Con una parte basta

Hay equipos que tienen que hacer mil cosas para que una le salga bien. En cambio, a otros con muy poco les basta. Algunos, los que creen en el azar y en divinidades lo achacar¨¢n a la suerte o a los dioses. Para los pragm¨¢ticos, no es otra cosa que talento, algo que le sobra al Villarreal como pudo comprobar ayer el Athletic, al que no le bast¨® con vaciarse y ser superior en el primer acto. Le falt¨® remate y despert¨® el ingenio del Villarreal que en la segunda mitad se puso el traje de los domingos para superar al rival.

El Athletic comenz¨® asustando. En el primer minuto, Aduriz gan¨® por velocidad a Cygan y se plant¨® ante Viera. El delantero vasco se recre¨® en su suerte y no venci¨® el ¨²ltimo obst¨¢culo que le quedaba para adelantar a su equipo. En vez de disparar hacia un costado, intent¨® regatear al meta uruguayo y meterse hasta dentro de la porter¨ªa. El tipo de jugadas que pueden condicionar el acontecer de un partido desde el inicio. El Athletic no consigui¨® marcar. Sin embargo, determin¨® en algo el posterior transcurso del tiempo. Sorprendentemente, el bal¨®n lo gobernaban los de Caparr¨®s.

Con el juguete en sus pies, el Villarreal volvi¨® a ser el de siempre, tras muchos minutos nublado

Tal dominio ten¨ªa un nombre propio: Orbaiz. El organizador reaparec¨ªa en el conjunto rojiblanco. Castigado por las lesiones, la proyecci¨®n de Orbaiz se ha visto frenada por sus problemas f¨ªsicos. Con ¨¦l en el terreno de juego, las acciones del Athletic ganan en criterio, algo de lo que no anda muy sobrado el conjunto vasco. Su estela se apag¨® en la segunda mitad. Con la contrataci¨®n de Caparr¨®s, los bilba¨ªnos han intentado recuperar parte de sus se?as de identidad. La casta, el esfuerzo, el coraje, la tradici¨®n y todos los signos del f¨²tbol de anta?o. No juegan con borcegu¨ªes y pa?uelo en la cabeza porque ya no se llevan en los tiempos que corren. S¨ª utilizan, sin embargo, ciertas caracter¨ªsticas del f¨²tbol cl¨¢sico. Nada de ocupar las bandas con futbolistas a pie cambiado. Dos extremos abiertos (Etxeberr¨ªa y David L¨®pez), como toda la vida, y dos rematadores fuertes (Aduriz y V¨¦lez).

El planteamiento, la actitud y el buen hacer del Athletic desconcertaron al Villarreal. Sus jugadores no acababan de asociarse como acostumbran. La presi¨®n vasca nublaba a los creativos amarillos. Senna, Pir¨¨s y Cazorla no se dejaban ver. Desabastecidos, Nihat y Rossi apenas interven¨ªan en las zonas calientes. El turco y el italiano se alternaban para bajar a recibir el esf¨¦rico al centro del campo al ser ambos futbolistas a los que les gusta participar en el juego adem¨¢s de intentar definir. El buen momento de los cl¨®nicos delanteros hizo que Pellegrini desestimara mezclar a uno de los dos con un referente m¨¢s puro en ataque como Tomasson o Guille Franco.

Que los entrenadores saben m¨¢s que nadie de las necesidades de su equipo queda fuera de toda duda, a pesar de los debates que genera tal cuesti¨®n. Pellegrini movi¨® ficha en el descanso y tom¨® en apariencia una decisi¨®n extra?a. Quit¨® a Josico por Javi Venta. ?ngel se situ¨® al costado de Senna en las labores organizativas. El t¨¦cnico chileno se olvid¨® de que ten¨ªa en el banquillo a Cani, un futbolista m¨¢s espec¨ªfico para tales menesteres. El Villarreal comenz¨® a funcionar. La metamorfosis se hizo evidente.

En el arranque tras el intermedio, despu¨¦s de varias combinaciones, Javi Venta profundiz¨® hasta la l¨ªnea de gol y su pase atr¨¢s fue rematado por Cazorla tras dejarlo pasar Rossi. Iraizoz, con una espl¨¦ndida parada lo evit¨®. Una jugada que define lo que es el Villarreal actual. Fue un aviso. El Athletic perd¨ªa con facilidad el esf¨¦rico. Caparr¨®s busc¨® solucionar la cuesti¨®n dando cancha a Llorente. En caso de problemas, el zapatazo a los puntas para que aguanten la pelota en espera de la llegada de jugadores de la segunda l¨ªnea, evita transiciones innecesarias.

Con el juguete en sus pies, el Villarreal volvi¨® a ser el de siempre y logr¨® desbloquear el marcador por mediaci¨®n del defensa Fuentes tras una larga jugada que termin¨® con cinco futbolistas amarillos en disposici¨®n de rematar. Fue la t¨ªpica jugada de centros, rebotes, idas y venidas, que acaba descolocando a la defensa. Fuentes, no sin apuros, remat¨® un centro templado, flojo, no bueno. Pero fue gol, porque se march¨® al lugar donde Iraizoz nunca podr¨ªa haber llegado.

Las prisas del Athletic se convirtieron en precipitaci¨®n y desesperaci¨®n. Lleg¨® con alguna asiduidad, pero sin peligro, con ese f¨²tbol previsible y directo en el que casi siempre se sabe lo que va a ocurrir. La presencia de Llorente fue absolutamente testimonial. No asust¨® y al Villarreal no le hizo falta m¨¢s. Le bastaron 45 minutos para ganar, sin un esfuerzo supremo.