Hacia una gesti¨®n urbana sostenible

El Ayuntamiento de Sevilla pretende que las viviendas desocupadas con car¨¢cter permanente paguen un 50% m¨¢s en el Impuesto de Bienes Inmuebles a partir de 2008. Con esta medida, aprobada ya en ayuntamientos como el de C¨®rdoba, el consistorio sevillano afirma que lograr¨¢ que se incorporen al mercado de alquiler buena parte de las cerca de 40.000 viviendas deshabitadas que existen en la ciudad. Esto conseguir¨ªa aumentar la oferta de vivienda en alquiler y har¨ªa que se redujera el precio de ¨¦stos, permitiendo el acceso a la vivienda a estratos sociales menos favorecidos que se vieron obligados a irse a zonas perif¨¦ricas. Esto derivar¨ªa, finalmente, en una mayor cohesi¨®n social.

La iniciativa no ha dejado indiferente a casi nadie. Unos argumentan problemas legales en la aplicaci¨®n de la medida, a pesar de que la reforma de la ley 39/1988 Reguladora de las Haciendas Locales (ley 51/2002) permite a los municipios espa?oles aumentar hasta en un 50% la cuota l¨ªquida del Impuesto de Bienes Inmuebles a los "inmuebles de uso residencial desocupados". Y es precisamente ah¨ª, en la definici¨®n de "inmueble de uso residencial desocupado", donde otros encuentran un problema t¨¦cnico: no est¨¢ claro qu¨¦ se entiende por vivienda desocupada.

Dejando a un lado los resquicios t¨¦cnicos y legales que la medida pueda tener, lo que parece claro es que la iniciativa conseguir¨¢ dinamizar el mercado del alquiler y mejorar la cohesi¨®n social. Pero adem¨¢s, y este es un factor relevante en una sociedad cada vez m¨¢s preocupada por los problemas ambientales, una reforma de estas caracter¨ªsticas ser¨ªa deseable desde un punto de vista ambiental porque incentivar¨ªa la desaparici¨®n de inmuebles desocupados. Todo ello contribuir¨ªa a reducir los fen¨®menos negativos derivados de la existencia de un n¨²mero excesivo de viviendas sin habitar: el deterioro de los cascos hist¨®ricos, la dispersi¨®n de las ciudades hacia la periferia, la ocupaci¨®n de espacios naturales, la p¨¦rdida de biodiversidad y de valores paisaj¨ªsticos, el consumo intensivo e insostenible de recursos naturales o la emisi¨®n excesiva de contaminantes atmosf¨¦ricos.

El Libro Verde de Medio Ambiente Urbano recientemente publicado por el Ministerio de Medio Ambiente (Marzo de 2007), defiende la promoci¨®n de pol¨ªticas que desincentiven los inmuebles desocupados u ocupados parcialmente para impulsar comportamientos m¨¢s eficientes en el ¨¢mbito de la gesti¨®n urbana. Al proponer la introducci¨®n de aspectos ambientales en la estructura del Impuesto de Bienes Inmuebles, el Ayuntamiento est¨¢ avanzando hacia una gesti¨®n urbana m¨¢s eficiente. Y est¨¢, adem¨¢s, caminando hacia una fiscalidad urbana m¨¢s ecol¨®gica que aplica el principio "qui¨¦n contamina paga". Un nuevo modelo fiscal, al que se podr¨¢n ir a?adiendo nuevos elementos que favorezcan la protecci¨®n del medio ambiente.

La reforma propuesta podr¨ªa coexistir, por ejemplo, con otras encaminadas a aumentar el uso del transporte p¨²blico en detrimento del privado e incrementar el uso de veh¨ªculos eficientes. Los efectos ambientales y sociales negativos generados por el tr¨¢fico son argumentos suficientes para aplicar este tipo de medidas, siempre y cuando existan buenas alternativas de transporte p¨²blico.

La reducci¨®n del uso del veh¨ªculo privado se podr¨ªa lograr, por ejemplo, mediante la introducci¨®n de peajes de acceso al centro urbano. Esta medida ha sido aplicada con ¨¦xito en ciudades como Londres, donde se ha conseguido reducir las emisiones derivadas del tr¨¢fico rodado, mejorar su fluidez, reducir el nivel de contaminaci¨®n ac¨²stica o mejorar la habitabilidad de la ciudad.

En Sevilla, la falta de buenas opciones de transporte p¨²blico de acceso a la ciudad hace que pol¨ªticas como las de Londres sean poco factibles, al menos en el corto plazo. Ser¨ªan preferibles pol¨ªticas de incentivos municipales que premiaran la compra y uso de veh¨ªculos m¨¢s eficientes. Estas pol¨ªticas se podr¨ªan aplicar en base al Impuesto sobre Veh¨ªculos de Tracci¨®n Mec¨¢nica: la ley 51/2002 permite a los Ayuntamientos ofrecer bonificaciones de hasta el 75% en ese impuesto dependiendo del carburante utilizado por el veh¨ªculo, las caracter¨ªsticas del motor y su incidencia ambiental. En pa¨ªses como Alemania, el equivalente al Impuesto sobre Veh¨ªculos de Tracci¨®n Mec¨¢nica se paga desde hace tiempo en funci¨®n de esos criterios.

Actuaciones como las anteriores ponen de manifiesto que existen pol¨ªticas efectivas para mejorar la habitabilidad de nuestras ciudades. Ser¨¢ labor de todos ir avanzando en la aplicaci¨®n de esas y otras pol¨ªticas.

Patxi Gre?o es economista ambiental y analista de Naider.