Anticoncepci¨®n, ?cuesti¨®n de g¨¦neros?

Resulta curioso que en el D¨ªa Mundial de la Anticoncepci¨®n se pase por alto la ausencia de la pastilla anticonceptiva masculina, que simplemente inhibe la movilidad del esperma con car¨¢cter transitorio y sin da?o org¨¢nico; ser¨ªa mucho m¨¢s efectiva para la humanidad porque un hombre puede hacer un hijo cada d¨ªa, una mujer s¨®lo cada nueve meses.

Ha de ser la mujer la que lleve el preservativo o adopte cualquier m¨¦todo para estar segura de que no tendr¨¢ "sorpresas", siendo la mujer la persona sexuada con m¨¢s componentes de goce al margen de la fornicaci¨®n. Es la mujer la condenada a ejercer la responsabilidad de la decisi¨®n sin coste alguno para la parte imprescindible del ¨²nico elemento humano com¨²n a los dos g¨¦neros e indisoluble: la procreaci¨®n. ?Por qu¨¦ del cord¨®n umbilical de un ni?o abandonado s¨®lo se averigua la procedencia materna? ?Qu¨¦ mujer puede hacer un hijo sola?

Falta la identidad del hombre como persona responsable de su vida, de sus afectos, de sus defectos. Se ha desarrollado en el exterior, en lo social, en lo colectivo, haciendo de esto lo importante, la econom¨ªa, la pol¨ªtica, el deporte, y dejando a la mujer la higiene, la alimentaci¨®n, la educaci¨®n, sin darse cuenta de que dominando lo interior se gobierna el entorno. Y ahora que sale la mujer al mismo espacio, el hombre se precipita al vac¨ªo. La anticoncepci¨®n debe ser cosa de dos, porque sin dos no hay raz¨®n para ella, porque no es cuesti¨®n de g¨¦nero, es la humana cuesti¨®n de la reproducci¨®n.