Servicio interrumpido
Cuatro gotas dan para mucho. No hace falta ir a la India para comprobar que la naturaleza es democr¨¢tica. Aqu¨ª. como all¨ª, los trenes tampoco funcionan.
Estaci¨®n de Renfe de paseo de Gr¨¤cia, 20.15 horas. ?Qu¨¦ raro! El tren de Reus todav¨ªa no ha pasado. Pasan los minutos y el t¨²nel sigue desierto. Dan la se?al ac¨²stica de alerta. Suena al cabo de un rato por la megafon¨ªa: "El servicio de la l¨ªnea 2 con destino a Ma?anet s¨®lo funciona desde Sant Andreu. Los viajeros tendr¨¢n que coger un transporte alternativo". Y algunos pasajeros nos preguntamos: ?y hacia Sant Vicen?? S¨®lo silencio. Pasan m¨¢s minutos y por fin nos dicen que nuestro servicio hacia Sant Vicen? est¨¢ interrumpido sin explicar las causas. Y nos preguntamos: "S¨ª, pero ?por cu¨¢nto tiempo?". Proliferan las dudas entre los pasajeros: "?Qu¨¦ hacemos? No tenemos transporte alternativo para volver a casa."
Un empleado de Renfe entra en una especie de trastero, por calificarlo de alguna manera, situado junto al and¨¦n. Algunos minutos despu¨¦s sale con un meg¨¢fono en mano. "Es que en las taquillas nos hemos quedado af¨®nicos", dice, como justific¨¢ndose, y a golpe de meg¨¢fono nos comunica a los pasajeros de los alrededores que van a anunciar que los pasajeros de la l¨ªnea de Sant Vicen? pod¨ªamos coger autocares alternativos en la estaci¨®n de Sants.
Habr¨¢ que ir hasta all¨ª. Ahora, a coger el metro, la l¨ªnea 3 hasta Sants. All¨ª encontramos decenas de informadores con camisa verde que son abordados por una multitud de frustrados pasajeros. Algunos aciertan a decir que los autocares esperan afuera.
En una ca¨®tica parada, en medio del marasmo de las obras del AVE, con camiones cementeros trajinando por la zona -las obras no paran nunca-, se hacinan centenares de personas hu¨¦rfanas de tren. La cola es peor que la del cine en domingo. "?Va por Castelldefels?", pregunta un pasajero. "?Y yo c¨®mo voy a Sitges?", interroga otro.
Los informadores dicen que a partir de Castelldefels se puede continuar el trayecto en tren. La gente se lo toma con filosof¨ªa, pero los empujones no cesan para subir a los autocares. Dentro de uno las quejas se suceden. "Cincuenta t¨ªos con la camiseta verde [los informadores de Renfe] y no saben nada. Los pasajeros est¨¢n mejor informados".
Son las 21.40 y por fin salimos de Sants. En autocar, claro. Al menos, nadie comprueba si llevas billete. Diez minutos m¨¢s tarde se vislumbra la plaza de Espanya y hacia las 22.00 ya hemos deja atr¨¢s el hospital de Bellvitge. La primera parada es El Prat. Como va a ir pasando por todas las paradas que ten¨ªa que hacer el tren, yo me voy a bajar en El Prat. He sido previsor y he avisado para que vengan a recoger en coche a medio camino, ya que ue ten¨ªa que bajar en Garraf.
A¨²n falta media hora para llegar a casa. No est¨¢ mal para un d¨ªa de lluvia. Un trayecto que recorro habitualmente en unos 35 minutos, hoy, gracias a la en¨¦sima aver¨ªa de Renfe, se ha convertido en un viaje a trav¨¦s de los obst¨¢culos que ha durado dos horas. Todo un r¨¦cord.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.