El refer¨¦ndum inconstitucional de Ibarretxe tambi¨¦n divide a los nacionalistas

El nuevo plan soberanista del lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, no s¨®lo ha dividido a la sociedad vasca sino que ha roto el consenso interno en el seno del PNV. As¨ª se puso ayer de manifiesto en el D¨ªa del Partido (Alderdi Eguna), celebrado en las campas de Foronda (?lava), donde el presidente dimisionario Josu Jon Imaz y el lehendakari defendieron proyectos pol¨ªticos diametralmente opuestos.

El presidente del partido tir¨® la toalla tras conocer los planes de Ibarretxe y ante la imposibilidad de frenarlos

Imaz defiende el "acuerdo pol¨ªtico entre diferentes" como la "mejor base" para construir el futuro del Pa¨ªs Vasco

El 'lehendakari' asegura que no le "temblar¨¢ el pulso" a la hora de poner en pr¨¢ctica su plan soberanista

Mientras el primero defendi¨® que un "acuerdo pol¨ªtico entre diferentes" -es decir, entre nacionalistas y no nacionalistas- es la "mejor base" para construir el futuro pol¨ªtico del Pa¨ªs Vasco, el segundo asegur¨® que no le va a "temblar el pulso" para convocar el anunciado refer¨¦ndum, incluso sin acuerdo del Gobierno central. Aunque ambos dirigentes intentaron dar una imagen de unidad, el mensaje de Imaz fue muy claro cuando advirti¨® contra quienes quieren construir muy deprisa sin asegurar los cimientos. "Yo no quiero que a mi pa¨ªs se lo lleve el primer vendaval", enfatiz¨®.

Fuentes pr¨®ximas a Imaz reconocen que su renuncia a la reelecci¨®n estuvo motivada en gran parte por su incapacidad para frenar las intenciones de Ibarretxe, que conoc¨ªa con anterioridad. Su nuevo plan, anunciado por el lehendakari en el Parlamento vasco el viernes, supone una interpretaci¨®n cuanto menos forzada de la ponencia pol¨ªtica, que el sector soberanista y el pactista hab¨ªan consensuado de cara a la asamblea de diciembre y que se plasm¨® con la retirada de las candidaturas tanto de Imaz como del presidente del PNV de Guip¨²zcoa, Joseba Egibar, con el objetivo de evitar la confrontaci¨®n interna.

Imaz pretend¨ªa reformar del Estatuto de Gernika por los cauces legales y mediante un acuerdo entre los partidos vascos con un apoyo, al menos, similar al del Estatuto de Gernika; refrendo en el Parlamento vasco y las Cortes espa?olas y, finalmente, refer¨¦ndum. Por el contrario, Ibarretxe empieza la casa por el tejado, al pretender un acuerdo pol¨ªtico con el presidente del Gobierno para que admita el derecho de autodeterminaci¨®n, mientras esgrime como espada de Damocles una consulta a fecha fija.

Imaz ha tenido en cuenta que su confrontaci¨®n con Ibarretxe iba a estar abocada al fracaso, con los antecedentes de 1983. Entonces, el presidente del PNV Xabier Arzalluz se enfrent¨® al lehendakari Carlos Garaikoetxea, que marcaba posiciones m¨¢s radicales. Aquella primera batalla la perdi¨® Arzalluz y tard¨® mucho tiempo en recuperar la direcci¨®n del partido -m¨¢s de dos a?os- y al precio de una escisi¨®n.

Pese a la retirada estrat¨¦gica de Imaz, la radicalidad de la propuesta de Ibarretxe ha disgustado a amplios sectores de su partido, seg¨²n fuentes nacionalistas. La mayor¨ªa de los votantes del PNV no quiere la confrontaci¨®n interna. Pero amplios sectores del partido temen, tambi¨¦n, que la nueva apuesta soberanista aleje a votantes moderados.

El Gobierno est¨¢ convencido de que la apuesta soberanista de Ibarretxe obedece a una estrategia electoral, pues da por hecho que el lehendakari sabe que no va a poder materializarla. El propio Ibarretxe contempla un adelanto electoral para el pr¨®ximo oto?o si el Parlamento vasco no acepta sus propuestas en junio.

Ibarretxe vuelve a apostar por la confrontaci¨®n con el Estado en clave electoral. Le funcion¨® bien en 2001, cuando convoc¨® unas elecciones frente al bloque constituido por el PP de Jaime Mayor Oreja y el PSE de Nicol¨¢s Redondo Terreros. Entonces logr¨® movilizar el voto nacionalista y se alz¨® con la victoria. Pero seis a?os despu¨¦s, y con Rodr¨ªguez Zapatero en La Moncloa, las cosas no tienen por qu¨¦ discurrir igual, pues los socialistas no van a reeditar un "frente nacional" contra el "frente nacionalista" que pretende el lehendakari. De hecho, en febrero de 2005, al d¨ªa siguiente de que el Congreso rechazara su plan soberanista, Ibarretxe convoc¨® anticipadamente las elecciones vascas. Perdi¨® cuatro esca?os y 140.000 votos.

La clave del reto de Ibarretxe est¨¢ en el resultado de las elecciones generales de marzo, entre otros factores. Si el PNV retrocede, ser¨¢ el momento en que ??igo Urkullu, que se perfila como sucesor de Imaz en la presidencia del PNV, podr¨¢ imprimir un giro a la estrategia soberanista.

Urkullu, que ha sido el principal apoyo de Imaz en la direcci¨®n del PNV y comparte sus tesis pactistas, s¨®lo podr¨¢ enderezar el rumbo del partido, seg¨²n fuentes conocedoras del mismo, cuando decline la estrella de Ibarretxe. Y eso s¨®lo suceder¨¢ si la sociedad vasca le da la espalda en las pr¨®ximas citas electorales.

Apartado de la batalla interna, Imaz apareci¨® ayer en su tercer y ¨²ltimo Alderdi Eguna como presidente relajado y conversador, en contraste con el gesto serio y el mutismo que mantuvo durante el discurso del lehendakari en el Parlamento vasco, informa Isabel C. Mart¨ªnez. Frente a quienes vaticinan su r¨¢pido regreso a la arena pol¨ªtica, Imaz, que es qu¨ªmico, explic¨® que proyecta marcharse al extranjero con su familia en diciembre pr¨®ximo -tiene ofertas de alguna universidad brit¨¢nica y estadounidense- y que no regresar¨¢ hasta el verano pr¨®ximo, informa.