ser malo, suele serlo. Lo cierto es que al final he acabado dedic¨¢ndome a pacientes que en la mayor¨ªa de los casos est¨¢n al l¨ªmite, casos muy complejos en los que hay que correr bastantes riesgos, pero son riesgos que explicas al paciente junto con las probabilidades y al final es ¨¦l quien decide. Pero en primera l¨ªnea siempre tiene que estar alguien, es la l¨ªnea que marca lo que es posible o no, y esas personas son las que deciden para bien y para mal, los que se llevan la gloria y las bofetadas.
Usted se ha llevado ya pedacitos de gloria, ?tambi¨¦n le han ca¨ªdo bofetadas?
?Oh, s¨ª, s¨ª!, bastantes? Afortunadamente, hemos tenido muy pocas complicaciones.
Su primera operaci¨®n medi¨¢tica la hizo hace cuatro a?os. Un brazo amputado a un camionero, mantenido unido a su pierna 'nodriza' durante nueve d¨ªas hasta que pudo implantarse en su sitio. ?C¨®mo est¨¢?
?sa fue la primera de las ex¨®ticas, la primera a la que prest¨® atenci¨®n la prensa porque las fotos eran muy llamativas, y con esa secuencia era la primera vez que se hac¨ªa en el mundo. El paciente est¨¢ muy bien, el brazo tiene la misma funci¨®n que si no hubiera ocurrido nada y lo hubi¨¦ramos podido colocar en su sitio desde el primer momento. El codo lo mueve bien, tiene una pinza b¨¢sica, que es lo que se busca en un reimplante a ese nivel.
Segunda operaci¨®n sonora: primer trasplante bilateral de manos del mundo, a la altura de los antebrazos, a una mujer. Creo que la paciente lleg¨® a su consulta diciendo: "S¨¦ que no se ha hecho antes, pero quiero que me haga un trasplante de manos". ?Fue un desaf¨ªo que no pudo resistir?
Un desaf¨ªo absoluto. Hasta entonces me tentaba much¨ªsimo la idea de hacer un programa de trasplantes de mano, no se trataba de hacer uno para halagar la vanidad, sino de iniciar un programa y poner la experiencia en conjunto con los otros grupos del mundo, media docena, que los ejecutan. No ve¨ªa el modo de hacerlo en Espa?a porque las relaciones de despacho nunca han sido mi fuerte, y Alba fue el est¨ªmulo necesario para empezar un oc¨¦ano interminable de papeles y tr¨¢mites para conseguir que nos acreditaran el programa. Lo conseguimos, la operamos, y tenemos m¨¢s pacientes esperando. Mi intenci¨®n es hacer unos cuantos trasplantes.
?C¨®mo est¨¢ la paciente nueve meses despu¨¦s?
Muy bien, lleva vida aut¨®noma completamente, tiene sensibilidad y es capaz de hacer muchas cosas, aunque hay que operarla m¨¢s veces para mejorar el resultado porque no me conformo, creo que podr¨ªa quedar mejor.
Estamos acostumbrados a los trasplantes de coraz¨®n, de h¨ªgado, de pulm¨®n, son v¨ªsceras que no vemos, pero ?c¨®mo se reacciona ante un trasplante de manos, las manos de un ser querido que hemos tocado o nos han acariciado?
De las peticiones se encarga la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, que hace un trabajo impecable, es mod¨¦lica en el mundo y funciona como un reloj. Me imagino que las familias son m¨¢s reacias por varios motivos, porque el h¨ªgado o el p¨¢ncreas no sabe nadie d¨®nde est¨¢n, y no hay ninguna afectividad asociada a ellos, ni siquiera al coraz¨®n como bomba muscular. Sin embargo, con las manos s¨ª, con todas las partes visibles hay mucha emotividad asociada; adem¨¢s, como son trasplantes que todav¨ªa son singulares, ocurre que los familiares del donante van a ver al receptor de los ¨®rganos de su ser querido.
Pero la ONT establece que los trasplantes sean an¨®nimos.
S¨ª, pero no se puede evitar que los familiares del donante vean en la tele que se ha hecho un trasplante de manos y piensen que a su familiar, por las mismas fechas, le quitaron las manos? Los trasplantes de manos y cara conllevan una situaci¨®n con sentimientos muy enfrentados y aut¨¦nticos, pero tardamos s¨®lo tres meses en encontrar un donante para el caso de Alba. Y desde hace seis meses estamos estudiando otros casos.
Quiere hacer un trasplante de manos sin precedente, a la altura del codo?
T¨¦cnicamente, quir¨²rgicamente, es m¨¢s f¨¢cil que los anteriores, el manejo anest¨¦sico y de desangrado es m¨¢s dif¨ªcil, la rehabilitaci¨®n tambi¨¦n, y el resultado es mucho peor. Pero una persona que est¨¢ amputada por debajo de los hombros no puede agarrar nada, hacer nada, necesita ayuda para la higiene y funciones fisiol¨®gicas m¨¢s b¨¢sicas; entonces el resultado de un trasplante a ese nivel, que no se ha hecho en el mundo, creo que es favorable para el paciente. Tenemos uno, que hace poco perdi¨® los brazos, dispuesto. Pero hay que esperar que pase cierto tiempo, tiene que rehabilitar los mu?ones y conviene que haya convivido un poco con su estado de amputaci¨®n para que la comparaci¨®n no sea con los brazos normales, sino con no tener brazos, porque cualquier resultado de cualquier trasplante comparado con una mano normal es muy pobre, pero comparado con no tener mano es maravilloso.
Creo que s¨®lo ha habido un trasplante de cara en el mundo ?hace dos a?os, en Ly¨®n, a una mujer a la que su perro destroz¨® la cara?, pero usted prepara otro.
En realidad ha habido tres trasplantes, dos en Francia y uno en China, del que hay muy pocos datos. En Francia se han hecho dos parciales, el de Ly¨®n y otro en Par¨ªs hace muy poco, un caso magn¨ªfico, muy bien ejecutado, y que est¨¢ yendo bien por ahora. Pero los trasplantes de cara son, de momento, parciales porque nadie se atreve a hacerlos completos.
?Se puede?
S¨ª, s¨ª que se puede. El problema es el trasplante que incluye p¨¢rpados, porque si ocurre alguna complicaci¨®n con la parte trasplantada que se pierde en el posoperatorio, o al cabo de los a?os los ojos se quedan sin protecci¨®n, es un problema muy grande. Y no est¨¢ claro el bote salvavidas ante una complicaci¨®n en un trasplante completo de cara. En uno parcial, si ocurre una complicaci¨®n a largo plazo, se quita y ya est¨¢, el paciente se queda m¨¢s o menos como estaba antes del trasplante. En el caso de un trasplante completo ya estaba muy mal y se queda mucho peor, por eso hay cierto recelo todav¨ªa a realizar los que incluyen p¨¢rpados, incluso por la gente m¨¢s audaz.
?Hasta d¨®nde se puede llegar con los trasplantes?, ?d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite?
La cirug¨ªa de trasplantes de tejido compuesto (CTA) es un terreno que empieza ahora a desarrollarse en el mundo entre siete grupos ?nosotros somos uno de ellos? con trasplantes de mano y cara, pero es un terreno que va a dar pronto much¨ªsimo juego. En estos momentos, el l¨ªmite no es t¨¦cnico, ni de donaciones, ni ¨¦tico, ni de aceptaci¨®n de los pacientes; la limitaci¨®n b¨¢sica para el trasplante de tejidos compuestos es la farmacolog¨ªa. La medicaci¨®n que hay ahora para evitar el rechazo es mucho mejor que la que hab¨ªa antes, pero te puedes morir de ella, con lo cual el riesgo es alto y s¨®lo se plantean trasplantes cuyos beneficios sean enormes. Pero los tiros de la investigaci¨®n van por inducir la tolerancia inmunol¨®gica, y en unos a?os habr¨¢ resultados importantes.
Cuando una persona se modifica totalmente el rostro, puede buscarse otra identidad, es uno de los motivos por los que se recela de este tipo de trasplante.
Lo que se cambia es la cobertura, el esqueleto se mantiene. Se trata de poner una cobertura de aspecto humano, una cara a una persona que no la tiene. No hace falta ni que se parezca mucho a c¨®mo era antes ni a c¨®mo era el donante, porque sale una cosa intermedia. Se trata de que una persona que no puede verse en el espejo pueda mirarse e interactuar con otras personas sin generar rechazo o miedo horrible.
?Es su operaci¨®n so?ada?
No es lo que m¨¢s me gustar¨ªa, pero es un reto muy interesante. Habr¨ªa que pactarlo muy bien con el paciente, tendr¨ªa que ser alguien a quien compensase mucho correr todos estos riesgos. Estamos en fase de selecci¨®n para un eventual trasplante de cara. Luego hay otro reto importante, pero socialmente muy dif¨ªcil de plantear, el trasplante genital.
Usted ha hecho reconstrucciones de pene a varios ni?os africanos.
S¨ª, y quedan bastante convincentes, pero seguramente de la otra forma el resultado ser¨ªa mejor. A tres de ellos se los hab¨ªan amputado para venderlos y hacer una cocci¨®n para curar el sida, los otros fueron por ataques entre rendiles y samburus, que dirimen sus diferencias a tiros o machete.
Recientemente oper¨® a un hombre al que le faltaba la mano izquierda y perdi¨® la movilidad en su lado derecho. Le reimplant¨® la mano derecha en su brazo izquierdo, despu¨¦s de cambiar de sitio el pulgar. ?C¨®mo est¨¢ funcionando?
Hace tres meses s¨®lo y est¨¢ agarrando cosas? Hay que tener muy mala suerte para estar amputado de la mano izquierda desde hace 40 a?os y recientemente sufrir un infarto cerebral del otro lado, con que a efectos pr¨¢cticos esa persona era un amputado bilateral, como si no tuviera manos funcionalmente. Pero afortunadamente ten¨ªamos una mano suya sin control cerebral, pero que parec¨ªa razonable cambiarla de sitio, porque en el otro lado ten¨ªa una musculatura que pod¨ªa controlarla. Y eso fue lo que hicimos, y cambiar el pulgar de sitio para que pareciera una mano izquierda. La longitud de los dedos no es la misma, pero est¨¢ empezando a agarrar cosas. Esta transferencia cruzada de mano supuso al equipo meses de planeamiento y simulaciones en cad¨¢ver, es un equipo magn¨ªfico.
He le¨ªdo que en su cl¨ªnica hace unas 1.300 operaciones al a?o, eso supone m¨¢s de tres diarias sin descanso alguno. ?No son demasiadas operaciones?
S¨ª, puede ser, descanso muy poco. Trabajo mucho, pero es como los fumadores, lo dejar¨¦ cuando quiera y no me trago el humo? Pero es que me han acabado tocando los casos de reciclaje, unos casos muy complejos en los que hace falta ir muy armados. Hay d¨ªas de consulta en los que digo: que venga alguien a quien se le pueda hacer algo, una persona que tenga algo arreglable? Yo no lo hab¨ªa planeado as¨ª, pero al final la vida me ha llevado all¨ª.
Hablando de ad¨®nde lleva la vida? Junto con sus hermanos Virginia y Eduardo, arquitectos, ha hecho una fundaci¨®n m¨¦dica altruista, la Fundaci¨®n Cavadas, tras la muerte en accidente de otro hermano. Al parecer, eso cambi¨® sus vidas.
No fue as¨ª, la fundaci¨®n no est¨¢ tan relacionada directamente con la muerte de mi hermano Jaime. Mis hermanos se han implicado m¨¢s ahora desde que abrimos la cl¨ªnica, hemos convergido en el proyecto, pero la fundaci¨®n ya llevaba alg¨²n tiempo.
Pues en alg¨²n momento hubo un cambio radical en su vida, vendi¨® el Porsche y empez¨® a hacer medicina gratis. ?Qu¨¦ pas¨®?
Es cierto que iba ya por el tercer Porsche y estaba pensando en comprar el cuarto, era una pura tonter¨ªa, vanidades de las que me he curado, bobadas de quincea?ero. Es verdad que cuando empec¨¦ a ir a Kenia me cambi¨® la vida, hay un antes y un despu¨¦s de ?frica. Hab¨ªa ido a Bolivia con grandes ONG, pero no es lo mismo, es cuando comes donde comen ellos, vives donde viven ellos y estas all¨ª, cuando te das cuenta de que el mundo no gira en torno a la moda de oto?o o invierno de unos grandes almacenes, o de la Champions; que el mundo no es eso, que la inmensa mayor¨ªa de la humanidad se preocupa de otras cosas. Yo lo he visto y estoy contento. Le debo mucho, personal y vitalmente, a ?frica.
?Y por qu¨¦ decidi¨® ir a Kenia?
Me gusta ?frica, me encanta, me gusta mi trabajo y empec¨¦ a plantear hacer expediciones quir¨²rgicas all¨ª. Inicialmente las plante¨¦ como turismo-aventura, gran error. A base de ir me di cuenta de que el objetivo de la cooperaci¨®n humanitaria es otro, que lo importante en esas cosas no eres t¨². Y fue un error muy grande, uno de tantos en el que ca¨ª al principio. Luego vi que ayudar a alguien a quien no conoces de nada, y que eres la ¨²nica persona en su vida que le regala algo, es una experiencia que te cambia la vida. Eso fue lo que me cambi¨® la vida, y me deshice de los coches caros, que son carrozas de desfile de carnaval.
?C¨®mo trabaja en Kenia y Uganda?
Utilizamos hospitalitos. Hay hospitales que tienen m¨¢s cosas, otros no tienen nada, son barracones y hay que llevar absolutamente todo. Y en Kenia hemos estado en algunos medio potables para los est¨¢ndares africanos, eso quiere decir que corren los bichos por el suelo y hay moscas para parar un tren. Y eso que Kenia es de lo m¨¢s aseado de ?frica. Tenemos contacto con m¨¦dicos locales que son los que se encargan de ver a los pacientes previamente y dar la noticia de que tal d¨ªa va un equipo que har¨¢ cirug¨ªa reconstructiva gratuita. Y ese d¨ªa hay un aluvi¨®n de gente, porque all¨ª la sanidad no es gratuita, y el que no tiene dinero, o se cura o se muere.
?No le crea cierta esquizofrenia ir de los trasplantes m¨¢s punteros a una cirug¨ªa de campa?a?
Encontrar el equilibrio es dif¨ªcil, pero estoy en fase de encontrarlo, uno siempre muere en ese camino.
Un equilibrio donde la ¨¦tica parece pesar.
Soy agn¨®stico por la gracia de Dios, y si hago estas cosas, es por ¨¦tica de especie. Puedes vivir de espaldas a tu especie, pero hay cosas que no cambian con las culturas, las religiones ni las ¨¦pocas hist¨®ricas, y es un ser humano ayudando a otro, y no va a cambiar nunca porque es bueno para la especie, y las cosas buenas para la especie no cambian ni en el calamar. Y eso es ¨¦tico, honesto, y plausible ahora, dentro de cien a?os y hace cien mil a?os: un ser humano que le echa una mano a otro ser humano a cambio de creer hacer lo que toca.
Tener una fundaci¨®n est¨¢ de moda, da prestigio, se pagan menos impuestos?
Si yo fuera mi enemigo, lo dir¨ªa, eso y muchas m¨¢s cosas. La fundaci¨®n ha tomado forma con los proyectos africanos, aunque financia una parte de los trasplantes de mano (el de Alba corri¨® a cargo de la fundaci¨®n), pero el plato fuerte son aqu¨¦llos. Me encantar¨ªa ampliarla a otros pa¨ªses, pero los proyectos hay que pagarlos. Cada viaje a ?frica del equipo supone mucho dinero, traerse chavales aqu¨ª es muy caro, tengo dos ni?as que comen mucho y, b¨¢sicamente, la mantengo con mi dinero. Me encantar¨ªa tener un presupuesto de millones de euros, pero prefiero que crezca s¨®lo hasta donde pueda financiarla, porque se me da muy mal pedir cosas.
?Se ha llevado a sus hijas a ?frica alguna vez?
Me encantar¨ªa que en alg¨²n momento se vinieran a ?frica conmigo para que comparen y relativicen, pero todav¨ªa son muy peque?inas.
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