Juicio contra un conductor que atropell¨® a un beb¨¦ para ir a la c¨¢rcel

El fiscal pide seis meses de c¨¢rcel David H. G. y que se le retire el carn¨¦ de conducir por atropellar, el 8 de septiembre de 2005, a una mujer y a su beb¨¦, de 23 meses, al que llevaba en un carrito. El juicio se celebrar¨¢ en la Audiencia de Guadalajara. El fiscal plantear¨¢ que se le aplique la eximente por trastorno mental.

El tramo de carretera del siniestro, en el t¨¦rmino de Villanueva de la Torre (Guadalajara), era una recta sin curvas. A la Guardia Civil de Tr¨¢fico le extra?¨® que ni siquiera hubiera una huella de frenada en el asfalto. Hab¨ªa sido un atropello limpio. Los agentes preguntaron a David, el conductor, por lo sucedido y por la ausencia de frenada: "Iba muy nervioso; he cogido la recta muy r¨¢pido, he visto a gente y he ido hacia ellos con toda la intenci¨®n de atropellarles. Quiero entrar en la c¨¢rcel, para reeducarme", coment¨® a los guardias, ante el asombro de ¨¦stos.

Tras el atropello, el veh¨ªculo colision¨® con otros dos coches aparcados en la calle. La madre estuvo hospitalizada ocho d¨ªas con m¨²ltiples traumatismos; el beb¨¦ sufri¨® traumatismo craneoencef¨¢lico, pero se recuper¨® bien.

Los agentes indagaron y descubrieron que se trataba de un joven que sufr¨ªa esquizofrenia. Estaba obsesionado con que el Estado le persegu¨ªa y vigilaba su casa. El brote psic¨®tico le lleg¨® cuando conduc¨ªa un coche. El padre de Davi H. G. a?adi¨® luego a los guardias que su hijo hab¨ªa dejado de tomar la medicaci¨®n un mes antes.

C¨¦sar Quesada, abogado de las v¨ªctimas, se pregunta c¨®mo es posible que se permita conducir a una persona a la que le sobrevienen brotes homicidas, o que est¨¦ al volante de un coche sin "estar medicado". Quesada, que pide una indemnizaci¨®n de casi 23.000 euros para los afectados, establece un paralelismo con el caso de Miriam, la joven madrile?a que fue arrojada a la v¨ªa del metro por un chico de 24 a?os que tambi¨¦n sufre esquizofrenia y que llevaba un a?o sin tomar la medicaci¨®n. "Son enfermos y hay que tratarles como tales, pero debe ejercerse un control sobre ellos, al menos para que no dejen de tomar la medicaci¨®n", a?ade.