Las dos Coreas buscan una paz definitiva
Kim Jong-il y Roh Moo-hyun firman una declaraci¨®n para sustituir el actual alto el fuego
El l¨ªder norcoreano, Kim Jong-il, estrech¨® la mano del presidente surcoreano, Roh Moo-hyun, y ambos chocaron las copas de champ¨¢n. Hab¨ªa qu¨¦ celebrar ayer. Los dos mandatarios concluyeron as¨ª la hist¨®rica cumbre que durante tres d¨ªas han mantenido en Pyongyang con una ambiciosa declaraci¨®n conjunta, en la que se comprometen a buscar un tratado de paz definitivo que sustituya el inestable alto el fuego que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953).
"Corea del Sur y Corea del Norte coinciden en que el actual alto el fuego tiene que ser llevado a cabo y hay que establecer un r¨¦gimen de paz duradero", se?alaba un comunicado. "Ambas partes cooperar¨¢n para celebrar conversaciones a tres o cuatro bandas con los l¨ªderes de las otras naciones, con objeto de declarar el fin de la guerra de Corea". Estados Unidos luch¨® junto al Sur en el conflicto, y China lo hizo con el Norte, por lo que sus firmas son necesarias para sellar un tratado de paz.
Pyongyang y Se¨²l aseguraron que "renuncian a cualquier actitud hostil, reducir¨¢n la tensi¨®n militar y resolver¨¢n los puntos conflictivos por medio del di¨¢logo y la negociaci¨®n". Y, para facilitar este objetivo, acordaron crear una "zona de paz" de pesca com¨²n en la disputada frontera mar¨ªtima occidental, que fue escenario de enfrentamientos navales mortales en 1999 y 2002.
Los dos pa¨ªses hicieron un llamamiento para que se celebren cumbres con m¨¢s frecuencia. ?sta ha sido s¨®lo la segunda vez que los mandatarios de los dos pa¨ªses se han reunido desde que la pen¨ªnsula coreana qued¨® dividida tras la II Guerra Mundial, en 1945. Una escisi¨®n que se profundiz¨® con la guerra de Corea. El anterior encuentro -entre Kim Jong-il y el predecesor de Roh, Kim Dae-jung- se produjo en 2000.
Como muestra de la voluntad de mantener el impulso de las negociaciones, los dirigentes decidieron que los primeros ministros de los dos pa¨ªses se entrevisten en noviembre en Se¨²l para conversar sobre la puesta en marcha de los puntos del acuerdo, y que los ministros de Defensa lo hagan, el mismo mes, en Pyongyang, para discutir la forma de prevenir posibles conflictos armados.
Respecto a cuestiones econ¨®micas, Kim y Roh pactaron poner en marcha un servicio regular ferroviario de mercanc¨ªas; construir astilleros en dos ciudades, incluida Nampo (cercana a Pyongyang); establecer una zona especial en la localidad de Haeju -en la costa occidental-, e iniciar un servicio mar¨ªtimo regular. Adem¨¢s, ser¨¢ renovada la autopista que une la capital norcoreana con el parque industrial de Kaesong, en el que las compa?¨ªas surcoreanas emplean a m¨¢s de 10.000 ciudadanos del Norte, y se abrir¨¢ la primera conexi¨®n a¨¦rea entre los dos pa¨ªses, que unir¨¢ Se¨²l con el monte Paektu, considerado sagrado por los coreanos, junto a la frontera con China.
La cumbre bilateral, que comenz¨® con lo que la prensa surcoreana calific¨® de "fr¨ªa bienvenida" por parte de Kim Jong-il, ha concluido con unos resultados m¨¢s favorables de lo que esperaban los observadores pol¨ªticos. Si los puntos del pacto son cumplidos (en Corea del Sur, depender¨¢ de la pr¨®xima Administraci¨®n), supondr¨¢ un gran avance a favor de la paz en una de las zonas m¨¢s conflictivas de Asia oriental, y allanar¨¢ el camino a una futura reunificaci¨®n de las dos naciones.
El ¨¦xito de la reuni¨®n es importante tanto para Roh como para Kim. El primero intenta construir el legado de su mandato, que llega a su fin en enero, e insuflar un poco de ox¨ªgeno a su partido (los liberales), que van por detr¨¢s de la oposici¨®n en las encuestas de opini¨®n para las elecciones presidenciales del pr¨®ximo diciembre. Roh no puede presentarse a un segundo mandato, porque lo impide la Constituci¨®n. Para Kim Jong-il, se trata de obtener la ayuda econ¨®mica que tanto necesita el Norte, hacer avanzar el proceso para sacar al pa¨ªs del estado de paria en el que se encuentra sumido, y favorecer, de paso, a los liberales surcoreanos ante las elecciones, frente a los conservadores, que mantienen una posici¨®n m¨¢s dura sobre Pyongyang.
La celebraci¨®n de la cumbre ha coincidido con la publicaci¨®n, el mi¨¦rcoles pasado, por parte de Pek¨ªn, del compromiso norcoreano de realizar una "declaraci¨®n correcta y completa" de todos sus programas at¨®micos y desmantelar las instalaciones de su principal central nuclear -la de Yongbyon- antes de que finalice el a?o, seg¨²n el acuerdo alcanzado el pasado fin de semana.
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