Dormir a lomos del r¨ªo
Unos 800 vecinos que viven junto al cauce del Guadarrama temen por las trombas de agua
Rosina vive desde hace dos a?os en el n¨²mero 219 de una vereda sin nombre. En una chabola levantada junto al cauce del r¨ªo Guadarrama, a su paso por M¨®stoles. Las lluvias ca¨ªdas durante la madrugada y la ma?ana de ayer no la dejaron dormir. "Ten¨ªa miedo. Cualquier noche acabamos durmiendo en el r¨ªo", explica mientras muestra la parte trasera de su chabola, lamida ya por el agua. Rosina y sus tres peque?os son parte de un asentamiento compuesto por peque?as casas bajas, infraviviendas y chabolas, ubicadas junto al cauce del r¨ªo Guadarrama. Existen en torno a 260 construcciones de este tipo en las que viven entre 700 y 800 personas.
La intensidad de la lluvia ca¨ªda ayer provoc¨® estragos entre sus habitantes. Sobre todo entre aquellos que tienen sus casas m¨¢s cerca de la vereda. Aseguran que esta ruleta rusa que empieza en oto?o y dura hasta la primavera siguiente "no es vida", pero all¨ª siguen. Llegaron hace poco: entre dos y cinco a?os. Procedentes en muchos casos de otros poblados chabolistas y zonas marginales de Madrid.
Viven en la parte baja del cauce, donde las calles son de barro y est¨¢n pobladas de charcos. No est¨¢n censados ni empadronados. Simplemente no existen, pero all¨ª est¨¢n. "Si nos echan, iremos a otro sitio. ?Qu¨¦ vamos a hacer?", se preguntaba Alejandro.
Las chabolas dejan paso a peque?as construcciones. La mayor parte de ellas, m¨¢s separadas del cauce. All¨ª, una mujer y su hijo se afanan el limpiar la suciedad que ha dejado el agua por el desborde de un arroyo cercano: "Se cruz¨® un tronco e hizo de presa y se nos ha acumulado todo el agua", explica Elena, que vive con su hijo y su marido Jacinto. Lleg¨® all¨ª hace 40 a?os. Y no quiere irse. Forma parte de las alrededor de 300 personas de la zona que est¨¢n censadas por el Ayuntamiento, que tienen luz e incluso tel¨¦fono.
En esa zona alta la vida tambi¨¦n es dura. Sobre todo si llueve. Pero sus vecinos no piensan en moverse. Los m¨¢s antiguos recordaban ayer las grandes inundaciones vividas en la zona debido a la crecida del Guadarrama. La m¨¢s importante, en 1989. La ¨²ltima de relevancia, en 1995.
El alcalde de M¨®stoles, Esteban Parro (PP), pidi¨® ayer a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo la demolici¨®n de este asentamiento. Lo hizo acord¨¢ndose de la tragedia humana de Biescas (Huesca), donde una riada se llev¨® por delante en 1996 un c¨¢mping y mat¨® a 87 personas. Y lo hizo argumentando que, dado que se levanta en las proximidades del cauce del r¨ªo, este poblado es responsabilidad de la confederaci¨®n.
Una portavoz de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo asegur¨® ayer que "m¨¢s del 90% de las construcciones no est¨¢ en dominio p¨²blico hidr¨¢ulico", y a?adi¨® que la soluci¨®n compete a las tres administraciones, dado que algunas casas est¨¢n construidas sobre una v¨ªa pecuaria, lo que implicar¨ªa al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid.
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