El Sevilla se ci?e al gui¨®n

Y Juande Ramos desempolv¨® el librito. El entrenador del Sevilla eligi¨® la alineaci¨®n que habr¨ªa sacado un forofo, ajeno a los condicionantes de terapeutas varios, protocolos de vestuario o concesiones a los estamentos del club. El partido era de bigote. El Sevilla se jugaba el futuro en la Liga de Campeones y el sosiego en la Liga, de cuya cabeza se encuentra ya a 10 puntos. La lesi¨®n de Javi Navarro y la ausencia definitiva de Puerta metieron en esta lista noble a Boulahrouz y Dragutinovic. Por lo dem¨¢s, cada uno con su circunstancia (en el caso de Alves, parece una cruz desde que se le frustraran los millones que le ofrec¨ªa el Chelsea), el equipo base de los ¨¦xitos sevillistas. Y los h¨¦roes, adem¨¢s, cabalgaban bajo la cellisca y una tormenta el¨¦ctrica impagable a la hora de crear ambiente para su regreso. Un pelicul¨®n.

El alimento que necesitaba el ¨¢nimo de los sevillistas pasaba por hacer pur¨¦ al Slavia. El l¨ªder de la Liga checa lleg¨® a Sevilla a echar la ca?a. Los tres puntos con los que llegaba a la segunda jornada de la Liga de Campeones le permit¨ªan afrontar el partido con tono mercantil. Sin ponerse colorados ni nada, los checos saltaron al campo con una l¨ªnea de cuatro, otra de cinco y un palomero. Buscaba el Slavia tener superioridad siempre en la presi¨®n sobre el conductor del bal¨®n y cerrar las l¨ªneas de pases m¨¢s por acumulaci¨®n que por colocaci¨®n. El juego de combinaci¨®n sevillista empez¨® con mucha fluidez horizontal y buenas dosis de paciencia para no amodorrarse entre tanto toque insulso y esperar a que saliera la luz por alguna grieta.

El primer hueco le encontr¨® Kanout¨¦, que meti¨® un bal¨®n donde no hab¨ªa nadie y al que el ¨²nico que pod¨ªa llegar era Luis Fabiano. Lleg¨®. Pero la cabeza se le recalent¨® a la hora de calcular todas las posibilidades que ten¨ªa para batir a Vaniak y su remate fue una pifia descomunal. Poco despu¨¦s, Navas descubri¨® el sitio de Kanout¨¦ y le envi¨® una pelota larga en diagonal que el africano corri¨® con agilidad, regate¨® al portero con maestr¨ªa y chut¨® a puerta con maestr¨ªa. La larga vaselina entr¨®, aunque, por si acaso, Luis Fabiano la empuj¨® a la red. Ni as¨ª le perdon¨® la grada al brasile?o que hubiese parecido m¨¢s O Calamitoso que su conocido apodo de O Fabuloso.

No se redimi¨® el delantero delante de la grada -ya en fiesta tras el tercer gol, le despidi¨® con una gran ovaci¨®n cuando fue sustituido- hasta que marc¨® el segundo tanto sevillista. Un tanto m¨¢s que oportuno, pues los checos hab¨ªan empatado con un chispazo que empez¨® en el centro del campo, profundizo por la banda izquierda, salt¨® a la derecha y con la defensa sevillista desperdigada acab¨® en gol gracias a un chutazo desde fuera del ¨¢rea de Pudil. En la grada, la tormenta empez¨® a asustar m¨¢s que a gustar. Y ah¨ª se gan¨® el aplauso Luis Fabiano. Kanout¨¦ volvi¨® a encontrar la espalda de los defensores checos y le sirvi¨® un pase fenomenal a Luis Fabiano, que esta vez simplific¨® los c¨¢lculos probabil¨ªsticos y bati¨® al portero por la v¨ªa f¨¢cil. Para un futbolista de su calidad, al menos.

El Sevilla mantuvo hasta el descanso su dominio. Fundamentado en el fenomenal trabajo de Boulahrouz, Keita, Poulsen y Kanout¨¦ y el bueno de los dem¨¢s. Destac¨® a la baja Alves. Fall¨®n, inseguro, indeciso. Una alocada carrera de regates hacia ninguna parte fue adem¨¢s el origen del gol de los checos. Navas es otro de los sevillistas a la baja, lo que deja la banda m¨¢s competitiva del Sevilla de la pasada temporada hecha un erial. El joven sevillano cada vez contiene m¨¢s y da menos calambre. No se sabe bien por qu¨¦, pero ha dejado de encarar a los rivales.

En la segunda mitad, los checos comenzaron achuchando e incluso desperdiciando dos ocasiones claras. El p¨²blico del Pizju¨¢n decidi¨® que le tocaba jugar a ¨¦l y empuj¨® al equipo, que desatasc¨® la situaci¨®n gracias a un gol a la salida de un c¨®rner. Poco despu¨¦s, entre Kanout¨¦ y Kon¨¦ redondearon el resultado y adjetivaron m¨¢s el regreso de los viejos h¨¦roes sevillistas. Pero ¨¦stos sufrieron un despiste final que les cost¨® un gol que a?ade emoci¨®n ante un posible empate a varias bandas al final de la liguilla. Un pelicul¨®n. Se esperan las secuelas con expectaci¨®n.

El Sevilla despeja dudas